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Fuensanta Gual: "Es legal, justo y equitativo que las trabajadoras sexuales tengan un sindicato que las defienda"

  • El Tribunal Supremo defiende el derecho a sindicarse de las prostitutas aunque no reconoce que la prostitución sea un trabajo
  • Se reconocen los estatutos del Sindicato Organización de Trabajadoras Sexuales (OTRAS)
  • La sentencia ha sido celebrada por los colectivos de apoyo a las que se autodenominan trabajadoras sexuales

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El Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo celebra que se permita la sindicación de las prostitutas

Las prostitutas por cuenta propia podrán sindicarse. El Tribunal Supremo ha declarado que reconoce el derecho existente de sindicación aunque, añade, que no es su función dirimir si esto es un trabajo o no. Las organizaciones que defendían ese derecho lo han celebrado. En ‘La Hora de La 1’ hemos analizado el tema en profundidad y hablado con la presidenta del Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo, Fuensanta Gual, quien ha manifestado que es "un gran paso para reconocer y dar derechos laborales a las trabajadoras sexuales". Y añade: "El siguiente paso es el más difícil: reconocer que es un trabajo" y que se legisle.

La decisión del Supremo que contradice a la Audiencia Nacional

La Sala Cuarta del Alto Tribunal ha estimado el recurso de OTRAS contra la sentencia de la Audiencia Nacional que declaraba la nulidad de sus estatutos al considerar que amparaban la prostitución asalariada. Del texto se deduce que se reconoce el derecho existente de sindicación (al absolver al sindicato de la impugnación de sus estatutos) aunque no se estima que la prostitución sea un trabajo. La comunicación ha coincidido con la celebración por parte de algunas organizaciones del Día Internacional del Trabajo Sexual. OTRAS, al conocer la noticia, ha asegurado en las redes sociales que "ha quedado demostrado judicialmente que el sindicado ha sido siempre (y sigue siendo) totalmente legal".

Es legal y justo y equitativo que las trabajadoras sexuales tengan un sindicato que las defienda

Por su parte, Fuensanta Gual, presidenta del Comité de Apoyo a las Trabajadoras del Sexo, ha celebrado en ‘La Hora de La 1’ que este es un primer paso: "Es legal y justo y equitativo que las trabajadoras sexuales tengan un sindicato que las defienda". Gual considera que, a partir de este momento, han de afrontar algo que es "muy, muy difícil": "Reconocer que el trabajo sexual es un trabajo".

"En este no-trabajo hay miles de mujeres y hombres que están trabajando todos los días en nuestro país, para sacar su sustento y lo que pasa es que no tienen ningún derecho porque como no se les reconoce, no pueden ni acogerse ni a una cosa tan simple como al Estatuto de los Trabajadores", recuerda Gual.

La magistrada del Supremo al frente de esta conclusión, reconoce que no es su función dirimir si esto es un trabajo o no y que quien tiene esa responsabilidad es el legislador. Precisamente sobre la posibilidad de que esta sentencia allane el camino a una posible legalización en nuestro país, Gual se ha mostrado escéptica: "Ahora mismo lo tenemos muy, muy difícil, porque los principales políticos están en contra de que se reconozca como trabajo y mucho tiene que cambiar la realidad". Se alegra, eso sí, de que ahora el sindicato sea un actor de interlocución válido.

No se quiere reconocer que la prostitución es un trabajo, pero si bajamos los pies al suelo, nos damos cuenta de que es un trabajo que ejerce mucha gente

"No se quiere reconocer que la prostitución es un trabajo, pero si bajamos los pies al suelo, nos damos cuenta de que es un trabajo que ejerce mucha gente y que por culpa de esos prejuicios de los políticos, el empresario está poniendo unas condiciones muchas veces abusivas como tener que trabajar 24 horas, realizar servicios sin protección o tener que consumir algún tipo de tóxicos", argumenta Gual.

La periodista y experta en feminismo, Ana Bernal-Triviño, ha querido ser cauta, ya que en ese momento no había tenido acceso a la sentencia completa, pero ha destacado que, a priori, el texto queda lejos del objetivo principal que se planteó OTRAS y que la justicia reconoce que "el trabajo sexual, no es un trabajo".

Si no existe patronal y no hay relación laboral, entonces, ¿de qué organización sindical estamos hablando?

"Si no existe patronal y no hay relación laboral, entonces, ¿de qué organización sindical estamos hablando?", se ha preguntado recordando que desde el Ministerio de Igualdad ha insistido este miércoles, día 3 de junio, que se va a seguir desarrollando una Ley Integral de Trata que, en realidad dice la periodista, "es lo que subyace en la mayoría de las mujeres que se dedican a ejercer la prostitución".

España, el país europeo que más consume prostitución

España es uno de los países a la cabeza del ranking de consumo de prostitución. Es el tercero del mundo y el primero de Europa, según la Organización de Naciones Unidas (ONU). Las mujeres que se dedican a ello tienen se ven diariamente en situaciones de vulnerabilidad. Para algunos expertos, incluso, el hecho de ejercer la prostitución es un acto de violencia. Rebeca Collantes, psicóloga en ACLAD, que explica que además de ese tipo de violencia, las mujeres prostituidas suelen sufrir agresiones sexuales, violencias psicológicas, física o económica.

Como es el caso de Aurora quien denuncia que su encargado es el que cobra por lo que ella hace y le da una parte, "a veces un 50%". Esta mujer explica al equipo de investigación de ‘La Hora de La 1’ que las agresiones son constantes: "Te llaman puta, guarra… son cosas que tú tienes que parar en seco, abrir la mente y cerrar el corazón, y seguir adelante porque es lo que tengo para sobrevivir. En una ocasión en Madrid, un hombre me agredió en el coche, trató de estrangularme".

Tejiendo redes contra la trata y prostitución de mujeres - Escuchar Ahora

La mayoría de mujeres se defienden del estigma ocultando que ejercen la prostitución a todo su entorno

Sin embargo, el estigma social es la peor de las violencias a las que se enfrentan estas mujeres. La presidenta de CATS insiste en el problema que supone para ellas: "La mayoría de mujeres se defienden del estigma ocultando que ejercen la prostitución a todo su entorno". Aurora confiesa que lo oculta a su familia porque le da vergüenza: "Yo tengo mis hijos, tengo mi familia, mi padre, mi madre, y yo no quiero que se lleguen a enterar de ciertas cosas. Porque es que no… es que me moriría". Asegura que tiene que mentirles y decirles que se encarga de cuidar a una señora. Una doble vida que conlleva graves problemas psicológicos, acrecentados por la situación de pandemia.

Para acabar con estas situaciones, quienes reclaman como CATS que se considere un trabajo se fijan en el ejemplo de Nueva Zelanda. "La legislación se negoció con ellas y, por tanto, se basó en los derechos laborales de las trabajadoras". Para este colectivo, el modelo holandés o el alemán que ha regulado y legalizado la prostitución no son el camino: "La penalización y la criminalización no es factible, pasará lo mismo con la Ley Seca en Estados Unidos si se empeñan en hacerlo", exclama su presidenta.

Bernal-Triviño coincide con Gual en que la regulación en países como Alemania no ha sido positiva: "Esta legislación ha provocado un aumento de la trata o las niñas obligadas a prostituirse". En cualquier caso, añade, es importante recordar que "la abolición -que no prohibición-, como se hace en los países nórdicos, penaliza el proxenetismo y ayuda a las mujeres en la reinserción". Y sentencia: "No hay que olvidar que todo esto está relacionado con redes criminales y lo que hay que proteger son a las mujeres".