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Sánchez: "La decisión sobre los indultos será la que permita transitar de un mal pasado hacia un futuro mejor"

  • Elude responder cuándo estarán listos los indultos ni cuándo volverá a reunirse la mesa de diálogo sobre Cataluña
  • ERC quiere que Junqueras esté en la mesa y solo aceptará, como Junts, la derogación y no la reforma del delito de sedición

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Pedro Sánchez: "El Gobierno abordará la cuestión de los indultos en conciencia"

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido que la decisión que tome el Gobierno respecto a los indultos a los líderes del ‘procés’ será aquella que “permita transitar de un mal pasado hacia un futuro mejor” y ha insistido en que éste “tiene que escribirse con las palabras de concordia, convivencia” y “cohesión entre catalanes y entre Cataluña y el resto del país”.

En la rueda de prensa tras la cumbre hispano-polaca celebrada este lunes en Alcalá de Henares, Sánchez no ha dado respuesta, sin embargo, a cuándo prevé el Gobierno tener lista la tramitación de los indultos ni tampoco a cuándo volverá a reunirse la mesa de diálogo sobre Cataluña. Una mesa que, precisamente, ERC insta a reunir lo más “pronto” posible. La formación republicana también ha mostrado este lunes su deseo de que su líder, Oriol Junqueras, condenado por el 'procés', participe de la mesa de negociación, y junto con Junts rechaza una reforma del delito de sedición en el Código Penal si no es la completa derogación.

Respecto a los indultos, Sánchez ha llamado a “dejar trabajar al ministro de Justicia”, quien, tras haber “escuchado a todas las partes”- el Tribunal Supremo, la Fiscalía y la Abogacía del Estado- tiene que “elaborar once expedientes”, uno por cada preso. “A partir de ahí, cuando sea conveniente y proceda, lo debatiremos en el Consejo de ministros”, ha proseguido, pero ha insistido en que no puede dar “una fecha” porque “lo importante es dejar trabajar”. Tanto el Tribunal Supremo como la Fiscalía se han pronunciado en contra de los indultos, mientras que la Abogacía del Estado ha eludido posicionarse.

La decisión "se tomará a conciencia" pensando "en los millones de ciudadanos españoles y catalanes que quieren vivir en paz y superar el desgarro emocional y político que supuso el 2017", ha proseguido el presidente, quien ha afirmado que la decisión del Gobierno "será la que abra una nueva etapa", dejando "atrás un mal pasado que no enorgullece a nadie de quien lideraba las instituciones" de entonces.

"Creo que ayudar a resolver problemas no representa un coste", ha proseguido Sánchez, quien no cree que dejar "las cosas enquistadas" sea lo que se merece ni Cataluña ni el conjunto de España.

No pone fecha a la mesa de diálogo y llama a reunirse primero con Aragonès

En cuanto a la mesa de diálogo, Sánchez ha afirmado que "lo urgente" es que los dos nuevos presidentes autonómicos recientemente investidos (el catalán, Pere Aragonès, y la madrileña, Isabel Díaz Ayuso) “sean recibidos como merecen, por cortesía institucional, en el Palacio de La Moncloa, que es lo que se hace con los nuevos presidentes autonómicos”.

"Primero, una reunión con el presidente" Pere Aragonès "en el Palacio de La Moncloa y, luego, ya habrá tiempo para reunirnos no una, sino muchas veces", ha incidido.

Sánchez ha recordado que, durante su discurso de investidura hace poco más de un año, habló de la necesidad de "retomar la vía política" con Cataluña, para lo que es fundamental "el diálogo" y "la senda de negociación, del pacto dentro de los márgenes que permite la Constitución". "Dije también que, además de retomar el diálogo, teníamos que recomenzar, volver a ese punto en que ambas partes nos dejamos de escuchar y de entender", ha proseguido, y ha añadido: "Dije también que la resolución a esta crisis no iba a ser inmediata, que iba a exigir paciencia, empatía, dotes de negociación y de generosidad y, por tanto, me reafirmo".

Por último, ha sido preguntado sobre la reforma de lo delitos de sedición y de rebelión en el Código Penal en la que ya está trabajando el Ejecutivo. En este sentido, Sánchez ha asegurado que la "voluntad" del Gobierno es "actualizar" esos delitos y equiparar el Código Penal a los de "otros países más avanzados en términos democráticos", pero no ha hablado de derogar el de sedición, como exigen los partidos independentistas.