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Carmen Sarmiento: la voz de una luchadora por la equidad y los derechos de las mujeres

  • Sus series "Los Marginados", "Mujeres de América Latina" y "Los excluidos" en TVE denunciaron la discriminación y las desigualdades
  • Pionera del periodismo y de la denuncia de la situación de la mujer, su compromiso sigue activo
  • Ya puedes ver Objetivo Igualdad en RTVE.es y los sábados a las 00.30 en Canal 24 horas

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Objetivo Igualdad - Retrato 100x100 feminista: Carmen Sarmiento

Cuenta Carmen Sarmiento que cuando entrevistó a María Telo, se le notaba su admiración por aquella gran jurista, defensora de los derechos de las mujeres. Lo mismo le sucede a esta redactora que suscribe al entrevistarla a ella, a Carmen Sarmiento, maestra de periodistas y referente de tantas mujeres en la profesión.

Ver a una mujer por ahí entre multitudes y peligros era una imagen que impactó mucho

Carmen Sarmiento se ríe cuando se lo hago notar y sus ojos brillan reflejando humildad y simpatía a partes iguales, mientras lo reconoce a duras penas: "Cuando yo llegué a televisión, las mujeres hacían programas de continuidad. Ver a una mujer por ahí por África, entre multitudes y peligros, la verdad es que era una imagen que impactó a muchas mujeres. Y fue un referente. Lo importante es que las jóvenes mujeres puedan tener referentes".

Denuncia constante de la injusticia

La imagen de Carmen Sarmiento que más ha quedado en la retina de una generación es la de la mujer que recorría el mundo en su serie "Los marginados", que se desarrolló entre 1984 y 1988. Ella ha declarado en varias entrevistas que siempre se ha sentido sublevada ante las injusticias en el mundo: "Vi las diferencias tan brutales, cómo la gente moría de hambre, cómo en el 82 en Etiopía llegaban los campesinos delante de mi cámara y morían directamente. Yo he tenido el dramático privilegio de filmar la muerte en directo".

Años más tarde, en 2002 recuperó el tema en una nueva serie, "Los excluidos": "Marginados, excluidos... Como dicen en América Latina ahora serán los desechables, porque la sociedad realmente es como una máquina centrifugadora que exprime a los seres humanos y los expulsa y los deja sin posibilidades de subsistencia".

He tenido el dramático privilegio de filmar la muerte en directo

Esos reportajes le dieron la idea de contar los países a través de las mujeres, algo que ahora no nos sorprendería, pero que entonces era revolucionario, en el sentido de ir a la raíz de los problemas, como a ella le gusta precisar. Al calor del quinto centenario del Descubrimiento de América, nació la serie "Mujeres en América Latina" a la que Sarmiento se refiere con intensidad: "Es mi gran serie, donde confluyen mis tres grandes pasiones, que son el lenguaje de televisión, el feminismo - me cabe la satisfacción de haber llevado el feminismo a la televisión- y América Latina, donde las mujeres son la columna vertebral del trabajo, de la lucha, de la resistencia".

La lucha por las mujeres

No era la primera vez, su lucha para denunciar las discriminaciones que sufrían las mujeres y difundir sus esfuerzos para conseguir igualdad de derechos había empezado mucho antes, durante el franquismo, en un recién estrenado Informe Semanal, el veterano programa que nació en 1973 con el nombre de Semanal Informativo.

Cuando conseguíamos meter un gol al sistema, el sistema se defendía

Sarmiento vuelve a sonreír al recordar a aquel grupo de jóvenes que querían desbordar el encorsetado lenguaje del franquismo: "Intentamos hacer los temas prohibidos, los grandes temas: el divorcio, el aborto... Cuando hacíamos esos reportajes si se emitían -porque luego los censores de turno llegaban a la moviola y decían que había que cortar por aquí y por allá y se cargaban medio reportaje. Cuando conseguíamos meter un gol al sistema, el sistema también se defendía y se hacía un contrarreportaje. El contrarreportaje del aborto fue 'El derecho a nacer'. Después de la entrevista a María Telo que molestó muchísimo a la Sección Femenina, llamaron a televisión y pidieron que fuera yo la que le hiciera una entrevista a Pilar Primo de Rivera".

En la Transición siguió abordando temas como la despenalización del adulterio, la participación de las mujeres en la vida pública a través de las asociaciones vecinales o de amas de casa, la representación política. Su trabajo contribuyó a visibilizar a las mujeres españolas más allá del hogar, a las científicas, las artistas, las activistas...

El adulterio

Un compromiso que nunca se ha detenido

Carmen Sarmiento está jubilada de la televisión, pero no de su compromiso personal y profesional.  En los últimos años se ha multiplicado en conferencias y debates y acude en cuanto le es posible a las numerosas llamadas que le hacen desde el mundo del feminismo.

Así ha sido en los encuentros "Mujeres que transforman el mundo" de Segovia hasta que la pandemia los ha detenido, o leyendo el Manifiesto de Comunicadoras 8M el día de la Mujer de 2019 en Madrid. El último año lo ha pasado retirada en la costa Mediterránea intentando protegerse del COVID-19. "No es un mal lugar para quedarse varada", sonríe.

Reivindica la tercera ola y el empuje de las mujeres de los años 70 también en España: "Se piensa que las feministas españolas hemos ido a la zaga de lo que se hacía en EE. UU. y es cierto que allí fue un momento muy importante, con Betty Friedam entre otras, pero las españolas fuimos muy avanzadas. Bebimos de lo que hicieron las mujeres de la República, como Clara Campoamor o Federica Montseny a la que pude entrevistar cuando volvió del exilio".

Las españolas de los 70 fuimos muy avanzadas y bebimos de las mujeres de la República

Afirma que ahora se emociona al ver las manifestaciones de miles de mujeres que se declaran sin miedo feministas y cree que la lucha que más define el movimiento actual es que pelea contra la violencia machista: "Hay una generación de hombres que se ha educado con el porno y gran parte cree que la satisfacción sexual de las mujeres consiste en vejarlas y pedirles cosas que realmente no les son placenteras. Es terrible que los hombres jóvenes no sepan que las mujeres necesitamos otro tipo de sexualidad. Y la calle sigue sin ser nuestra. Habíamos reivindicado tanto la calle como un lugar para compartir con los hombres... Pues no, no se puede compartir".

Pero no todo son elementos negativos. En la vida de Carmen Sarmiento hay muchas satisfacciones. Algunas, concretas, como el cariño con el que se trataba con una mujer a la que ha entrevistado muchas veces, la Nobel Rigoberta Menchú. Otras, más generales, haber recorrido el mundo, haber dedicado su vida a denunciar las condiciones de opresión, no solo de las mujeres, de los seres humanos en general. Y algunas más íntimas, especialmente el amor: "Vivir en pareja plácidamente y entrar con dulzura y satisfacción en la vejez".