Las cinco obras imprescindibles de Emmanuel Carrère, el escritor que borró las fronteras entre realidad y ficción
- El autor francés ha ganado este miércoles el Premio Princesa de Asturias de las Letras
- Ha sido el gran impulsor de la no ficción con éxitos de crítica y público como Limónov o El adversario
El género lo inventó Truman Capote con su A sangre fría, en 1966, y durante décadas, la no ficción ha mantenido una complicada relación con la literatura. El flamante Premio Princesa de Asturias de las Letras de este año, Emmanuel Carrère, lo ha relanzado con varias obras magistrales, que le sitúan como uno de los máximos exponentes vivos del género.
Preguntado mil y una veces sobre qué hay de real y qué hay de ficción en su obra, Carrère ha querido quitar importancia a las fronteras entre lo uno y lo otro y ha reivindicado el valor de las historias reales. "Es cierto que la ficción exige verosimilitud, mientras que la realidad no tiene ese requisito", decía en una entrevista al programa Página Dos de La 2 de TVE.
El adversario (2000)
Carrère, nacido en París en 1957, ha reconocido la inspiración de Capote, en su primera obra de no ficción, El adversario (2000), el libro que le dio a conocer al gran público. Ha relatado que durante mucho tiempo trató de "imitar" su estilo, sin incluirse en la narración. Pero al final renunció a este aspecto y escribió el libro en primera persona. "Pensé, sin exagerar, que esa elección me había salvado la vida", aseguró tras recibir el Premio de Literatura en Lenguas Romances en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
La obra comienza reviviendo un trágico suceso ocurrido en 1993, cuando Jean-Claude Romand mató a su mujer, sus hijos, sus padres e intentó, sin éxito, suicidarse. A partir de ahí se descubrió que Romand no era médico ni nada de lo que decía ser: llevaba mintiendo desde los 18 años. Carrère, que cubrió el juicio contra él como periodista, dedicó a esta historia siete años de investigación y trabajo, recompensados con un éxito editorial.
Aunque había sido hasta entonces novelista de ficción, le cambió la forma de ver las cosas y le hizo sentirse libre escribiendo a partir de hechos verídicos.
Limónov (2011)
Limónov, publicada en 2013 en España, fue la consagración del autor en nuestro país y un ejemplo del estilo personal de Carrère: una obra a medias entre la biografía novelada y la novela de no ficción.
"Yo lo llamo simplemente un libro. Se ha escrito como una novela, espero que se lea como tal, en el sentido de que atrape al lector y este no pueda dejar de leer. No obstante, los hechos relatados son verídicos y el personaje es real", explicaba en Página 2.
Tan real que muchos no se podían creer que lo que retrató pasara de verdad. Un personaje extremo: poeta, escritor, vagabundo, político y presidiario, entre otras características, que vivió en su Rusia natal, Nueva York, París y los Balcanes. "Limónov no es un personaje de ficción. Existe y yo lo conozco", advertía Carrère. La obra se hizo con varios premios en Francia, como el Renaudot, el Premio de la Lengua Francesa y el Prix des Prix de 2011.
Yoga (2021)
Su última obra, publicada en España en febrero de este año, supuso una gran sorpresa para sus lectores. Con su primera novela en seis años, abandonaba las historias sobre otras personas y bajaba a su infierno personal, con una narración íntima sobre la profunda depresión que sufrió y que le llevó incluso a un hospital psiquiátrico.
"La idea era hacer un libro amable sobre el yoga y la meditación, pero cogió otro rumbo" a partir de episodios traumáticos como el atentado contra Charlie Hebdo, en el que murieron varios amigos suyos, contaba en marzo a RTVE. En Yoga, Carrère habla sobre sí mismo y sus heridas, pero también sobre el terrorismo o la crisis de los refugiados donde participó como voluntario.
Tras leerlo, muchos lectores que habían sufrido experiencias similares le escribieron. "A pesar de todo, creo que es una gran suerte ser escritor, incluso a las experiencias más crueles, dolorosas y violentas les puedes dar forma y hacer bien a otros", reconocía.
El bigote (1983)
Fue su tercera novela, escrita años antes de entrar en el terreno de la no ficción. Con humor negro, contaba la historia de un hombre que, tras años de llevar bigote, se lo afeitaba. Cuando aparecía ante ella, la esposa no reaccionaba y aseguraba que nunca lo había llevado. Un inicio aparentemente anecdótico que da lugar a una pesadilla kafkiana con un final espeluznante.
El propio Carrère, que también es guionista y director, lo llevó al cine en 2005, en un filme protagonizado Vicent Lindon y con música de Philip Glass. El francés siempre ha combinado la literatura con el cine y, de hecho, comenzó su carrera como crítico de cine para las revistas Positif y Télérama. En los 90 fue guionista y dirigió el documental Regreso a Kotelnik, debut detrás de la cámara que le hizo seguir la huella de sus raíces rusas. En Cannes presentará su próxima película, Le quai de Ouistreham, protagonizada por Juliette Binoche.
Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos (1993)
Apasionado de la ciencia ficción y de las biografías, Carrère aunó sus intereses en este "viaje a la mente" de Philip K. Dick, el autor de El hombre en el castillo y ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, la novela que inspiró Blade Runner. El escritor francés estaba fascinado por la vida y obra del estadounidense, quien se casó cinco veces, vivió la efervescencia contracultural de la California de los 60 y 70, consumió todo tipo de drogas y acabó sufriendo graves problemas mentales que le hacían ver presencias y escuchar voces.
La editorial Anagrama, que ha publicado en español todas las obras de Carrère, recuperó esta biografía en 2018. Para Carrère, Dick fue "la figura central de su juventud", comparable a Dostoievski, según contaba en una entrevista a El País. El francés recurrió a la novela del maestro de la ciencia ficción Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos para escapar a un bloqueo creativo. "Es muy probable que fuese con ese libro con el que di con la voz por la que se me conoce hoy", admitió.
Extra: El reino (2014)
También otra sorpresa del ecléctico autor, esta novela monumental retoma los orígenes del cristianismo y reinterpreta nada más y nada menos que la Biblia. Carrère entremezcla, en más de 500 páginas, su propia vivencia al abrazar la fe en un momento de crisis, con las historias de Pablo el Converso y de Lucas el Evangelista.
Premio Le Monde y mejor libro del año para Lire, es una obra épica y exigente para los ya iniciados en el autor. Él, que volvió al cristianismo durante tres años, tras décadas siendo ateo, investiga como historiador y novelista su reconversión. "El cristianismo es una historia totalmente loca. Magnífica, pero loca. Aun así sigo encontrando en él algo profundamente enriquecedor", explicaba en una entrevista con la radio francesa France Culture.