La pandemia pasa factura a la salud mental de niños y adolescentes cántabros
- Beatriz Payá, coordinadora del área de psiquiatría infanto-juvenil del Hospital Valdecilla, confirma el incremento de "patologías severas"
- “Estamos viendo una expresión de la enfermedad mental que no estábamos acostumbrados a ver”
La pandemia ha duplicado las consultas psiquiátricas de niños y adolescentes. Lo ha confirmado en el programa Encuentros de RNE la coordinadora de este área en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, Beatriz Payá. El aislamiento y la sobreinformación negativa a que han estado sometidos ha generado patologías de una intensidad que la psiquiatra asegura no habían visto en mucho tiempo.
Entrevista completa:
Uno de cada tres niños ha sufrido cuadros de ansiedad a causa de la pandemia, que Beatriz Payá confirma han llevado a una avalancha de patologías graves. “Estamos asistiendo a un incremento significativo del número de urgencias psiquiátricas y de los ingresos por patologías graves. Estamos teniendo casos graves de tentativas autolíticas, de trastornos de alimentación, de trastornos emocionales muy incapacitantes, y ha habido momentos durante la pandemia con un aumento muy significativo de los casos atendidos”.
Los datos estadísticos de consultas previas a la pandemia, confirman claramente un incremento de un 85 por ciento en la emisión de volantes preferentes para consulta, y se han duplicado prácticamente las consultas en psiquiatría y sicología. “Es una verdadera avalancha de patología mental” señala Beatriz Payá, que habla de “cuadros depresivos con síntomas funcionales que impiden moverse o hablar. Hacía tiempo que no teníamos casos tan graves. Estamos viendo una expresión de la enfermedad mental que no estábamos acostumbrados a ver”.
Entre ellos, cita también trastornos de la conducta alimentaria, anorexia o bulimia, con pérdidas de peso espectaculares, de más de 20 o 30 kilos. “Es llamativo el número de trastornos de este tipo que están siendo hospitalizados. Vienen con desnutriciones muy severas que ya no se veían desde hace mucho tiempo”.
“Hay un porcentaje importante de niños que siguen confinados en sus casas, porque han sido incapaces de salir“
Y es que las consecuencias del confinamiento se han vivido durante el mismo, pero también después de éste. De hecho la coordinadora del área de psiquiatría de Valdecilla señala cómo “hay un porcentaje importante de niños que siguen confinados en sus casas, porque han sido incapaces de salir”.
Restricciones y malas noticias
Las restricciones impuestas con la situación sanitaria han sido el factor desencadenante de estas patologías. “Durante todo este tiempo se han normalizado situaciones tan serias como que el niño no pueda ir al colegio, que no tenga contacto con sus amigos, que no pueda relacionarse con sus abuelos y familiares cercanos, que no pueda realizar el ocio y juego al aire libre, y todo ello, unido a un exceso de información de contenido catastrófico donde los niños y adolescentes han estado en contacto con la muerte de familiares y la progresión incierta de la enfermedad”, apunta Beatriz Payá.
“Es importante pasar tiempo con ellos, estructurar momentos de contacto con la familia y de disfrute en conjunto“
Todos estos condicionantes han determinado una situación sin precedentes, en la que las familias son clave, porque representan el primer nivel de apoyo a niños y adolescentes. La psiquiatra aconseja a los padres “que traten de explicar y bajar el impacto de la información que están recibiendo, para que la puedan entender mejor. Ello ayudará a que la angustia disminuya. Es importante también pasar tiempo con ellos, estructurar tiempos de contacto con la familia y de disfrute en conjunto. Además, hay que incentivar al adolescente para que utilice sus recursos creativos, y hacer que mantenga unas putas de sueño y alimentación adecuadas”.
España es el único país de Europa que tiene pendiente reconocer la especialidad de psiquiatría infantil, algo que los psiquiatras confían en que se haga realidad muy pronto. Con lo que está llegando a sus consultas, se convierte en una necesidad urgente.