Sánchez y Aragonès acuerdan reactivar la mesa de diálogo la tercera semana de septiembre en Barcelona
- Ambos se han reunido durante algo más de dos horas y media en La Moncloa en el que ha sido su primer encuentro oficial
- Aragonès insiste en la amnistía y un referéndum para Cataluña mientras el Gobierno dice que los huidos deben rendir cuentas
El presidente del Gobierno y el de la Generalitat de Cataluña, Pedro Sánchez y Pere Aragonès, han acordado reactivar la mesa de diálogo entre gobiernos sobre Cataluña la tercera semana de septiembre en Barcelona, justo después de la Diada, según han informado tanto el Gobierno como el 'president' en sendas ruedas de prensa posteriores al encuentro que Sánchez y Aragonès han mantenido en La Moncloa.
Pero aparte del acuerdo para la reactivación de la mesa de diálogo, las impresiones transmitidas por ambas partes han evidenciado las profundas diferencias entre ambos. Tanto la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, como Aragonès han reconocido que el camino del diálogo va a ser “difícil” ya que sus posturas están "alejadas".
Ha quedado constancia de ello después de que el ‘president’ haya avisado de que no renunciará a la amnistía, a la autodeterminación y a un referéndum en Cataluña y haya pedido al Gobierno que "encuentre los mecanismos" para que los huidos del 'procés' puedan regresar a España y se acabe con la "represión" con cuestiones como la causa en el Tribunal de Cuentas.
Sin embargo, Montero ha aclarado que, si bien ese es el "relato" de Aragonès, Sánchez "no ha profundizado" en esas cuestiones. "Cada uno sabe los límites de cada uno", ha advertido y ha insistido en que la solución para Cataluña debe buscarse “en el marco legal y democrático”. También ha dicho que en España no hay "exiliados" sino "huidos" de la Justicia que deben ponerse a disposición de la misma. Y si bien Aragonès apuesta por la autodeterminación, el Ejecutivo mira hacia un mayor "autogobierno" para Cataluña.
"Se trata de que Cataluña pueda mejorar y que el encaje de Cataluña en España goce de una aceptación más amplia", ha dicho Montero, porque "España no tiene sentido sin Cataluña y Cataluña no se entiende sin España". Aragonés, sin embargo, ha rechazado "volver a 2010" para hablar, por ejemplo, de un nuevo Estatut y, si ha advertido de que el único punto posible de encuentro entre el ambas partes pasa por el referéndum, ya que la postura inicial del Govern es la independencia.
Sí han acordado ambas partes, según han explicado Montero y Aragonès, que aparte de la reactivación de la mesa de diálogo se reanude también la comisión bilateral entre Gobierno y Generalitat que está establecida dentro del Estatut para hacer un seguimiento de las inversiones para Cataluña pactadas en los Presupuestos Generales del Estado y de la transmisión de competencias y otras cuestiones "sectoriales". Montero ha dicho que, "si las agendas lo permiten", esta comisión podrá fijarse para julio.
Sánchez emplaza a Aragonès a liderar un foro de encuentro en Cataluña
Según ha explicado la ministra, Sánchez ha invitado a Aragonès a crear un foro de encuentro en Cataluña en paralelo a la mesa de diálogo y a asistir a la próxima conferencia de presidentes, algo de lo que no ha hablado el presidente catalán en su rueda de prensa.
Sobre el conflicto catalán, "el Gobierno no es ingenuo y sabe que el camino en Cataluña no es fácil", ha reconocido, pero ha pedido "lealtad mutua" y ha dicho que no se pide que nadie cambie su forma de pensar, siempre y cuando todo este "sujeto al marco constitucional". "La voluntad de este Gobierno pasa por abrir una nueva etapa en Cataluña en la que dejemos atrás la confrontación de los últimos años y demos paso al diálogo, al encuentro y la palabra", ha expuesto, incidiendo en la necesidad de "ser capaces de generar un clima de confianza y concordia" para abordar "cuestiones prioritarias".
Ha rechazado hablar de tiempos para este diálogo, si bien Aragonès ha recordado que en su pacto con los partidos independentistas está evaluar en dos años si el diálogo con el Estado ha funcionado o se optan por otras vías (JxCat y la CUP apuestan por la unilateral), aunque ha dicho que no renunciará nunca al diálogo.
Montero, que ha pedido acabar con la "confrontación" y la "cronificación" del conflicto, ha recalcado que "España no tiene sentido sin Cataluña y Cataluña no se entiende sin España". "Nosotros defendemos que la unidad no solo es la base de nuestra convivencia, sino el motor que nos va a permitir superar esta crisis económica y encarar el marco en que se va a mover el mundo postcovid", ha añadido.
En la reunión, ha dicho, se ha abordado también la situación de la pandemia en Cataluña y Sánchez ha hecho algunas propuestas, como que Barcelona acoja la candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 o cuestiones como las inversiones en Cercanías.
Aragonès no renuncia a la amnistía y a la autodeterminación
Aragonès ha sido el primero en comparecer tras el encuentro. Lo ha hecho en el Centro Cultural de Blanquerna de Madrid, en lugar de hacerlo desde La Moncloa. La reunión, ha dicho, ha servido para "constatar diferencias evidentes, reafirmar la existencia de un conflicto político entre el Estado español y Cataluña que se debe resolver a través del diálogo, la negociación y la voluntad de acuerdo que deberá ser validada por la ciudadanía de Cataluña a través del voto".
Sobre la mesa de diálogo, Aragonès ha dicho que se reactivará "de nuevo y sin más dilación" y que por ello se han "emplazado a los equipos a trabajar desde el punto de vista técnico y metodológico durante las próximas semanas". Pero sobre quién se sentará en la mesa por parte de la Generalitat, Aragonès ha dejado claro que es esta institución catalana quien decidirá aunque ha asegurado que la representación será "institucional" (ha respondido así sobre el veto de Sánchez al líder de ERC, Oriol Junqueras).
“Vamos a ir con toda la ambición y determinación a defender un referéndum para Cataluña“
"Que nadie se equivoque, vamos a ir con toda la ambición y determinación a defender un referéndum" para Cataluña, así como la amnistía, ha proseguido el 'president'. "No será fácil. Tenemos que llenarnos de perseverancia, perspectiva y paciencia pero también crearnos mayorías en la sociedad catalana", ha proseguido. Precisamente, la Diada de Cataluña, que se celebra cada año el 11 de septiembre, lleva años sirviendo de termómetro del independentismo y podría dar fuerza al Ejecutivo catalán de cara a la reunión de la mesa de diálogo unos días después.
Por último, ha insistido en que la propuesta intermedia entre la postura del Estado y la del Govern, que es la de la independencia, es un referéndum. "Esperamos que el Estado entienda que tiene una oportunidad, que tiene que hacer una propuesta de Estado para Cataluña, que hasta ahora no se ha producido", ha añadido, y ha insistido en que la propuesta del Govern es la "libertad, que no haya presos ni represión y votar". "La propuesta de la Generalitat incluye a todos", ha dicho, porque da la oportunidad de pronunciarse tanto a quienes están a favor como en contra de la secesión.
Primer encuentro oficial con los indultos y el Tribunal de Cuentas de fondo
Aunque ambos líderes habían coincidido en las últimas semanas en algunos actos públicos, se trata del primer encuentro oficial entre ellos desde que Pere Aragonès es presidente de la Generalitat y se ha producido una semana después de aprobarse los indultos a los líderes independentistas catalanes condenados por el 'procés'. Precisamente, Sánchez tiene previsto comparecer este miércoles en el Congreso de los Diputados para explicar, entre otras cuestiones, dichos indultos ante una oposición que se ha mostrado muy crítica con ellos.
Aragonès ha llegado pasadas las 17.00 horas y ha sido recibido por Sánchez en la escalinata del Consejo de Ministros, donde se han hecho varias fotografías situados entre la bandera española y la catalana. Ambos, protegidos por mascarillas, se han saludado sin contacto físico alguno debido a la pandemia de coronavirus y posteriormente han permanecido reunidos durante algo más de dos horas y media.
Por otra parte, el encuentro ha tenido lugar el mismo día que Tribunal de Cuentas ha reclamado 5,4 millones a los líderes del 'procés' por los gastos vinculados al 1-O. Desde ERC, partido al que pertenece Aragonès, ya han pedido al gobierno "no mirar a otro lado" después de que el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, reconociese ante los medios que la causa en el Tribunal de Cuentas era una "piedra en el camino" del reencuentro con Cataluña.