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Este estudio no confirma que las vacunas de ARNm modifican el ADN, es un bulo

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Imágenes de mensajes que dicen que un estudio científico confirma que las vacunas contra la COVID cambian el ADN con el sello bulo en rojo de VerificaRTVE
Imágenes que reproducen el bulo de que un estudio científico confirma que las vacunas contra la COVID cambian el ADN

En redes sociales hemos observado mensajes que citan un reciente estudio científico como prueba de que las vacunas contra el coronavirus obtenidas con la técnica de ARN mensajero modifican el ADN de los inoculados. Es un bulo. Los expertos nos confirman que estos fármacos no cambian el ADN y que el estudio no plantea esa hipótesis.

En Telegram un mensaje da por hecho que las vacunas pueden cambiar el ADN y añade que “los covidiotas llevan meses asegurando que no puede pasar algo así con las vacunas de ARN que están inyectando a la gente contra el coronatimo”. Otro mensaje afirma: “Ayer era imposible, hoy parece que ya no lo es tanto como muestran nuevos descubrimientos científicos”. “¿Dónde queda eso de que las vacunas ARN no pueden modificar el ADN? Esta era la justificación que ahora se rompe”, señala un tuit.

El ADN (ácido desoxirribonucleico) es una molécula que contiene la información genética hereditaria mientras que el ARN mensajero transmite la información del ADN a la célula para que produzca proteínas, como te explica el programa Entre Probetas de RNE. En concreto, el ARN mensajero de las vacunas contra el coronavirus transfiere las instrucciones para sintetizar una proteína que genere anticuerpos contra la COVID-19.

El estudio que citan los mensajes se ha publicado en la revista Science Advances, editada por la misma asociación científica que publica la prestigiosa Science. Es una investigación que concluye que las células humanas pueden escribir secuencias de ARN en el ADN. Llega a esta conclusión tras descubrir que la polimerasa theta, una enzima que repara el ADN, puede escribir una secuencia de ARN en el ADN. Los autores de este estudio mantienen que este descubrimiento “desafía el dogma central de la biología”.

Hace tiempo, los Centros de Prevención y Control de las Enfermedades de EE.UU. (CDC) desmintieron públicamente que las vacunas de ARN pudieran afectar a nuestro ADN. “No afectan a nuestro ADN ni interactúan con él de ninguna forma”, sostiene el principal organismo sanitario estadounidense en esta página informativa.

En varias ocasiones te hemos contextualizado desinformación relacionada con esta cuestión, que ha protagonizado muchos bulos desde que comenzó a hablarse de vacunas contra la pandemia. En este desmentido de septiembre de 2020 tienes la aclaración al respecto de los especialistas españoles Margarita del Val, inmunóloga y viróloga del Centro de Biología Molecular (CSIC), y Carlos Martínez, inmunólogo del CSIC. En palabras de este último: “Es absolutamente falso que el ARNm pueda alterar la información genética del individuo”.

Qué dicen los expertos

Hemos preguntado a varios especialistas para saber si el estudio mencionado cambia ese parecer. Tres expertos en genética nos corroboran que el trabajo de las universidades e institutos estadounidenses responsables del estudio no plantea esta hipótesis y que los fármacos contra el coronavirus no modifican el ADN.

Luis Blanco, profesor de investigación del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa del CSIC, desmiente que el estudio confirme que las vacunas puedan cambiar el ADN de los inoculados. “Es un bulo”, asegura este experto en polimerasas. “En ningún momento estos autores (del estudio) han sugerido que la polimerasa theta pueda mediar en la integración de ARN en un genoma”, subraya. Blanco deja claro que “no hay ninguna evidencia de que se esté integrando el genoma del ARN mensajero” y “no hay que preocuparse de que se vaya a integrar”.

Según explica Blanco, el estudio solo demuestra que el ARN mensajero puede servir como molde para reparar el ADN, pero no para integrarlo. O lo que es lo mismo, que el ARN serviría “para entablillar una rotura”, “como si fuera una escayola que te sirve para alinear los dos extremos de la rotura (del ADN)"

Marta Eugenia Alarcón, coordinadora del Área de Medicina Genómica del Centro de Genómica e Investigaciones Oncológicas GENYO, también defiende que el artículo no prueba que las vacunas te cambien el ácido desoxirribonucleico. “No, para nada. El ARN mensajero desaparece cuando envía el mensaje”, explica. Este ARN actúa como “una plantilla” para enseñar a la célula a producir una proteína y cuando lo consigue, “desaparece”.

En esta misma línea, Carlos Martínez Alonso, inmunólogo del CSIC, coincide en que la conclusión de la investigación es que “los ARN puedan ser utilizados para reparar errores en el ADN”. Martínez aclara que este estudio “ha abierto una nueva ventana por la que mirar al futuro” aunque aún “necesita ser corroborado por el resto de la comunidad científica” por “las implicaciones biológicas” de este hallazgo. Se debe estudiar cuál es la frecuencia con que ocurre esa “acción”, ya que, según este especialista, “el hecho de que pase en determinadas condiciones experimentales, in vitro, no demuestra que esto sea un proceso que fisiológicamente se esté utilizando”.

Los tres expertos consultados subrayan que las vacunas contra el coronavirus no cambian el ADN y que esta premisa no se ha visto alterada por el estudio que concluye que el ARN puede reescribir una secuencia de ADN. No está probado que sea así y el estudio científico no plantea esa posibilidad.