¿Tiene el resto de Europa un problema con la incidencia en jóvenes?
España ha entrado en una nueva fase de la pandemia: la preocupación se centra ahora en la incidencia del coronavirus en la población joven, que no está vacunada. Mirando al resto de los países europeos vemos que el problema que afronta nuestro país no se reproduce entre sus vecinos. En Francia, Italia o Alemania no se aprecian cifras de contagios alarmantes en dicho grupo ni grandes diferencias con el resto de la población. La vacunación abierta a todas las edades y las restricciones más duras permiten una situación controlada. Solo Portugal muestra una imagen parecida.
Francia
Si atendemos únicamente a la población entre 15 y 24 años, Francia registra una incidencia acumulada en los últimos 14 días de 72 casos por cada 100.000 habitantes, según los datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). Como ocurre en España, la transmisión es más elevada en jóvenes que en población más mayor, aunque la diferencia no es tan notable.
Y es que el país vecino está inoculando las dosis contra la COVID-19 a los menores de edad desde el 15 de junio. Desde comienzos de ese mes, además, toda la población adulta ha podido recibir el pinchazo, sin que se priorizara por grupos de edad.
A esto se suma, el mantenimiento de las medidas de prevención y control de contagios. Por ejemplo, los conciertos y festivales tienen el aforo limitado al 75 % en interiores y las discotecas no abrirán hasta el próximo 9 de julio.
Alemania
La incidencia acumulada entre los jóvenes de 15 a 24 años es de 25 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días en Alemania, aunque el mismo indicador desciende por debajo de 10 en la población más mayor, de acuerdo con el organismo europeo ECDC. De nuevo, la diferencia no es tan pronunciada como la de nuestro país, dado que el plan de vacunación alemán incluye a los menores a partir de los 12 años desde principios de junio.
En cuanto a las medidas, Alemania ha sido uno de los países más férreos en el último año. La hostelería no ha reabierto las terrazas hasta finales de mayo. Actualmente, en Berlín, por ejemplo, para poder acceder al interior de restaurantes y bares se exige una prueba de infección activa negativa, estar vacunado o haber pasado recientemente la COVID-19, según se indica en la página web oficial del ayuntamiento.
Italia
En Italia, que a principios de junio abrió la vacunación a toda la población, casi el 23 % de los mayores de 12 años tienen la pauta completa. El país transalpino registra en el ECDC una incidencia de 35 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días para los ciudadanos de 15 a 24 años.
Si bien la transmisión es más elevada entre los jóvenes, las diferencias no son tan evidentes como en España: la población italiana hasta los 50 años muestra una incidencia de 22 casos por cada 100.000 habitantes y la mayor de 50, de 14 casos.
Todas las regiones del país están ya en zona "blanca", con riesgo bajo de COVID-19, lo que ha supuesto la reapertura del interior de la hostelería desde el 1 de junio.
Portugal
Solo Portugal registra una elevada incidencia en la población de 15 a 24 años: 328 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, según el ECDC. Como en España, la circulación del virus baja entre los ciudadanos más mayores.
Ante esta situación, el Gobierno portugués quiere acelerar el ritmo de vacunación y en algunas regiones ya se ha abierto la agenda para todos los mayores de 18 años. Además, se mantienen las restricciones. En el Algarve todo permanece cerrado a partir de las 22:30 horas de la noche. En Lisboa, el toque de queda comienza a las 3:30 de la tarde en los fines de semana.
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