Israel ataca Gaza en respuesta al lanzamiento de globos incendiarios desde la Franja

• Los bombardeos han alcanzado instalaciones de Hamás sin que se haya informado de víctimas
• Supone la primera prueba para la coalición de gobierno israelí, que incluye un partido árabe

Bennet, el sustituto de Netanyahu, lanza nuevos ataques aéreos sobre Gaza

Israel ha lanzado nuevos ataques aéreos sobre la Franja de Gaza la madrugada del miércoles, han confirmado fuentes de seguridad del movimiento islamista palestino Hamás, que gobierna el enclave, y el propio ejército israelí.

La ofensiva aérea responde al lanzamiento durante el martes de decenas de globos incendiarios por simpatizantes de Hamás al otro lado de la frontera con Israel, en señal de protesta por la celebración del 'Desfile de las Banderas', una marcha ultranacionalista israelí por Jerusalén. Esos lanzamientos han provocado más de 25 incendios en el sur de Israel, sin causar heridos ni grandes daños.

Este enfrentamiento supone la primera prueba para el nuevo gobierno israelí, formado por una coalición de partidos y que incluye el apoyo de un partido árabe, Raam.

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Ataques sin víctimas

Drones de reconocimiento sin piloto del Ejército Israelí han sobrevolado el enclave costero alrededor de la medianoche y luego se han escuchado varias explosiones en el sur y centro de la Franja de Gaza. Los ataques con misiles, según han confirmado Hamás y testigos presenciales, han apuntado a instalaciones militares que pertenecen a las Brigadas al-Qassam, el brazo armado de ese movimiento islámico, sin que por el momento se haya informado de víctimas.

Los militares israelíes han responsabilizado a Hamás de "todos los eventos ocurridos" en el enclave, como el lanzamiento de los globos incendiarios, y han asegurado que están preparados para "cualquier escenario, incluido la reanudación de las hostilidades".

Los ataques aéreos israelíes sobre la Franja de Gaza son los primeros desde el 21 de mayo, cuando entró en vigor una tregua "mutua, simultánea y sin condiciones" que puso fin a una escalada bélica que se prolongó durante once días y acabó con 255 muertos en el enclave y 13 en Israel.