La Tierra, un planeta envuelto en plástico

• Un nuevo estudio señala que las emisiones actuales de plástico desencadenarán "efectos que no podremos revertir"
• Propone limitar la producción de plástico virgen y prohibir la exportación de sus residuos

Voluntarios recogen restos de plásticos en una playa de Bali, Indonesia

La producción exorbitante de plástico y su posterior tratamiento se ha convertido en uno de los mayores problemas de la sociedad contemporánea y puede determinar gran parte de la del futuro. En 2016, las estimaciones de las emisiones globales de plástico a lagos, ríos y océanos del mundo oscilaban entre 9 y 23 millones de toneladas métricas al año y, si las cosas no cambian, se espera que para 2025 estas estimaciones se dupliquen.

El plástico envuelve el planeta: ya está en los desiertos, las profundidades marinas, las cumbres montañosas y el Ártico. Una amenaza mundial denunciada por un estudio internacional elaborado por investigadores de Suecia, Noruega y Alemania y publicado este jueves en la revista Science. En su trabajo, advierten de que los índices actuales de emisiones de plástico mundiales pueden desencadenar "efectos que no podremos revertir".

"El plástico está profundamente arraigado en nuestra sociedad y se filtra al medio ambiente en todas partes, incluso en países con buenas infraestructuras de gestión de residuos", afirma Matthew MacLeod, profesor de la Universidad de Estocolmo y autor principal de la investigación. El estudio sostiene que poner en marcha acciones para reducir drásticamente las emisiones de plástico al medio ambiente es "la respuesta política racional".

Un problema "político y económico"

A pesar de la creciente concienciación en los últimos años sobre los problemas generados por los residuos plásticos, las emisiones siguen creciendo en términos globales. Mine Tekman, coautora del trabajo e investigadora en el Instituto Alfred Wegener de Alemania, introduce en la ecuación el factor "político y económico" más allá del medioambiental.

"Como consumidores creemos que, si separamos adecuadamente nuestra basura de plástico, se reciclará por arte de magia, pero tecnológicamente, el reciclaje del plástico tiene muchas limitaciones y los países que tienen buenas infraestructuras han estado exportando sus residuos de plástico a países con peores instalaciones", denuncia Tekman.

Turquía cierra sus fronteras a los residuos plásticos de otros países

Esta investigadora alemana cree que para reducir las emisiones "hay que tomar medidas drásticas, como limitar la producción de plástico virgen para elevar el valor del plástico reciclado, y prohibir la exportación de residuos de plástico a menos que sea a un país con mejor reciclaje".

La meteorización del plástico

Según explica el estudio, cuando las cantidades de plástico emitidas en el medio ambiente superan a las que se retiran en tareas de limpieza o a las que desaparecen en procesos ambientales naturales, se produce la meteorización, un proceso que cambia las propiedades de contaminación del plástico.

Cuando se alcanza este punto -la meteorización-, "la degradación es muy lenta y se ve superada por la acumulación de nuevos plásticos que no hacen más que aumentar", así que el plástico es un "contaminante poco reversible", advierten los autores.

Este proceso contaminante afecta especialmente en los entornos remotos, explica la coautora Annika Jahnke, del alemán Centro Helmholtz de Investigación Medioambiental (UFZ): "En los entornos remotos, los restos de plástico no pueden eliminarse con tareas de limpieza y la meteorización de los grandes artículos de plástico genera un gran número de partículas micro y nanoplásticas, y la liberación de sustancias químicas añadidas al plástico o procedentes del propio polímero de plástico", indica.

Así pues, "el plástico en el medio ambiente es un objetivo en constante movimiento de creciente complejidad y movilidad. Dónde se acumula y qué efectos puede causar son difíciles o incluso imposibles de predecir", concluye.

Frenar el impacto del plástico en el medio ambiente

La investigación expone una serie de ejemplos hipotéticos de posibles daños medioambientales irreversibles que provocan los tóxicos de los plásticos, tales como la exacerbación del cambio climático debido a la interrupción de la bomba de carbono global y la pérdida de biodiversidad en el océano.

En el gran azul la contaminación por plásticos actúa como un factor de estrés adicional a la sobrepesca, la pérdida de hábitat en curso causada por los cambios en la temperatura del agua, el suministro de nutrientes y la exposición química.

En conjunto, los autores consideran que la amenaza de que el plástico que se emite hoy pueda desencadenar impactos a escala global y poco reversibles en el futuro es una "motivación convincente" para tomar medidas precisas para reducir fuertemente las emisiones.

"El coste de ignorar la acumulación de contaminación plástica persistente en el medio ambiente podría ser enorme. Lo racional es actuar lo más rápidamente posible para reducir las emisiones de plástico al medio ambiente", concluye MacLeod.