Esta gran luna no pasa tan cerca de la Tierra, es una creación digital
- Analizamos cada jornada los bulos que circulan en redes sociales
- Escríbenos por Whatsapp al 659 800 555 y verificamos por ti los mensajes que recibas
Un tuit de un periodista mexicano se ha hecho viral mostrando un vídeo de “La luna vista desde el Ártico, Polo Norte, entre Rusia y Canadá”. El satélite, que aparece en tamaño gigante, cruza el cielo en segundos despertando la admiración de muchos usuarios: “maravilla”, “magia”, “sorprendente” o “la naturaleza es hermosa”. Es un bulo a partir de un montaje digital que se ha registrado como creación artística o NFT (token no fungibles). Los científicos nos confirman que la Luna no se ve así desde ninguna parte de la Tierra.
El servicio de verificación especializado en imágenes HoaxEye localizó al autor original del vídeo y lo publicó en Twitter. El usuario, Aleksey, se presenta en distintas redes (1, 2 y 3) como un artista de animaciones especiales e imágenes creadas por ordenador (CG) y tiene más de medio millón de seguidores en TikTok. Su publicación del vídeo de la Luna en esta red -la original, del 17 de mayo- acumula más de 22 millones de visualizaciones y casi 3 millones de “me gusta”.
Aleksey no dice que el vídeo sea “natural” pero se ha viralizado como tal cuando otros usuarios lo han descargado eliminando la marca de agua de TikTok y lo han republicado con un nuevo texto descriptivo. Por ejemplo, esta cuenta que dice situarse en Pakistán asegura el día 24 que la vista “solo está disponible desde el Ártico”. Hay comentarios parecidos desde la vecina India (aquí Twitter y YouTube). En español, el tuit más viral que hemos encontrado es el de un periodista mexicano. En su publicación, el vídeo supera las 600.000 visualizaciones.
Las imágenes se ha viralizado por todo el mundo coincidiendo con un eclipse lunar y el fenómeno real conocido como “superluna de las flores”, que se produjeron el día 26 de mayo. Además, hay dosis de artificialidad en la difusión, pues muchos de los tuits que reproducen las imágenes copian y pegan un fragmento que primero se expande en inglés (22 de mayo) y luego en español (27 de mayo): imagine sitting in this place / imagínese sentado en este lugar.
Aleksey asegura que ha vendido su creación a una casa de subastas de NFT (token no fungibles). Son una especie de certificados para garantizar el arte digital (aquí te explicamos cómo funcionan) y suelen originar especulaciones con el precio y valor de las creaciones. Desde esa casa, Smaugs NFT, nos ha respondido Sarkhan Aghasoy, curador artístico. Afirma que han comprado el vídeo para su plataforma de ventas y que lo subastarán pronto por “no menos de 10 BNB”, unos 2.800 euros al cambio. BNB es una criptomoneda de la casa de cambio Binance.
Hablamos con expertos en efectos especiales y astrofísica
Sara Cazzoli, doctora en Astrofísica por la Universidad Autónoma de Madrid e investigadora en el Instituto de Astrofísica de Andalucía del CSIC, nos confirma que “es imposible que la Luna esté tan cerca ni pueda verse tan grande”, en ninguna parte del planeta. Es un vídeo “mucho más artístico que científico”. Tampoco es coherente el tamaño de las estructuras que se ven (“no hay proporcionalidad”) ni la velocidad a la que se mueve el planeta. Ver la luna tan cerca “sería muy preocupante para nosotros”, por las catastróficas consecuencias que tendría un evento de estas características.
Añade Cazzoli que fenómenos como el de la “superluna” responden a momentos puntuales en que “la Luna se ve más cerca y nos parece entre un 15 y un 30% más grande y más luminosa, pero es un efecto de perspectiva, no tiene nada que ver con lo que vemos en el vídeo”. La velocidad tampoco se corresponde con los eclipses solares reales, que son fenómenos muy lentos y progresivos: “la Luna se pone poco a poco delante del sol, hay un momento de oscuridad y luego pasa”. En el vídeo sucede a una velocidad imposible, afirma esta especialista.
Javier Fernández, artista de VFX (Efectos Especiales Visuales en sus siglas inglesas) en Industrial Light and Magic, nos cuenta que hay “huellas inequívocas de montaje”. Por ejemplo, que “la atmósfera al oscurecerse el cielo está dibujada detrás de la Luna cuando en realidad sería lo contrario y el halo del horizonte aparecería sobre ella”. O que “el autor ha sido incapaz de eliminar completamente el reflejo del sol en el agua durante el eclipse”.
Fernández, que ha trabajado en las sagas cinematográficas de Star Wars, Jurassic World o Marvel (suyo es el mítico plano de la muerte de Luke Skywalker en Los Últimos Jedi), apunta que el autor podría haber usado “una fotografía esférica en lugar de un vídeo para el montaje”. Lo piensa por detalles como la “ausencia de movimiento en la vegetación, los sospechosos movimientos de zoom muy conscientemente realizados, la deformación de lente y de la imagen en los momentos de mayor apertura”.
Miguel Ángel Sánchez Cogolludo, director de cortos y experto también en VFX, actualmente en Jellyfish Pictures, añade que “el ángulo de visión de la cámara es muy amplio, el fondo puede ser sencillamente un panorama HDRI” (imagen de alto rango dinámico, por sus siglas en inglés). Cree que grabar la Luna a tiempo real tendría que hacerse “usando un teleobjetivo muy largo, como hicieron en Tenerife hace ya algunos años”, en un vídeo donde la luna también se veía muy grande. Eso sin contar con que en el vídeo se ve que la Luna gira sobre su propio eje, algo a todas luces científicamente imposible.
En definitiva, varios expertos nos confirman que el vídeo es una creación digital, incluso mejorable, que no se sostiene científicamente. No es la primera vez que una creación artística digital en vídeo simula una visión imposible de la Luna desde la Tierra. En 2013, este vídeo con más de 4 millones de reproducciones creado por Yeti Dynamics ya jugaba con la idea de que la Luna estuviera a la misma distancia que la Estación Espacial Internacional.