El G7 acuerda donar mil millones de vacunas a los países pobres y cierra con un compromiso medioambiental
- Movidos por la presión de EE.UU., el G7 carga en su declaración final contra las prácticas "anticompetitivas" de China
- China responde que hay solo un conjunto de normas mundiales, las que están basadas en los principios de la Carta de la ONU
El G7 ha anunciado un acuerdo para donar más de mil millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 a los países en desarrollo y ha cerrado su cumbre en la localidad inglesa de Cornualles con un compromiso de lucha contra el cambio climático.
En el comunicado final de la reunión, suscrito por los líderes del Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Japón, Canadá y Estados Unidos, se concreta que el compromiso de donaciones directas alcanza las 870 millones de dosis, la mitad de las cuales se deberán destinar antes del final de este año a través del programa COVAX. En su intervención, Johnson ha dicho que cien millones de esas dosis saldrán del Reino Unido.
La declaración conjunta explica que los compromisos adquiridos por los siete países desde el comienzo de la pandemia, ya sea vía contribuciones financieras o donaciones directas, elevan el total de la cooperación a 2.000 millones de dosis.
Los expertos calculan que serán necesarias 11.000 millones de dosis como mínimo para derrotar a la pandemia a nivel global. Preguntado sobre la suspensión de las patentes de vacunas -una medida preconizada por más de cien países en todo el mundo, incluido Estados Unidos-, Johnson ha dicho que "lo verdaderamente importante es elevar la capacidad de manufactura en todo el mundo, especialmente en África". "El camino a seguir es vender las vacunas a precio de coste, defendemos el modelo de Oxford/AstraZeneca", ha dicho Johnson.
Compromiso medioambiental
Asimismo, los líderes del G7 se han comprometido a poner fin a las emisiones de efecto invernadero lo antes posible, como muy tarde en 2050.
Según ha explicado el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, dicho compromiso incluye eliminar las ayudas al carbón y poner fin a este tipo de centrales muy contaminantes. No obstante, no se han mecionado fechas límite para esto último.
Además, el grupo de las democracias más industrializadas del planeta se ha propuesto financiar a los países pobres en su lucha contra el cambio climático, con 100.000 millones de dólares anuales entre fondos públicos y privados.
En el ámbito de la lucha contra el calentamiento global, el G7 pretende "acelerar los esfuerzos" para recortar la contaminación con el ánimo de que continúe siendo posible mantener un límite máximo del calentamiento global de 1,5 grados centígrados. Además, se impulsarán planes para proteger al menos el 30% de la superficie terrestre y el 30% de los océanos durante esta década.
Abordar las amenazas que presenta China
En otro orden de cosas, movidos por la presión de Estados Unidos para abordar las amenazas que presenta China, los líderes del G7 han cargado en su declaración final de la cumbre contra las prácticas "anticompetitivas" de Pekín y las violaciones de los derechos humanos en la región de Xinjiang.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, ha dedicado un amplio esfuerzo diplomático a lograr una oposición más sólida contra China, un país al que ya contempla como competidor por la hegemonía mundial, pese a la postura más moderada de socios como Alemania, Italia y la propia Unión Europea.
Los miembros del G7 se han comprometido a trazar estrategias comunes para oponerse a las "políticas y prácticas que socavan el funcionamiento justo y transparente de la economía global" por parte del país asiático. "Promoveremos nuestros valores, lo que incluye llamar a China a respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, especialmente en relación a Xinjiang, así como los derechos, libertades y un alto nivel de autonomía para Hong Kong", agrega el texto acordado por los líderes del grupo.
El comunicado final de la cumbre, auspiciada por el Reino Unido, no incluye referencias a "trabajos forzados" en el país asiático, algo que sí ha subrayado Biden en su conferencia de prensa al término de la cumbre, cuando ha llamado a tomar "acciones serias" contra esas prácticas.
En lo que respecta a política internacional, el G7 urge a Rusia a terminar con sus "actividades maliciosas", incluidas las "interferencias" en otros países y los ciberataques lanzados desde su territorio, y defender la soberanía e integridad de Ucrania frente al expansionismo de Moscú.
China: "Los asuntos mundiales deben gestionarse consultando a todos"
China, por su parte, ha señalado que los días en que las decisiones globales eran dictadas por un pequeño grupo de países hace mucho tiempo que acabaron. A través de unas declaraciones del portavoz de la Embajada china en Londres, el gigante asiático ha reiterado que "solo hay un sistema y un orden internacional en el mundo, el que tiene a las Naciones Unidas en su núcleo".
Para China también hay solo un conjunto de normas mundiales, las que están basadas en los principios de la Carta de la ONU, "y no las supuestas reglas formuladas por un pequeño número de países". "Siempre hemos creído que los países, grandes o pequeños, fuertes o débiles, fuertes o ricos, son iguales, y que los asuntos mundiales deben gestionarse consultando a todos los países", señaló el portavoz.
La reacción china se produce después de que el presidente estadounidense convenciera al resto de líderes del G7 de la necesidad de lanzar un gran plan de infraestructuras que contrarreste el avance de China.
En ese sentido, los dirigentes del G7 acordaron el sábado lanzar la iniciativa Build back better for the world (Reconstruir mejor para el mundo) para "responder a las necesidades tremendas de infraestructuras en los países de ingresos medios y altos", según la Casa Blanca. El plan quiere ser una alternativa al proyecto chino One Belt, One Road (Una ruta, un cinturón), que pretende revitalizar la conocida como Ruta de la Seda mediante la modernización de infraestructuras y telecomunicaciones para mejorar la conectividad entre Asia y Europa.