El primer SIMA pospandemia no logra atraer a compradores de vivienda: "Hay poco y lo que merece la pena es caro"

• La principal feria del sector se celebra este fin de semana tras haberse aplazado varias veces por la pandemia
• Los asistentes lamentan que la oferta de viviendas en promoción haya descendido y los precios sean más elevados

Vista de los stands durante la apertura este jueves del Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA)

Tras más de un año de pandemia, después de varios meses de confinamiento domiciliario y el auge del teletrabajo, las preferencias a la hora de comprar una vivienda han cambiado: los futuros compradores buscan casas más grandes, con terraza, espacios verdes, piscina y más alejadas del centro, unos gustos que se han visto reflejados en la última edición del Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA), que se celebra este fin de semana en la capital con el objetivo de retomar el pulso de un sector en transformación tras un año de impasse por la COVID-19.

Sin embargo, la imagen de la feria dista mucho a la de años anteriores. La irrupción de la COVID ha traído consigo grandes ausencias entre los promotores, que esgrimen entre los principales motivos la merma en el público asistente; la difícil conversión de la inversión en retorno o la falta de oferta de vivienda en su cartera en el entorno de Madrid. Este último es, de hecho, el principal punto de encuentro entre muchos asistentes, que lamentan la “pobre” variedad de viviendas en promoción este año y, a la vez, los altos precios de las nuevas construcciones.

Precios abusivos en viviendas: espacios mínimos a precios desorbitados

“Hay poco y lo que merece la pena es muy caro”, nos cuenta Mercedes, que ha visitado el SIMA con el fin de encontrar una nueva vivienda que les permita “respirar” tras un año de pandemia “difícil de olvidar”. “Hemos llegado hace media hora y nos vamos ya porque no es lo que esperábamos”, asegura Maite, que busca junto a su marido Daniel una casa de cinco dormitorios con el fin de contar con el espacio “suficiente” para vivir con sus cuatro hijos. “Hay muy poco. Hemos recabado algo de información, pero nada que no supiéramos. En Idealista tienes más información”, lamenta.

La oferta se traslada a la periferia de las ciudades

El salón ofrece unas 10.260 viviendas, frente a las 35.000 de la última edición. De ellas, cerca de la mitad se encuentran en Madrid, aunque también se comercializan inmuebles en Málaga, Alicante, Almería y Cantabria. Basta un paseo por el pabellón de Ifema -en singular, porque este año solo se ha reservado un espacio para la feria- para hacerse una idea del principal perfil del comprador: parejas jóvenes que quieren cambiar el alquiler por la propiedad.

“Buscamos áticos, pero está todo cogido”, nos cuentan Carlos y Bea, que han acudido al Salón Inmobiliario con el fin de informarse sobre las zonas nuevas urbanísticas que va a haber en la capital en los próximos años. “Aunque si hubiese algo que nos encajara en las afueras, nos tiraríamos a la piscina y lo compraríamos”, aseguran, conscientes de que “la gran parte de la oferta se ha trasladado a la periferia”. Y es que, aunque Madrid capital sigue siendo el lugar predilecto para encontrar la vivienda, respecto a los datos de 2019, “esta opción registra un significativo retroceso en el cómputo global".

De hecho, SIMA ha apuntado que, si en 2019 para el 78 % de los encuestados la capital de la ciudad era el objeto de su deseo, en 2021 lo es para el 67 %, 11 puntos porcentuales menos. Además, de estos, un poco menos de la mitad preferiría vivir en la almendra de la ciudad. Las zonas más demandadas son el noreste, seguido del sureste, el noroeste y el suroeste. Sin ir más lejos, El Cañaveral y Valdebebas son dos de los desarrollos urbanísticos recientes más mencionados entre los asistentes. “Es lo mejor que hay ahora mismo en Madrid en relación calidad precio”, sostiene Vanesa, respecto al primero. “Para mí, una de las mejores zonas de la ciudad y con grandes posibilidades para la gente joven”, apunta Juan Carlos en relación al segundo.

Se impone la casa grande y alejada de los centros urbanos

Auge de la vivienda vacacional

A pesar de que la primera vivienda sigue concentrando el grueso de la oferta, la vacacional continúa ganando peso. Tras los confinamientos y las restricciones a la movilidad entre comunidades, la vivienda en la costa se ha revelado como un codiciado objeto de deseo. Tanto, que el 40 % de las viviendas que los expositores han traído al SIMA está en localidades playeras, sobre todo en la Costa Blanca, Costa del Sol y los archipiélagos balear y canario.

“Venimos buscando una segunda residencia, sobre todo de cara a escapadas de fin de semana, para pasar el verano, de inversión para alquilarla cuando no vayamos y también para el futuro cuando nos jubilemos”, recalca Concha, con la vista puesta en recabar información para adquirir una vivienda en Murcia o Almería. De momento, dice, no piensa comprar porque “está convencida” de que “con la crisis, en un par de años los precios van a volver a caer en picado”. “No tenemos prisa. Hoy no vamos a tomar una decisión, solo vamos a ver cómo está el mercado”, asegura.

Sin embargo, los expositores confían en cerrar un buen número de ventas durante el fin de semana. Con este objetivo trabaja Jorge, que cuenta con una promoción de viviendas en El Espinar (Segovia). A pesar de que es su primer año en el SIMA, confía en que su proyecto sostenible cale entre los compradores. “Somos los únicos en toda la feria que comerciamos este tipo de viviendas con una huella de carbono negativa. Además, estamos próximos al parque natural de la Panera, que es reserva de la biosfera”, nos cuenta.

El miedo a las estafas

Muchos compradores vienen buscando a SIMA una vivienda como producto de inversión. Y otros, como Dani y Paula, argentinos, acuden al Salón Inmobiliario con el fin de encontrar alguna vivienda ya construida, por el miedo a las estafas. “Venimos de un país en el que la cultura de lo nuevo es muy bonita, pero hay muchas empresas que ponen dos ladrillos y se van. Entonces, en principio vamos a lo seguro, a lo usado, y después veremos”, aseguran.

La crisis tras la burbuja inmobiliaria frenó la expansión de las cooperativas, pero ahora tras la irrupción de la pandemia vuelven con fuerza. El modelo no es nuevo, y arrastra la sombra de fraudes del pasado y proyectos sin terminar. Ahora, el sector se ha profesionalizado y aseguran que hay garantías. “Es un sistema jurídicamente muy regulado y que cuenta con numerosas ventajas como decidir sobre cuestiones fundamentales sobre la vivienda y el ahorro del coste, en torno al 20 % frente a una vivienda del mercado”, explica a RTVE.es el presidente de la Confederación de Cooperativas de Viviendas y Rehabilitación de España (Concovi), Juan Casares, que recomienda a los futuros compradores que “no tengan miedo”.

El propio Dani nos cuenta que otro de los problemas que ha encontrado a la hora de acceder a una vivienda en España es su condición de extranjero. “Llevamos poco tiempo viviendo en España y no tenemos un acceso a la vivienda por la situación, no por los medios económicos, sino porque al ser extranjero se dificulta el tema del acceso al crédito. Por lo que venimos a ver qué opciones hay y qué posibilidades de acceso dan las promotoras o las inmobiliarias”, recalca.

Un hueco para la innovación y los proyectos solidarios

Pero en SIMA también hay hueco para la tecnología. Además de las casas gestionadas de punta a punta con domótica, las promotoras e inmobiliarias continúan invirtiendo en proyectos que faciliten la venta de vivienda, en un momento en el que la distancia social continúa estando presente. Fotocasa ha presentado la Visita Express, una “nueva revolucionaria forma de buscar vivienda sin necesidad de trasladarse y ver todos los detalles de la misma desde el salón de tu casa en 3D”, explica Anaïs López, directora de Comunicación del portal inmobiliario.

“Hemos detectado que el mercado todavía no ha recuperado los niveles de interacción anteriores a la pandemia, ni se busca vivienda de la misma forma. Por ello, escuchando las nuevas necesidades de nuestros usuarios, sobre todo de aquellos todavía reticentes a visitar una vivienda para evitar contactos fuera de los habituales, nos pusimos a trabajar en ello y, tras probar la herramienta, mucha gente nos ha dicho que se quedarían la vivienda incluso solo con la primera visita”, comenta la directora.

Las cooperativas de vivienda vuelven con fuerza tras la crisis

Además, en SIMA también tienen cabida los proyectos solidarios que cruzan nuestras fronteras. Desde la ONG Rescate trabajan con el objetivo de recaudar fondos para reconstruir la ciudad de Alepo, en Siria, arrasada por la guerra. “Tomamos los escombros que hay en la ciudad como resultado de los bombardeos, se reciclan, se llevan a la fábrica y se hacen ladrillos que se utilizan para reconstruir la ciudad: escuelas, hospitales, viviendas…”, apunta Cristina Bermejo, su directora.

Pero más allá de estas novedades entre los expositores, algunos visitantes echan de menos la "animación" de otros años. Actuaciones musicales, degustaciones gastronómicas, regalos y otras atracciones han desaparecido prácticamente con la llegada de la pandemia.

La financiación, un lastre para algunos compradores

Aunque el principal atractivo de la feria continúan siendo la búsqueda de oportunidades. "Mi hermano vino en 2019 y consiguió una buena oferta en nueva construcción, así que vengo a ver si tengo la misma suerte", apunta Emilio, que viene desde Toledo y lleva un tiempo buscando casa en Madrid, ya que es donde trabaja. Sin embargo, los compradores se muestran reticentes no solo por la falta de oferta, sino también por los elevados precios.

Preguntados sobre qué porcentaje necesitan hipotecar, el 10 % de los asistentes a la feria han apuntado que dispone de fondos necesarios para adquirir una vivienda sin tener que recurrir a un crédito. Por su parte, el 30 % que necesita financiar una cantidad por encima del 80 % del importe de la adquisición, mientras que otro 51 % está dentro de límites admisibles para la mayoría de las entidades financieras, es decir, hasta el 80 % del precio de la compraventa.

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Este, entre otros motivos, ha llevado a Javier a abandonar la feria antes de lo previsto. “Me temo que con estos precios no voy a tener una vivienda en propiedad en toda mi vida”, lamenta este administrativo, quien se ha chocado de golpe con unos precios “más que desorbitados”.

La encuesta del SIMA señala que la franja media de los rangos de presupuesto se encuentra entre los 240.000 y 450.000 euros. Asimismo, según el estudio, se observa un importante repunte en el porcentaje de los compradores que han acudido a SIMA por un presupuesto superior a los 540.000 euros y que ahora suponen el 8 % de los encuestados, tres puntos porcentuales más que la última edición del Salón Inmobiliario. “Eso para una persona soltera, con un sueldo medio, es prácticamente inaccesible”, sentencia.