Los 'Días Toledanos' de Emilia Pardo Bazán y Benito Pérez Galdós
- Tras su paso por la ciudad, Pardo Bazán escribe esta obra que publica en Nuevo Teatro Crítico
- La novela Àngel Guerra de Pérez Galdós sirvió a la escritora como guía para conocer Toledo
Se celebra el centenario de la muerte de Emilia Pardo Bazán y en Toledo recuerdan las visitas que realiza a la ciudad a finales del siglo XIX. Se cree que fue Benito Pérez Galdós quien le contagió su fascinación por la capital de los visigodos.
Guía de ministros iberoamericanos
El escritor canario pasaba largas temporadas en Toledo y escribió muchas páginas de sus obras. La novela más toledana es Àngel Guerra. Con ella, doña Emilia hizo una ruta a ministros y altos cargos de países iberoamericanos.
El periodista y escritor Enrique Sánchez Lubián cree que se alojan en el Hotel del Lino en primavera, donde en ocasiones paraba Galdós. Muestra de ello es los escritos de Bazánen la revista Nuevo Teatro Crítico, cuyo primer número ve la luz en 1891. En la edición de julio publica Días toledanos, una crónica del viaje y su primer relato sobre la ciudad, aunque confiesa que ha estado más veces.
Admiración y pasión
Alicia Sánchez Canosa, filóloga y estudiosa de Pardo Bazán, cree que Toledo pudo ser destino de alguno de los viajes secretos que hicieron los escritores cuando el sentimiento pasó de la amistad al amor romántico. “Mantuvieron una relación epistolar que comienza por la admiración hacia un escritor 8 años mayor que considera el mejor novelista español después de Cervantes. Deriva en pasión y erotismo reflejado en sus cartas. Su amor culmina en 1888-89 y ella con 37 años publica sus mejores novelas: Los pazos de Ulloa y Madre Naturaleza”. Alicia señala que viajaban como una pareja de amantes por Europa. Recorrieron Inglaterra, Francia, Alemania y Holanda en periplos secretos.
“Días toledanos”
Días toledanos llegó a formar parte del libro Por la España Pintoresca. En sus líneas aparece San Juan de los Reyes, las sinagogas del poniendo a la ciudad a nivel de Roma o Jerusalén. Habla de . Es además retrato de costumbres, diario de impresiones con anécdotas. Los estudiosos la definen como guía turística de excepción pues refleja la realidad con otras perspectivas.
Enrique Sánchez Lubián resalta que el texto está escrito con gracia y humor. Pone de manifiesto algunos males a los que se enfrentan los pioneros del turismo toledano, una industria incipiente que activa el descubrimiento de El Greco. “La inadecuada comunicación ferroviaria con Madrid. La necesidad de traer calzado cómodo para deambular por la ciudad, la inoperancia de algunas guías turísticas y la pesadez de los espontáneos cicerones”.
A los tesoros de la catedral y a la vida social capitalina dedica comentarios. Se fija en un cartel frente a la Basílica del Sagrario que advierte de excomunión a los que hagan señas, miren o hablen deshonestamente.
“En poblaciones con catedral donde escasean teatros y bailes, se exhiben niñas bonitas y maniobran amartelados galanes en la basílica“
Dice que “en poblaciones con catedral donde escasean teatros y bailes, se exhiben niñas bonitas y maniobran amartelados galanes en la basílica". Refleja también la miseria y decadencia con niños descalzos que deambulan por rincones silenciosos de la judería. Hace referencias a Zorrilla y Cervantes con la visita a la Posada de la Sangre, escenario de su novela ejemplar La Ilustre fregona.
Crónicas sobre Toledo
Doña Emilia escribió más crónicas periodísticas sobre la ciudad en las que contaba casos como el robo de las alhajas de la Virgen del Sagrario.
Sánchez Lubián dice que es una extraordinaria descripción de la vida toledana del siglo XIX y principios del XX que magistralmente retrataron Galdós en Ángel Guerra, Blasco Ibañez en La Catedral y Urabayen en su trilogía toledana.
Pardo Bazán y Galdós, que eran vecinos del barrio madrileño de Argüelles, murieron con unos meses de diferencia. El coronavirus eclipsó el centenario del escritor canario y este año se suceden homenajes a la escritora gallega. Algunos clubes de lectura como el del Museo del Greco analizan novelas como Memorias de un solterón.
Pensión de las Hermanas Figueras
Encontramos a profesores y estudiosos buscando huellas de los escritores por las calles de Toledo. La profesora de Literatura Clara Díaz define a doña Emilia como la mejor novelista española del XIX, “un ser independiente y pionera en la defensa de los derechos de la mujer”.
Nos lo cuenta ante la que fue pensión de las hermanas Figueras, donde Galdós pasaba largas estancias. Aquí, cerca de la catedral, una placa del hogar del canario recuerda que escribió Ángel Guerra. Hoy es una casa deshabitada donde moran gatos y palomas. El cercano sonido de las campanas es el mismo que escucharon los escritores cuando intentaban conectar con la atmósfera mágica de la ciudad.