¿Terminará la crisis con Marruecos con la marcha de Brahim Gali? Los expertos creen que no
- La salida del líder del Polisario puede ayudar a rebajar la tensión, pero las causas son más profundas
- Marruecos no puede arriesgarse a aparecer ante la UE como un socio poco fiable
- El líder del Polisario, Brahim Gali, ha abandonado España este martes
El Gobierno español espera que el regreso del líder del Polisario, Brahim Gali, a Argelia dé por concluida la crisis con Marruecos, que provocó una avalancha de entradas irregulares en Ceuta. Así lo han expresado este mismo miércoles la ministra portavoz, María Jesús Montero, y la vicepresidenta, Carmen Calvo.
No obstante, fuentes diplomáticas han reconocido a RNE que el proceso de "normalización" puede ser largo.
Marruecos aún no se ha manifestado. Expertos consultados por RTVE creen que la crisis no desaparecerá con la salida de Gali porque sus causas son más profundas y hay que buscarlas en las expectativas creadas en Rabat por el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental por Donald Trump,el pasado diciembre, a cambio de establecer relaciones con Israel.
Pese al coste que la crisis ha tenido para sus relaciones con la UE, y que le ha llevado a rebajar el tono en su último comunicado (el tercero en dos días), Marruecos continuará intentando que otros países y organizaciones internacionales sigan la estela de Trump, alejándose de las relaciones de la ONU, algo poco probable, según las fuentes consultadas. La creciente frustración del reino alauí puede prolongar la inestabilidad en sus relaciones con España, añaden.
Marruecos, "empoderado" por el reconocimiento de Trump
La decisión de Trump "alteró los cálculos geopolíticos" y ha hecho que Marruecos "se sienta empoderado", explica Eduard Soler, investigador sénior del Barcelona Centre for International Affairs (CIDOB) y especializado en relaciones euromediterráneas.
"Se veía reforzado y no entendía cómo, ante un apoyo de tal magnitud, el del presidente de la primera potencia mundial, el resto de países no continuaba en esa vía, sino que persistía en lo que Marruecos debe considerar un error", ha declarado Soler en La Noche en 24 Horas.
Soler recuerda que "para ningún otro país europeo la cuestión del Sáhara es más importante" que para España, "no solo por el pasado colonial español sino por proximidad física, aparte de los vínculos sociales".
"El tema de fondo es la frustración por unas expectativas que se elevaron mucho, y no se han cumplido", subraya, en declaraciones a RTVE.es, Haizam Amirah-Fernández, investigador principal del Real Instituto Elcano (RIE) y especialista en el mundo árabe e islámico.
El problema del país norteafricano, por tanto, no es solo con España, aunque aquí se ha visto agravado por la presencia del líder del Polisario. Ningún otro país ni organismo internacional ha seguido los pasos de Trump, y ni siquiera está claro que la administración de Joe Biden lleve el reconocimiento más allá de la mera declaración. Un ejemplo: esta misma semana, EE.UU. ha aclarado que las maniobras militares conjuntas con Marruecos no se desarrollarán en territorio del Sáhara.
"Si resulta que las maniobras no se celebran en el Sáhara Occidental, aunque sea de pasada, Marruecos van a estar frustrado y furioso", advierte Amirah-Fernández.
La transacción con Trump no parece haber sido un buen negocio para Rabat. "Ha elevado la inestabilidad en el Magreb, en todo el Mediterráneo oriental, en las relaciones internacionales e internamente en Marruecos", donde amplias capas de población e incluso dirigentes políticos no aceptan el acercamiento a Tel Aviv, menos aún tras la reciente ofensiva sobre Gaza, explica el investigador del RIE.
Para Ignacio Cembrero, periodista y escritor especializado en el Magreb, la crisis está lejos de cerrarse. "Tenemos para rato. Gali es un pretexto, una anécdota", ha advertido en declaraciones en RNE.
Cembrero destaca que "bajo cuerda, los sucesivos gobiernos españoles siempre han ayudado a Marruecos". "Por ejemplo en marzo pasado, en el Tribunal de Justicia de la UE en Luxemburgo, los abogados del estado estaban junto con las asociaciones marroquíes. Abogados de Francia, la Comisión Europea... estaban contra los abogados del Frente Polisario a propósito de los acuerdos de asociación y de pesca entre la Unión Europea y Marruecos". En las aguas del Sáhara Occidental se produce el 92% de las capturas de la Unión, apunta el periodista.
Pero de ahí a un reconocimiento oficial hay un largo trecho, que ni España ni la UE parecen dispuestos a recorrer.
Daños en la relación con la UE
Sin embargo, Marruecos deberá moderar su actitud, porque su reacción en el conflicto con España ha sido excesiva y ha tenido un efecto no deseado por Rabat.
"Marruecos debería hacer una evaluación de daños - considera Amirah Fernández - porque hay decisiones que han sido errores de cálculo, desde diciembre no parece algo guiado por un pensamiento pragmático. Abrir las puertas con Ceuta ha supuesto un coste de imagen y en las relaciones con la UE".
El analista del RIE afirma que incluso Francia, el más firme socio del reino alauí en Europa, ha visto con preocupación lo sucedido en Ceuta, y recuerda que Marruecos ha tenido problemas recientemente con otros países, como Países Bajos o Suecia.
"El mensaje ha llegado a Madrid, pero ha resonado en todas las ciudades europeas porque hay mayor aprensión a ver cómo los vecinos de la UE usan la cuestión migratoria como un arma", asevera por su parte Eduard Soler.
El investigador del CIDOB cree que las imágenes de Ceuta "contradicen la narrativa que Marruecos había logrado trasladar en Bruselas de que es una economía dinámica, un país estable y dispuesto a cooperar con la UE. Las imágenes muestran a un socio no especialmente colaborativo y con graves problemas sociales".
"La estrategia de Marruecos consiste en volver a insistir en que tiene un problema con España pero no con la UE, en que es un tema político y no migratorio. Necesariamente no puede ser visto como aquel que solo crea problemas", concluye.