Cantabria tramitará "con el máximo rigor" 39 solicitudes de parques eólicos

• El Ministerio triplica en su previsión la potencia recogida en el Plan de Sostenibilidad Energética regional
• Crece la alarma social entre los vecinos de los pueblos que podrían verse afectados

La región cuenta con un único parque eólico, el de Cañoneras

Treinta y nueve proyectos eólicos se han presentado en Cantabria, sobre los cuales ha de pronunciarse la administración regional. Los consejeros de Industria y Medio Ambiente han asegurado que se tramitarán los informes de impacto ambiental con el máximo rigor, y se han mostrado dispuestos a informar del proceso a toda la ciudadanía. Mientras, crece la alarma social y se suceden las concentraciones, manifestaciones y asambleas informativas en los distintos pueblos y comarcas de la región que se podrían ver afectadas por estas instalaciones.

Cantabria tiene previsto en el Plan de Sostenibilidad Energética 700 megawatios de generación eólica. El Ministerio, sin embargo, ha adjudicado más del triple en función del recurso, el viento. Una incompatibilidad manifiesta, en una región con 29 espacios protegidos, lo cual supone un tercio del territorio. El director general de Medio Ambiente, Antonio Lucio aclara que la prioridad es el respeto al medio ambiente. “El Ministerio ha cuantificado el recurso existente, la capacidad de producción eólica, pero además de existir el recurso, tiene que ser admisible ambientalmente. Eso requiere una declaración de impacto favorable, que nunca son favorables al cien por cien, sino que incluyen condicionantes, y donde no sea viable ambientalmente tendrán una declaración de impacto negativa. Con una declaración negativa, no cabe el desarrollo de un proyecto”.

“Donde no sea viable ambientalmente tendrán una declaración de impacto negativa, y con una declaración negativa, no cabe el desarrollo de un proyecto“

Ante la alarma social generada por la avalancha de solicitudes, que el Ejecutivo está obligado a tramitar, el consejero de Industria, Javier López Marcano, apela a la coordinación entre comunidad y Estado dentro del más estricto respeto a la legislación. “Debe ser garantista, rigurosa y severa, para que nuestro patrimonio orográfico, arquitectónico y cultural no sufra daño alguno”

Reinosa acogió el pasado fin de semana una concentración en contra de los parques eólicos

El Ejecutivo regional asegura estar dispuesto a facilitar información exhaustiva sobre la evolución de los trámites, como afirma ha venido haciendo hasta ahora con todos los colectivos que la han demandado. "Vamos a ofrecer información a todos los que quieran o necesiten información. Quienes quieran tener más datos, o realizar preguntas sobre cualquier aspecto, estamos dispuestos a responder, como de hecho estamos haciendo”, asegura el director general de Industria, Daniel Alvear

El proceso de instalación de un parque eólico tiene tres fases, y ninguno de los 39 solicitados ha superado aún la primera. Tres han recibido ya informe de impacto ambiental, Escudo, Garma Blanca y Ribota. En los dos últimos, ese informe ha sido negativo, en tanto que en primero se han apuntado deficiencias que obligarían a prescindir de ocho de los 36 aerogeneradores contemplados.

Alarma social

Mientras tanto, la alarma social entre los posibles afectados, crece. El pasado fin de semana colectivos vecinales y asociaciones conservacionistas se manifestaron en Reinosa contra la implantación de nuevos parques eólicos en la región. "Así no" fue el lema que presidió la concentración en la Plaza Mayor de la capital campurriana. Vecinos del Pas y el Pisueña, Trasmiera, Luena y colectivos procedentes de Burgos, formaron un mosaico para rechazar que los mismos que impulsaron en su momento técnicas extractivas tan tóxicas como el fracking quieran explotar ahora el territorio para instalar torres eólicas.

Los concentrados exigieron evaluación ambiental, transparencia y participación democrática de los pueblos y zonas afectadas. Denuncian que se trata de un modelo impuesto, que instalará más de dos centenares de aerogeneradores sin contrapartidas claras.