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Israel

Lapid y Bennett, los hombres detrás del pacto que podría echar del Gobierno a Netanyahu

  • El hasta ahora primer ministro podría ser relevado del poder mediante un pacto alcanzado in extremis
  • Lapid ofrece una alternativa de centro, laica y con tintes progresistas
  • Bennett representa al ultranacionalismo religioso, con un discurso de mano dura contra los palestinos

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Naftali Benet y Yair Lapid, los hombres capaces de desbancar a Benjamín Netanyahu
Naftali Benet (i) y Yair Lapid (d), los hombres capaces de desbancar a Benjamín Netanyahu

Tras doce años seguidos como primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu podría ser relevado del poder mediante un pacto alcanzado in extremis. Cuando solo le quedaba media hora para formar gobierno, el experiodista Yair Lapid, cara visible del centrismo liberal israelí con Yesh Atid (Hay Futuro) y ferviente opositor de Netanyahu, ha sido capaz de cerrar un acuerdo que, de aprobarse finalmente, le permitirá relevar a su rival político en el cargo.

Para ello deberá esperar dos años, el tiempo que pasaría el ultranacionalista Naftali Bennett en el poder si sale a trámite el pacto de gobierno logrado al filo de la medianoche. Según lo acordado, Bennett -líder del partido ultranacionalista Yamina- ocuparía el cargo de primer ministro la primera mitad de la legislatura, y luego lo cedería al centrista Yair Lapid; aunque el trato debe ser ratificado en un plazo máximo de doce días por el Knesét (Parlamento israelí).

El periodista convertido en político

Nacido en 1963, Lapid entró en política en 2012 para ofrecer una alternativa de centro, laica y con tintes progresistas en un país marcado por la polarización, los extremos ideológicos o el peso de la religión. Desde entonces, ya sea como ministro o en los últimos años en la oposición, ha mantenido un perfil propio con representación institucional en el Parlamento.

Con una ideología favorable al liberalismo económico y la iniciativa empresarial, se significó defendiendo que las obligaciones nacionales debían ser repartidas por igual entre todos los ciudadanos para reforzar una debilitada clase media que considera clave para el desarrollo y futuro de Israel.

Antes de su salto a la política fue un conocido presentador de noticias en el Canal 2, tuvo también un programa propio y fue columnista en uno de los principales diarios israelíes, Yediot Ahronot, en el que marcó la agenda pública y se erigió en uno de los articulistas más influyentes del país.

De unirse con Netanyahu a desbancarle

Hijo del periodista y político anticlerical Tomy Lapid -que llegó a ser jefe de la oposición y murió en 2008-, el líder de Yesh Atid siguió el camino de su padre y en 2012 fundó el partido con el que a inicios de 2013 se presentaría por primera vez a comicios generales. Contra todo pronóstico, se hizo entonces con 19 escaños, erigiéndose como segunda fuerza parlamentaria. Esto le dio la opción de convertirse en titular de Finanzas en una coalición con el primer ministro Netanyahu.

Sin embargo, las fricciones con el jefe de Gobierno no se hicieron esperar y este le destituyó del ministerio a finales de 2014. En sus disputas con Netanyahu, Lapid denunció a menudo los modales personalistas o poco democráticos del primer ministro, y se convirtió en uno de los muchos líderes del arco político israelí que en los últimos años centró sus esfuerzos en desbancarle del poder.

En sus años en la oposición ha defendido líneas clave como el impulso de una ley de reclutamiento militar igualitaria -en un país donde los religiosos ultraortodoxos están exentos del servicio obligatorio al Ejército- o la defensa de derechos de la comunidad homosexual y el movimiento LGTB del país.

En las elecciones de marzo de 2021 quedó como segunda organización más votada con 17 escaños, por detrás de los 30 del derechista Likud de Netanyahu. El todavía primer ministro obtuvo el mandato para formar Gobierno, pero fracasó en conseguir una mayoría, por lo que le llegó el turno a Lapid, que este miércoles informó al presidente de Israel, Reuvén Rivlin, de su capacidad de gobernar.

Bennett y su discurso de mano dura contra los palestinos

El ultranacionalismo religioso, un discurso de mano dura contra los palestinos, la defensa de la anexión israelí de Cisjordania ocupada o el neoliberalismo económico marcan la carrera de Naftali Bennett. Nacido en la ciudad de Haifa en 1972 en una familia judía emigrada de EEUU, fue cercano aliado del aún jefe de Gobierno: ocupó carteras como Defensa o Educación en ejecutivos anteriores, y pese a sus crecientes reticencias y desacuerdos, resultó clave en muchas de las coaliciones que mantuvieron en el poder a Netanyahu de 2013 a 2020.

Bennett es un religioso de línea moderada, militar en la reserva y un ex-empresario multimillonario de perfil ideológico más derechista que Netanyahu, que ha ido virando hacia posiciones más pragmáticas para acabar con el bloqueo político de Israel y aspirar a ser primer ministro.

Su partido, Yamina, obtuvo 7 escaños en los comicios de marzo, y pese a ser una cifra baja en una Cámara de 120 con otras fuerzas con representación similar o mayor, se erigió en actor clave al ser una de las formaciones con capacidad para inclinar la balanza tanto hacia Netanyahu como hacia el denominado "bloque del cambio".