Un tercio de las empleadas del hogar en España trabaja sin contrato, según la OIT
- Asociaciones de trabajadoras domésticas exigen la equiparación de derechos laborales y la ratificación del C189
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La adopción del Convenio 189 (C189) de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) cumple una década. Un texto ratificado por 32 países que promueve la adopción de medidas que igualen los derechos laborales de las empleadas y empleados del hogar a los del resto de trabajadores en materias como prevención de riesgos, despido o protección de desempleo. Casi una década después de su firma, la OIT, a través de un informe, recoge la situación actual de un sector marcado por las carencias laborales y, desde su oficina en España se lamenta la ausencia de nuestro país donde, según la organización, "un tercio de las cerca de 700.000 empleadas del hogar siguen estando sin contrato ni afiliación a la seguridad social y por lo tanto sin protección social".
Por esta razón, para el Director de la Oficina de la OIT en España, Joaquín Nieto, la ratificación del convenio es en estos momentos sería "un paso decisivo", que resultaría muy beneficioso no solo para las trabajadoras, sino también para la economía y empleo del conjunto de la sociedad.
Esta reivindicación ha sido recogida por distintas asociaciones del sector que solicitan también el reconocimiento de los derechos fundamentales de las empleadas migrantes. Una medida en un año especialmente complejo por los estragos ocasionados por la COVID-19 que defenderán este miércoles con concentraciones en distintas ciudades para instar al Gobierno al refrendo de un pacto global que en la Unión Europea aglutina a países como Alemania, Italia o Portugal.
Nuevo informe, pequeños avances y el impacto de la COVID-19
La fotografía que deja el empleo doméstico en el mundo no es halagüeña, esta es la principal conclusión del nuevo informe de la OIT que en este balance de la década rescata que ocho de cada diez empleadas domésticas no cuenta con un apoyo laboral efectivo en una actividad que emplea a un total de 75,6 millones de personas en el mundo. Una cifra que según la OIT representa el 2,3 % del empleo total en el planeta y que tiene como principal empleada a la mujer (76,2 %).
Frente a la solidez de los datos y la consolidación de algunos avances, el organismo de la ONU para el mundo del trabajo asegura que siguen existiendo disparidades regionales en lo relativo a la cobertura legal de los empleados y señala a países árabes y zonas de Asia y Pacífico como lugares en los que el tiempo de trabajo, salarios o la protección de la maternidad siguen siendo asignaturas pendientes. En el otro lado de la moneda, territorios europeos o de Asia Central donde, en la mayoría de los casos, los trabajadores se encuentran "en condiciones no menos favorables que las previstas para los trabajadores en general".
Sin embargo, este escenario a dos velocidades sufre en estos tiempos la amenaza de la actual pandemia de COVID-19. Para la OIT, la pérdida de empleo y la reducción de horas de trabajo se está cebando con el sector, algo que se traduce en una mayor precariedad, Como muestra, aseguran que en el peor momento de la crisis la pérdida de empleo osciló entre el 20 % en los países europeos y el 25 % en América. No obstante, también aquí y entre los trabajadores del sector hay diferencia, siendo las personas migrantes que trabajaban en situación irregular cuando estalló la pandemia las más perjudicadas por el dificil acceso a las ayudas públicas facilitadas por los Estados.
Para frenar la herida abierta, la entidad apuesta por la formalización para lograr "condiciones de trabajo decentes y condiciones de vida dignas" e insta a los países miembros a formular estrategias con la que simplificar trámites y continuar en la senda de mejorar en responsabilidad, eficacia y transparencia. “La crisis ha puesto de relieve la necesidad acuciante de formalizar el trabajo doméstico a fin de que quienes se dedican a ello accedan al trabajo decente", señala el director general de la OIT, Guy Ryder.
La tarea pendiente de España
La preocupación mostrada por la OIT, tiene una vertiente más: la falta de compromiso de países que aún no se han adherido al convenio. Un desasosiego que han vuelto a manifestar este martes con el punto de mira en España y que es compartido por asociaciones de empleados domésticos que esperan la ratificación y su incorporación efectiva a la normativa interna.
En un escrito firmado por la Asamblea Interterritorial de Trabajadoras de hogar y cuidados en lucha, una decena de organizaciones de trabajadoras del hogar se concentrarán para reclamar este refrendo como vía para resolver la regulación del régimen de pernocta que afecta a empleadas de régimen interno, el reconocimiento de los derechos fundamentales de las personas migrantes dedicadas a esta actividad, la implementación de políticas públicas que garanticen los cuidados básicos como derecho universal, además de la incorporación plena en el régimen general de la Seguridad Social para dejar de ser consideradas, subrayan, trabajadoras de segunda.