La revista 'Pulgarcito' cumple cien años
- El Museo del Cómic de San Cugat le dedica una exposición hasta el próximo 14 de septiembre
- En sus páginas nacieron Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Anacleto, Carpanta o Doña Urraca
Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, Carpanta, Anacleto, Doña Urraca, las Hermanas Gilda... todos esos míticos personajes nacieron en la revista Pulgarcito, que se publicó entre 1921 y 1987 (en varias etapas), lo que la convierte en la de mayor duración en su categoría, solo por detrás del TBO. Este mes de julio se cumple el centenario de su nacimiento y por eso el Museo del Cómic y la ilustración de Sant Cugat del Vallès le dedica la exposición 100 años de Pulgarcito, que se podrá visitar hasta el próximo 14 de septiembre.
La exposición está comisariada por los críticos y divulgadores: Paco Baena, José Luis Villanueva y Antoni Guiral. Este último nos comenta por qué es tan importante la revista Pulgarcito en la historia del cómic español: "Lo es por varias razones. En primer lugar, por su longevidad, ya que fue publicada entre 1921 y 1939 en varias etapas y entre 1946 y 1981, sin contar con la versión Pulgarcito de Jan y el resto de cabeceras que llevaban ese título, como las dos etapas de Súper Pulgarcito, Gran Pulgarcito, Mini Pulgarcito o los Pulgarcito de 1985 y 1987".
"En segundo lugar -añade Guiral-, porque la versión de 1946 aportó varias cosas importantes a la forma de enfocar las revistas. Por un lado, promovió las historietas de una página entera, cuando en otras cabeceras de la época había muchas páginas miscelánea, o sea, con muchas historietas cortas juntas. Por otro lado, porque apostó claramente por buscar series con personajes fijos, personajes que interesasen a los lectores, cuando en otras revistas había muchas historietas sin protagonistas fijos. También porque fichó a los mejores historietistas del momento, creando además un microuniverso entre sus personajes, que aparecían en series de otros autores".
"Porque -continúa el divulgador- concibió un lenguaje muy particular, recogiendo expresiones de la calle e inventándose otras. Porque con su estética y forma de entender la historieta marcó lo que se conoce como Escuela Bruguera. Y porque, sobre todo entre los años cuarenta a inicios de los sesenta, sus historietas reflejaban la vida cotidiana de la calle, con un tono muy crítico, aunque por supuesto exageradas por el humor".
Por todo eso Pulgarcito solo es comparable a la otra gran revista del cómic español, la que dio nombre a los tebeos. "Pulgarcito es tan o más importante que TBO. TBO fue la primera, la que marcó el paso, aportando algunas series muy populares. Pero Pulgarcito recreó el concepto de revista, lo modernizó, y sus autores concibieron no algunos sino muchos personajes populares, verdaderos iconos de nuestra historieta".
La exposición
Preguntamos a Antoni Guiral qué vamos a ver en esta exposición: "La muestra está dividida en dos salas. En la primera, los visitantes encontrarán lo siguiente: cuatro grandes y muy ilustrados plafones con la historia de la revista y también de las otras publicaciones que llevaron su nombre; otros 17 plafones también muy ilustrados con fichas de algunas de las principales series del Pulgarcito de 1946 a 1981 (incluyendo las sagas de aventuras) y, junto a ellas, en unas vitrinas, tebeos impresos de historietas o cubiertas de esta serie; ampliaciones de cubiertas, sobre todo de almanaques de Pulgarcito, que son realmente espectaculares; y unas vitrinas con merchandising de los personajes de Pulgarcito, así como muchos ejemplares impresos de todas las etapas de Pulgarcito, incluyendo también Súper Pulgarcito (en sus dos épocas), Gran Pulgarcito, Mini Pulgarcito, el Pulgarcito de Jan y los Pulgarcito de 1985 y 1987".
"Una segunda sala -añade Guiral- la dedicamos a algunos de los grandes autores de la revista, trece en concreto (Cifré, Conti, Escobar, Giner, Ibáñez, Iranzo, Jorge, Martz Schmidt, Nadal, Peñarroya, Raf, Segura y Vázquez). Cada uno de ellos tiene un plafón ilustrado hablando de su obra y, junto a él, algunos originales y reproducciones de calidad de algunas de sus series para Pulgarcito. También hay una vitrina con elementos de merchandising y ampliaciones de personajes y de los distintos logotipos de la revista".
El gran éxito de Bruguera
Antoni Guiral resume la historia de Pulgarcito: "Nació en junio de 1921, editada por El Gato Negro, empresa de Joan Bruguera, que seguramente la publicó a raíz del éxito de TBO. Este Pulgarcito no tardó en destacar, entre otras razones porque amplió la presencia de páginas de historieta, y también porque supo relacionarse muy bien con sus lectores, fundando por ejemplo la Gran Mutualidad Infantil Española, que llegó a tener 25.000 socios".
"Hasta 1937 -continúa Gurial- la revista funcionó muy bien, luego, ya en plena Guerra Civil, cerró aunque volvió en dos ocasiones a los quioscos, pero la aventura finalizó en 1939. El Pulgarcito nacido en diciembre de 1946 ya con Editorial Bruguera es, realmente, el que recuerda todo el mundo, básicamente por las razones antes apuntadas. Para Editorial Bruguera su publicación fue básica. Aunque editaban otras revistas y álbumes de cromos y libros de toda clase, Pulgarcito fue un gran éxito que permitió a Bruguera crecer y desarrollarse como empresa".
Pero Pulgarcito cerró en 1981 y los sucesivos intentos de relanzarla fracasaron. "Imagino que cuando cerró en 1981 fue por varias razones -señala Guiral-. La revista no vendía, eso es evidente. Los hábitos y gustos de los lectores jóvenes estaban cambiando; tenían las televisión, los primeros videojuegos y otros ámbitos de ocio con los que compartir la lectura de tebeos. Además, Pulgarcito ya llevaba tiempo reeditando muchas de sus páginas, en historietas que seguramente los lectores del momento no entenderían demasiado. Por otro lado, algunos de los grandes autores de la revista habían ido desapareciendo, bien porque habían fallecido o bien porque se dedicaban a otros tipos de historieta. En 1981 estábamos en pleno boom del cómic para adultos, y creo que eso también la afectó".
"Lo de los distintos relanzamientos, dependió del momento -añade-. Por ejemplo, el Pulgarcito con el personaje de Jan fue un gran éxito (publicó 178 ejemplares entre 1981 y 1985). En cambio, el Pulgarcito de 1985 publicado por Bruguera y el de 1987 de Ediciones B no pudieron alcanzar ni de lejos el éxito de sus precedentes".
Los personajes más famosos del cómic español
Como decimos, el gran acierto de Pulgarcito fue crear a los personajes más famosos del cómic español. "En la primera etapa (1921-1939) ya se publicaban algunos personajes fijos -asegura Guiral-, pero quizá los que alcanzaron más éxito fueron los del niño Pulgarcito y su pandilla, que ocuparon muchos años las portadas de la revista".
"En la etapa de 1946 a 1981 -añade-, son muchísimos los personajes que alcanzaron el grado de iconos de nuestra historieta; baste recordar a Tribulete, Don Pío, Las Hermanas Gilda, Zipi y Zape, Carpanta, Doña Urraca, Pitagorín, Olegario, Petra, Anacleto, Pascual, Carioco, El inspector Dan, Rigoberto Picaporte o El sheriff King y, por supuesto, Mortadelo y Filemón, que es la serie superviviente, aún viva hoy en día".
Personajes que deben su éxito a los grandes autores que los crearon. "En realidad hay muchos grandes autores de Bruguera, pero quizá hubo una columna vertebral edificada entre 1946 y 1960, conformada por: Cifré, Peñarroya, Escobar, Jorge, Conti, Vázquez, Martz Schmidt, Nadal, Raf, Segura... y, por supuesto, Ibáñez".
Las joyas de la exposición
Pedimos a Guiral que destaque algunas de las joyas que podemos ver en esta exposición: "Yo destacaría los originales, claro. Tenemos piezas muy interesantes de Cifré, Escobar, Peñarroya Raf o Ibáñez. Eso sin olvidar algunos de los ejemplares presentes en las vitrinas, que son realmente piezas históricas, como el n. 1 de Pulgarcito de 1921".
A los organizadores les encantaría que esta exposición pudiera verse en otras partes de España: "Eso es lo que nos gustaría a los tres comisarios, Paco Baena, José Luis Villanueva y yo, pero la verdad es que no lo sé. Es una exposición que realmente puede ser itinerante, no necesita de un gran espacio y, creo, es muy ilustrativa de lo que fue Pulgarcito. Veremos..."
Destacar que el Museo del Cómic de Sant Cugat es una iniciativa privada y por eso se ha visto golpeado por la crisis del coronavirus, el confinamiento y las restricciones. Como nos cuenta uno de sus responsables, José Luis Villanueva: "La pandemia -asegura- nos ha afectado en el número de visitas que corresponderían en la bajada del turismo en Barcelona. Aunque parezca increíble antes de las restricciones tuvimos visitas del otro lado del charco. Incluso un periodista nos dedicó una página entera en un diario de Panamá".
"Obviamente -añade José Luis- todas las actividades que teníamos programadas (salón del cómic de Barcelona, Cómic Boom de Sant Cugat, San Jordi, etc) no se han podido llevar a cabo. Solo hemos podido colaborar a distancia aportando obras para una exposión dedicada a Bruguera en la Universidad de Valencia y un par de exposiciones temporales en nuestro museo (Trilogía de Baztán de Ernest Salas y otra dedicada a la historia de los superhéroes).
"Sin embargo -continúa- hemos tenido una buena acogida de muchos colegios que han venido a visitarnos, aunque mermados por las medidas de seguridad contra el Covid. También parece que va en aumento el interés por los cursos de dibujo de comics que tenemos en nuestra aula".
"La cuestión económica es muy justa -confiesa-. Hemos tenido que recurrir a los ERE y estamos aguantando con una ayuda del Ayuntamiento de Sant Cugat. Esperemos que acabe la pesadilla COVID y podamos desarrollar normalmente de nuevo todas nuestras actividades".