El cantante de 'Los Chikos del Maíz' y su batalla contra la anorexia: "La psicóloga me ha salvado la vida"
- Toni Mejías debuta como escritor con el libro 'Hambre', un relato sobre trastornos de conducta alimentaria en primera persona
- Un ejercicio "liberador para quitarse el peso que cargaba", escrito "desde la derrota y la depresión"
"Nadie me había hablado de la anorexia masculina. No había leído nada acerca de esa posibilidad", es una de las frases que se pueden leer en 'Hambre', un libro escrito por Toni Mejías, cantante de Los Chikos del Maíz, sobre la anorexia. Una trastorno alimentario que porcentualmente afecta mucho menos a los hombres. En una entrevista con RTVE.es ha asegurado que la psicóloga le "salvó la vida".
El valenciano no solo diserta sobre la anorexia, es una lectura que se puede extrapolar para cualquier problema mental. Reflexiona sobre la imagen que tenemos de nosotros mismos y lo que nos afecta la opinión de los demás en el mundo de las redes sociales: de la depresión, de la libido, de los temores, de la obsesión por controlarlo todo, de la música, del periodismo, hasta de la pandemia.
Toni Mejías se abre de arriba a abajo y habla desde la sinceridad total, "desde la derrota y la depresión". De alguien a quien ya le da igual lo que piensen los demás porque ha aprendido a base de golpes a quererse a sí mismo. Y a querer a la imagen que le devuelve el espejo que "es un recipiente de nosotros, somos mucho más de lo que se ve", asegura el valenciano.
Este libro ha sido un ejercicio "muy liberador a la hora de quitarme este peso que estaba cargando", afirma el rapero. Y concluye tras su enfermedad que "habría que erradicar comentar el peso de las personas, de modo agradable o con sorna, porque puedes hacer daño".
Los TCA (Trastornos de Conducta Alimentaria) son más frecuentes en mujeres (9 de cada 10 casos), siendo su prevalencia en España de 4,1 a 6,4 por ciento en mujeres entre 12 y 21 años, y de 0,3 por ciento para los hombres, según la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia, SEMG. "Sin embargo, en los últimos tiempos se habla de un aumento de hombres, pudiendo llegar a representar el 25% de todos los casos de anorexia", comenta el psicólogo y psicoterapeuta, Marc Ruiz.
Según los datos de la NEDA (la asociación nacional de trastornos alimentarios americana), respecto a la eficacia de las intervenciones en evaluados internacionalmente, los resultados positivos no superan el 40%, el 45% se cronifican y el 15% restante fallecen. Según otros estudios, las muertes directas causadas por este trastorno oscilan entre el 5% y el 18%.
PREGUNTA: En el prólogo, María Rozalen comenta que "un tipo duro como tú hable de una enfermedad 'propia de mujeres' es para quitarse el sombrero". ¿Los prejuicios te hicieron no ver el problema antes?
“Los prejuicios muchas veces no ayudan“
RESPUESTA: Uno de los problemas es que ni siquiera valoras que puedas tener esta enfermedad. Porque no asocias la anorexia a los hombres y es otra parte del problema para descubrir qué te pasa. Los prejuicios muchas veces no ayudan para este tipo de situaciones.
P: ¿Crees que libros como 'Hambre' pueden ayudar a visibilizar y a detectar este problema?
R: La idea que me planteo al querer sacar esa serie de escritos que estuve haciendo durante mi tratamiento psicológico fue ayudar a que muchas personas pudieran reconocer el problema a través de estas páginas, pudieran descubrir qué les pasa y pudieran romper esa barrera que muchas veces tenemos a la hora de compartir nuestros problemas con otra gente.
P: ¿Te ha llegado ya ese feedback?
R: Me ha escrito mucha gente, tanto del sexo masculino o femenino, que a través del libro ha descubierto qué le pasaba, que se ha podido comunicar con su hijo que estaba pasando por una etapa similar o que se ha atrevido a decirlo en público. No sé el recorrido que tendrá el libro comercialmente, pero este reconocimiento ya es un éxito.
P: ¿Estás curado de la enfermedad y seguro de no volver a caer?
“La enfermedad mental continúa y hay mucho trabajo por delante“
R: Desde que empecé el proceso he ganado 12/13 kilos, pero el tema mental es un trabajo mucho más difícil. Pero volver al punto en que caí, pesar muy poco, de no verme en el espejo como me reflejaba, estar irascible, estar siempre triste, ese punto no. Está claro la enfermedad mental continúa y que todavía hay mucho trabajo por delante, pero he aprendido a convivir con ella mientras busco una salida definitiva.
P: ¿Crees que es importante que gente de éxito cuente este tipo de historias que les muestran vulnerables?
R: Ha sido liberador porque mucha gente lo desconocía incluso de mi entorno más cercano, muy liberador a la hora de quitarme este peso que estaba cargando. Ha sido completamente sanador. Y creo que hay que contar desde la derrota, ya sea gente de éxito o de no éxito, hay que hablar de historias comunes.
P: Frase del libro: "Había pasado de estar rellenito a verme flaco y atractivo. ¿Por qué iba a asociarlo a que me pasaba algo grave?". ¿La imagen que nos están vendiendo de cuerpos perfectos está haciendo daño?
R: Yo nunca había estado contento con mi cuerpo, nunca en mi vida me había aceptado. Compartes más imágenes en redes porque te sientes más cómodo contigo y comentarios de "se te ve mucho mejor", "estás más guapo" y "estás más joven"... recibir likes, es como una especie de droga. Este tipo de trastornos son una adicción y al final pierdes totalmente el control de tu mente y de tu cuerpo.
P: También vivimos en una sociedad de comida sana y ejercicio, ¿cuándo te das cuenta de que has cruzado una línea peligrosa?
“La comida se convierte en una tortura“
R: Cuando quieres bajar peso irracionalmente. No puedes disfrutar una cerveza. Sentirte culpable por una pizza y al día siguiente no desayunas. La comida se convierte casi más en una tortura que en un placer. Asocias la pérdida de peso a tu felicidad, pasa de ser algo saludable a algo problemático.
P: Comentas en el libro que querías ser el Toni de antes y que es una sensación rara echarse de menos a sí mismo. ¿Ya eres el Toni de antes? ¿Eres feliz?
R: Hay días que estás cansado de tener esa pelea constante con la comida. No sé si volveré a ser el Toni de antes, pero sí que intento ser un Toni que no rechace a los demás y que en la mesa no sea un convidado de piedra.
P: Es igual de normal que ir al fisioterapeuta o al dentista. ¿Deberíamos normalizar más ir al psicólogo?
R: Hay que normalizar ir al psicólogo. Se sigue viendo como de gente que está fatal que es un problema de locos. Muchas personas van pero no lo dicen por el miedo a estar estigmatizados. Y hacerlo accesible porque no todo el mundo puede permitirse lo que vale un psicólogo.
P: Parece en el libro que esto ya lo has superado, ¿Sigue habiendo cosas que no puedes, no quieres o tu cabeza no admite comer?
R: Hay alimentos que todavía me cuestan mucho y al día siguiente tengo un poco de remordimientos. Si un día te has tomado cuatro cervezas, sigo teniendo al día siguiente más resaca emocional que física.
P: Cuentas que te costaba poder hablar de ello sin miedo y sin vergüenza y terminas escribiendo un libro. ¿Cómo es ese proceso?
R: Vengo del mundo de la música y del periodismo, la escritura siempre me ha ayudado mucho a abrirme. De hecho, hay gente de mi alrededor, de mi familia, que ha descubierto esto a raiz del libro y que incluso todavía no he dado ese paso de poder hablar con ellos en persona porque les cuesta, tanto a ellos como a mí. No nos han educado para abrirnos, para hablar de determinados problemas, de determinadas enfermedades.
P: Haces varios alegatos a favor de la sanidad pública. También de la psicóloga, en este caso privada. ¿Cómo te han ayudado en este proceso?
R: En la sanidad pública, es verdad que muchas veces te dan muchos meses de espera, por ejemplo, la dieta que necesitaba tardó un poco más, pero luego te dice la endocrina que son dos personas para tratar a toda Valencia y ves que el problema no es de esas dos personas que cada vez que han tratado contigo te han tratado de un modo excelente. La culpa es de que haya dos personas para una ciudad de millones de habitantes.
La psicóloga, desde el primer momento me ayudó, me permitió abrirme. No me pintó nada catastrófico que tampoco estaba en una depresión muy profunda, que era posible salir, pero que había que trabajarlo. A mí me ha salvado la vida y salvar una vida es importante.
P: ¿Por qué tenemos esa necesidad de opinar en general y sobre el aspecto físico de la gente en particular?
“Habría que erradicar comentar el peso de las personas“
R: Vivimos en la sociedad de la estética, parece que hay que comentar siempre el peso de los demás. Es un poco terrible que hayamos normalizado el comentar el peso de una persona, no sabes nada de lo que hay detrás. Habría que erradicar comentar el peso de las personas, ya sea de un modo agradable o con sorna, porque puedes hacer daño. Es un recipiente de nosotros, somos mucho más de lo que se ve.
P: Tu pareja aparece en el libro como un pilar fundamental. ¿Sigues con ella y cómo te ha ayudado en este proceso?
R: No solo sigo con ella, sino que nos casamos en la pandemia. Ha sido muy importante, ha sido vital, como digo en mi dedicatoria sido la cariátide que ha sostenido el templo de mi persona (referencia a una canción de Kase.o). Siento que los días que tengo malos tengo que seguir peleando porque creo que vale la pena, porque creo que se lo debo. No solo he perdido dos años y pico de mi vida sino que se los he quitado a ella también.
P: "Es una chorrada decir que en momentos malos descubres quiénes son amigos y quiénes no. Al menos en mi situación", comentas en el libro porque consideras que los echaste de tu lado. ¿Es cierto?
R: Valoras quién se ha quedado a tu lado, pese a todo. Una persona muy difícil con la que tratar, una persona difícil de quedar en determinados sitios por la carta de la comida o porque siempre tenía frío. No voy a culpar a las que se han distanciado porque no es nada extraño, pero es más valorar a la gente ha aguantado contra viento y marea que culpar a nadie porque no sería justo.
P: La pandemia ha hecho subir los casos de enfermedades mentales y anorexia. ¿Cómo lo has llevado?
R: Ha sido complicada, teniendo un poco de hiponcondría con un virus por ahí no es sencillo. Sentía que la pandemia era algo que me dejaba todo en bandeja para dar paso atrás, tenía una justificación para retroceder en mi recuperación. Después de un año y medio sigo en un camino imparable hacia salir de esto así que prefiero quedarme con lo positivo.
P: ¿Qué críticas ha recibido de un mundo tan 'especial' como el rap?
R: Sí, un mundo muy machito. La poca gente del mundillo del rap que se ha leído el libro, me ha escrito a darme la enhorabuena. Muchas situaciones de ansiedad, de conciertos y demás se ven reflejados. Pienso que por suerte ha cambiado, el rap ya no es el mundo de gallos y de machitos que ibas a un concierto de rap y el 95% eran penes. Creo que está bien que se empiece abrir porque era un mundo muy muy cerrado a las mujeres.
P: ¿Qué consejos les darías a gente que hay podido descubrir, por tu libro o recientemente, que padece esa enfermedad?
“Hablar, sentarte y simplemente decir: "estoy mal"“
R: Lo de los consejos me cuesta un poco. Pero que hablen, que no le dé miedo a contar que está pasando por una mala etapa, algún tipo de enfermedad o trastorno. Si puede que solicite ayuda, ir a un psicólogo si se lo puede permitir, es lo que a mí más me ha ayudado. Pero lo principal es hablar, sentarte y simplemente decir: "estoy mal".
En el momento que te abres, que lo hablas y empiezas a buscar la manera de salir de ello y reconoces el problema, es el primer paso. Todo el camino por el resultado vale la pena. Lo primero es reconocer el problema y empezar a curarse.
Puedes ver la entrevista completa aquí:
Pautas para detectar un TCA
Estar a dieta y negarlo. Reducir las porciones y comerlas muy lento. Negar tener hambre. Intentar comer a solas. Estar muy pendiente e implicado en recetas, cocinar, calorías. Ánimo bajo. Aislamiento. Ocultar la bajada de peso, por ejemplo con ropa ancha. Ir mucho al baño durante y después de las comidas... Son algunas claves para detectar un caso de trastornos de la conducta alimentaria que ofrece el psicólogo especializado Marc Ruiz.
También ha valorado que "una persona conocida pueda desvelar su problema psicológico siempre ayuda a visibilizarlo y al darlo a conocer personalizándolo, se ve más real y tangible para la población". Y que curiosamente "este mismo martes una paciente con anorexia vino a consulta con este libro, pero confesaré que no lo he leído todavía".
La dificultad principal para afrontarlos es el estigma que tienen los problemas psicológicos. Sí se ha normalizado con el tiempo, pero todavía sigue siendo un tema tabú para muchas personas, argumenta Ruiz.
“La cultura actual promueve la delgadez no saludable“
También asegura el psicólogo que "hay muchos casos sin detectar y en muchos ocasiones se solicita ayuda cuando el problema está muy avanzado". "La cultura actual promueve la delgadez no saludable. Es un despropósito. Una maquinaria que aumenta la probabilidad de que la población vulnerable debute con anorexia u otros trastornos alimentarios", concluye Marc Ruiz.