¿Qué es la autodeterminación de género, la principal novedad de la 'ley trans'?
- El anteproyecto de 'ley trans', aprobado tras meses de bloqueo, permite la autodeterminación: el cambio de sexo sin pruebas
- Seis países europeos y 12 comunidades autónomas ya han reconocido esta reclamación histórica de los colectivos trans
El anteproyecto de 'ley trans' ha visto finalmente la luz este martes, tras meses de bloqueo dentro del Gobierno y con división en el movimiento feminista. La principal novedad del texto, buque insignia del Ministerio de Igualdad que dirige Irene Montero, es la libre autodeterminación de género, reclamación histórica de las organizaciones trans y que ha llegado al debate público rodeada de polémica.
Pero, ¿qué significa exactamente? "Es el principio según el cual los poderes públicos tratarán a una persona según su identidad de género libremente expresada", aclara a RTVE.es Francisco Peña Díaz, doctor en Derecho y especialista en derechos humanos LGTBI. Dicho de otra manera, que la administración se dirija a las personas respetando el género con el que se identifican.
Eso es lo que pretende el texto aprobado en el Consejo de Ministros, que introduce que una persona trans pueda modificar su nombre y su sexo en el Registro Civil mediante un trámite administrativo. Hasta ahora era necesario recibir un diagnóstico médico de disforia de género y someterse a un tratamiento hormonal de al menos dos años para poder realizar este cambio.
El anteproyecto prevé que aquellos menores entre los 16 y los 18 años pueden pedir por su cuenta la modificación del sexo, mientras que los que tengan entre 14 y 16 lo hagan asistidos por sus padres o tutores legales. En estos dos casos no va a haber tampoco evaluaciones psicológicas o médicas ni hormonación. En cambio, entre los 12 y los 14 años la situación cambia porque se necesita una aprobación judicial y el juez puede pedir las pruebas que considere necesarias. En ambos casos, la rectificación se podrá ratificar dos veces en tres meses y será un proceso reversible en los seis meses siguientes.
¿Qué se ha hecho en otros países?
La autodeterminación "es la mejor forma de garantizar el derecho de las personas trans a ser reconocidas como tal", señala Peña, ya que hasta ahora se consideraba a estas personas “no solo como enfermas, sino como totalmente incapaces de gobernarse por sí mismas”.
Ya en 2018 la Organización Mundial de la Salud dejó de considerar la transexualidad como una enfermedad mental e incluyó la "incongruencia de género" únicamente como una cuestión relativa a la sexualidad. El Consejo de Europa instó en 2015 a los países miembros a desarrollar procedimientos basados en la autodeterminación para cambiar el nombre y sexo, algo que hizo también la Comisión Europea el año pasado y que seis países de la UE reconocen.
Dinamarca, Malta, Luxemburgo, Bélgica, Irlanda y Portugal solo exigen la expresión de la voluntad para el cambio. Fuera del Viejo Continente, Argentina fue el primer país del mundo en despatologizar la identidad trans con una ley en 2012, algo que más tarde reconocerían Uruguay, Colombia, Chile o Ecuador.
Dentro de nuestro país, la mayoría de autonomías ya incluyen la autodeterminación de género en sus legislaciones, en muchos casos apoyadas por partidos de todo el arco parlamentario. Andalucía fue la primera en contemplar este derecho en 2014, y también lo hacen Aragón, Baleares, Cantabria, Extremadura, Madrid, Murcia, Navarra, la Comunidad Valenciana, País Vasco y Cataluña, aunque esta última no recoge el término en sí. La última en aprobarlo, por unanimidad, fue Canarias, el pasado mes de mayo.
¿Puede haber fraude de ley?
La autodeterminación de género no aparece como tal en el texto -sí lo hacía en anteriores borradores-, pero se permitirá en la práctica, lo que desde la Confluencia Movimiento Feminista ven como una "autodeterminación oculta". Rechazan la nueva ley, contra la que se han manifestado
"Si cualquier hombre se puede autodeterminar mujer, ¿qué sentido tienen las leyes de protección para las mujeres, la ley de violencia de género o las estadísticas de brechas salariales?", critica Sonia Gómez, miembro de esta asociación. Asegura, además, que "legislar sobre un sentimiento" abre la puerta a que se cometa fraude de ley y a que algunos hombres puedan declararse mujeres para poder entrar en cárceles para mujeres o en categorías de deporte femenino.
Peña responde que estos temores "no responden a evidencia real": "En todos los países donde se ha aprobado no ha habido los problemas que plantean. Hablan de amenazas en materia de violencia sexual como si hasta ahora las mujeres no sufrieran violencia sexual".
“Un agresor sexual no necesita modificar el DNI. La razón de ser de la violencia contra las mujeres no es que se reconozcan derechos a las personas trans, es el patriarcado y el machismo estructural”, defiende.
Contra las acusaciones de "borrar a las mujeres" que dirigen asociaciones como la de Gómez al Ministerio de Igualdad, la ministra Montero ha defendido que "lo que borra a las mujeres es el machismo". En una entrevista en TVE, ha afirmado que con esta ley, que ha calificado de "histórica", España "va a ser un país mejor".
¿Hasta qué edad llega la autodeterminación?
"No hay otra solución que no pase por incluir a menores. La ley vigente en España hablaba expresamente de mayores de edad y eso es algo que el Tribunal Constitucional en 2019 declaró contrario a la Carta Magna", explica Peña.
El doctor en Derecho hace referencia a la sentencia mediante la que el Constitucional avaló que los menores "con suficiente madurez" y en "situación estable de transexualidad" pudieran solicitar el cambio de sexo en el Registro Civil.
Para Gómez, "la hormonación infantil vulnera los derechos de la infancia", algo que niegan tajantemente las asociaciones de familiares de menores trans. "El sistema te está obligando a adaptarte a la norma establecida en cuanto a los estereotipos de género, con lo que las personas menores no tienen posibilidad de vivir conforme a su identidad de género", señala la presidenta de la asociación Chrysallis, Ana Valenzuela.
Denuncia también que "hay muchos menores trans que no quieren acudir a las consultas médicas", ya que al escuchar su nombre registral y mostrar un aspecto que no concuerde con este nombre, "están expuestos a las miradas de la gente".
Las asociaciones como la Plataforma Trans o la Federación Estatal de Gais, Lesbianas, Trans y Bisexuales (FELGTB), que celebra la aprobación de la ley como una "conquista histórica", siguen reclamando que no se limite a los 12 años, que incluya a aquellos menores de esa edad, así como a personas no binarias y migrantes.
"La ley lo que hace es saldar una deuda que la democracia tiene con las personas trans, que la Constitución sea un paraguas que nos cobije", defiende Mar Cambrollé, presidenta de la Plataforma Trans. Asegura que "no viene a reconocer privilegios, viene a ampliar los mismos derechos de los que ya disfruta la ciudadanía".