Informar y conmover a través del recuerdo: así es el nuevo Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo
- Han recopilado más de 1.100 testimonios de víctimas con el objetivo de crear una memoria viva y colectiva
- A través de sus exposiciones cuentan la historia de los principales hitos del terrorismo en España
- Especial LabRTVE 'Víctimas del terrorismo: relatos de vida'
Hacer llegar la historia del terrorismo en España y emocionar para que esta cale en los ciudadanos. Estos son los principales objetivos del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo que, tras varios años de espera y el aplazamiento de su inauguración por la pandemia, abre finalmente sus puertas este martes en Vitoria.
"Se busca homenajear a las víctimas, defender los valores democráticos del estado de derecho, informar sobre décadas de terrorismo y conmover para que el público salga sabiendo más sintiendo empatía", cuenta a RTVE Raúl López Romo, el responsable del Área de Educación y Exposición del centro.
A través de la contextualización de la historia de los diferentes grupos terroristas y de las voces de aquellos quienes sufrieron sus acciones, este proyecto, cuya creación fue pactada en 2012 por los gobiernos central y vasco y que responde a la Ley de Reconocimiento y Protección Integral a las Víctimas del Terrorismo, trata de construir una memoria colectiva que permita concienciar de que "el uso de la violencia no es legítimo" como instrumento de acción política.
"Por eso está ubicado en el País Vasco, es aquí donde sigue existiendo una parte de población radicalizada que ve con buenos ojos atentados del pasado y es donde más cabe intervenir cualquier rastro de justificación", explica López Romo. No obstante, desde 2015 se baraja la creación de una subsede en Madrid por el recuerdo de las 192 personas que murieron en los atentados del 11M, víctimas del terrorismo yihadista.
La inauguración del centro, sin embargo, ha recibido el rechazo de varias asociaciones memorialistas, que han convocado una concentración en la plaza de Los Fueros de Vitoria. Estos colectivos, integrados en la red Memoria Osoa, consideran que tiene un "planteamiento discriminatorio" y que "supone un ataque a la convivencia, porque su visión excluyente deja fuera a miles de víctimas de la violencia ejercida por los aparatos del Estado". Desde EH Bildu, por otro lado, se ha calificado de "acto de irresponsabilidad" la inauguración, ya que, en su opinión, pretende "hipotecar la construcción de la paz y la convivencia" con un "relato tuerto", que" emana naftalina".
Las víctimas, protagonistas del memorial
El espacio museístico está ubicado en el centro de la capital alavesa, en el antiguo edifico del Banco de España, que ha sido reformado por completo para acoger su nuevo cometido. Cuenta con seis salas permanentes y una para exposiciones temporales a través de los cuales se puede "conocer la historia y entender el espacio y el tiempo en el que ocurriendo los principales hitos del terrorismo durante el franquismo, la transición y la democracia".
Uno de estos espacios está dedicado precisamente al recuerdo de las víctimas, las grandes protagonistas del Centro Memorial. En él, se ofrecen más de 1.100 testimonios en diferentes formatos -accesibles a través de soportes telemáticos- de quienes sufrieron la violencia con el objetivo de crear una memoria viva que apele a las emociones.
"El testimonio es una de las herramientas más potentes para transmitir lo que ha supuesto el terrorismo", ha contado en RNE Florencio Domínguez, responsable del centro. Conocer sus experiencias hace que se transmita el conocimiento "de manera muy dura y directa", pero lleva a sumir de manera más fácil "que esto no es una historia de rebeldía romántica, sino que iba contra personas con nombres y apellidos".
Para lograrlo han reunido diferentes materiales como vídeos caseros de las familias de las víctimas antes de los atentados o el patín de Ignacio Echeverría, conocido como el 'héroe del monopatín', que fue asesinado durante los atentados de Londres de 2017 cuando intentaba evitar la muerte de otras víctimas.
También es posible conocer la realidad de los secuestrados a través de uno de los elementos expositivos del memorial: una reproducción a escala real del zulo en el que ETA mantuvo secuestrado durante 532 días al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara en una nave industrial en Arrasate (Gipuzkoa). "Está recreada tal cual era, con las mismas dimensiones y con todos los enseres. Es una visita impactante", señala el responsable de Exposiciones.
Otra de las áreas está dedicada a los propios perpetradores, su ideología y su entorno, así como a los discursos y prácticas del odio que han motivado la violencia. Si bien en el memorial se pone especial foco de atención en el grupo terrorista ETA, a través de la exposición cuentan cuáles son los principales puntos en común entre las diferentes bandas que han actuado en España, como los GAL, los Grapo y los grupos yihadistas que han atentado en España, entre otros.
Por otro lado, la exposición se centra también en "la respuesta al terror" ofrecida desde los ámbitos sociales, políticos, judiciales y policiales de nuestro país, mostrando las principales operaciones llevadas a cabo o incluso manifestaciones pacifistas. A las salas se suma el centro de documentación, un edificio polivalente que sirve a modo de punto de consulta para historiadores e investigadores y que cuenta con una biblioteca, salones de actos y un aula didáctica con materiales educativos para visitas escolares.
Un centro pionero
El Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo es un proyecto pionero: es el primero en Europa dedicado a las víctimas con una exposición permanente y el segundo en el mundo después del neoyorquino creado en homenaje al atentado del 11-S.
"Pero aunque seamos pioneros, el proyecto no sale de la nada. Nos hemos inspirado a través de visitas a otros memoriales europeos", señala López Romo, que enumera algunos dedicados a las guerras mundiales en ciudades como Berlín, Ámsterdam o París. También han bebido de Irlanda del Norte, donde encontraron símbolos, murales y otros elementos históricos creados para una comunidad más específica.
La entrada es gratuita y el edificio es accesible para discapacitados. Asimismo, ofrecen audioguías, textos en tres idiomas (castellano, euskera e inglés) y programas específicos para adaptar las visitas a las diferentes edades. "Queremos dar facilidades y acercar al público", aseguran desde el memorial.