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Operación Kitchen

El investigador de la Gürtel señala que Fernández Díaz urgía para que concluyera sus informes precipitadamente

  • El inspector Manuel Marocho declara por segundo día como testigo ante el juez que investiga la Operación Kitchen

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El inspector jefe de la UDEF y responsable de la investigación sobre Gürtel, Manuel Morocho
El inspector jefe de la UDEF y responsable de la investigación sobre Gürtel, Manuel Morocho, en una imagen de archivo.

El inspector jefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) y principal investigador del caso Gürtel, Manuel Morocho, ha contado este viernes que sus jefes trataron de boicotear su investigación para provocar la nulidad de la causa, según han informado fuentes jurídicas.

Morocho, que el pasado martes aseguró ante el juez Manuel García-Castellón, que investiga la Operación Kitchen, sobre el presunto espionaje "parapolicial" al extesorero del PP Luis Bárcenas, haber recibido presiones para que quitara de sus informes el nombre del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, continúa este viernes declarando como testigo en la Audiencia Nacional.

En esta segunda jornada de declaración, ha relatado que superiores le trasladaron que el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, urgía para que concluyera "ya" sus informes sobre la conexión entre las adjudicaciones públicas a constructoras y las presuntas comisiones en 'b' que daban al PP.

El inspector cree que las prisas para que acabara sus informes se debían a que querían que cerrara ya la investigación, entregando un mal trabajo, con errores que pudieran acarrear la nulidad de la causa, dado que en este punto de la investigación su unidad policial aún no tenía toda la documentación que había solicitado para confeccionarlo.

El investigador también ha relatado que el exjefe de la UDEF José Luis Olivera, que está imputado en la causa a raíz de las revelaciones que hizo el martes, le llamó un domingo para avisarle de que el extesorero del PP Luis Bárcenas iba a coger un avión a Suiza. Y sospecha que esa llamada se debía a que quería que lo detuvieran sin motivos para provocar la nulidad del sumario.

Más adelante, nada más entrar Bárcenas en la prisión de Soto del Real, en junio de 2013, vivió una situación similar. En este caso es Olivera quien le sugirió que se llevara a cabo una entrada y registro en el domicilio del antiguo responsable de las finanzas del PP para localizar material. Aquí volvieron las dudas de Morocho, porque en ese momento ya había pocas probabilidades de encontrar algo en la casa. Así, entiende que fue otro movimiento para neutralizar las pesquisas.

Sospechas de escuchas al juez Ruz

Morocho ha contado también que las suspicacias de él y de Ruz alcanzaron tal nivel que el juez incluso llegó a sospechar que podían haber instalado aparatos de escucha en su propio despacho, ante lo cual planteó al inspector la posibilidad de realizar un barrido para detectar micrófonos, si bien el agente se lo desaconsejó esgrimiendo que esa operativa recaería sobre las mismas personas que podrían haberlos colocado.

Así las cosas, ha relatado que en alguna ocasión optaron por hablar fuera del despacho de Ruz, llevando a cabo sus reportes verbales en el contexto general de la oficina judicial, donde se sentían más seguros.