Los talibanes apuntan a una nueva fase de guerra mientras EE.UU. se retira
- Es una nueva fase de guerra con el asalto de Qala-e-Naw, un paso más en los planes de conquista de nuevos territorios
- Cientos de prisioneros fueron liberados de la cárcel provincial, entre ellos miembros de los talibanes
Los talibanes han apuntado a una nueva fase de guerra con el asalto de la ciudad de Qala-e-Naw, la capital de la provincia afgana de Badghis, una escalada en los planes de conquista de nuevos territorios de Afganistán, que avanzan mientras Estados Unidos continúa su retirada.
Qala-e-Naw fue tomada parcialmente este miércoles por los talibanes, tras colapsar la defensa montada por las fuerzas de seguridad afganas.
Esta es la primera capital provincial afgana en ser atacada y parcialmente invadida por los talibanes desde que el año pasado firmaron con Estados Unidos en Doha un acuerdo para encontrar una salida a dos décadas de guerra.
Por su parte, las autoridades afganas aseguraron que han ido recuperando el control de Qala-e-Naw y las operaciones defensivas continúan para expulsar a los insurgentes con intensos enfrentamientos en varias partes de la ciudad.
El caos
La ciudad cedió a la acometida de los talibanes tras rendirse unos 600 miembros de las fuerzas de seguridad y algunos altos funcionarios de la policía provincial, según ha indicado Zyauddin Akazoy, representante parlamentario por la provincia de Badghis.
"Los talibanes entraron en la ciudad, irrumpieron en la cárcel y algunos edificios gubernamentales. Hay enfrentamientos dentro de la ciudad", relató el parlamentario.
Cientos de prisioneros fueron liberados de la cárcel provincial de acuerdo con Akazoy; entre ellos, miembros de los talibanes y también personas encarceladas por delitos comunes.
Imágenes de video publicadas por medios locales y cuentas no oficiales de los talibanes mostraron a presuntos insurgentes abriendo las puertas de la cárcel e instando a los presos a abandonarla.
La reconquista
Tras horas de enfrentamientos, el Gobierno de Kabul aseguró que está recuperando el control de Qala-e-Naw, mientras sus tropas se enfrentan a los insurgentes, que se han hecho fuertes en distintas partes de la ciudad.
"Qala-e-Naw de Badghis está libre de terroristas. El Ejército nacional afgano despejó los edificios de la sede de la policía provincial, la dirección Provincial de Seguridad Nacional, el edificio de la prisión", indicó en un comunicado el Ministerio de Defensa afgano.
De acuerdo con el Gobierno, "los terroristas están huyendo de la ciudad y en las próximas horas todas las partes de la ciudad serán despejadas de la presencia de los talibanes".
El gobernador de Badghis, Hisamuddin Shams, aseguró por su parte en una declaración que las fuerzas continúan defendiendo la ciudad con intensos enfrentamientos, y que hay un número, aún indeterminado, de bajas.
La ofensiva sobre esta capital provincial se produce en medio del rápido avance de los talibanes sobre el terreno, que han capturado más de cien distritos en todo el país en los últimos dos meses.
Esta es una ganancia inédita para los insurgentes que coincide con la salida de las tropas internacionales, que comenzó el pasado 1 de mayo, y que ha sido completada en más de un 90 %.
Refiriéndose al reciente avance territorial de los talibanes, el portavoz de seguridad del Gobierno afgano, Ajmal Omar Shinwari, aseguró que "en la mayoría de las provincias la situación está ahora bajo control".
"Una vez que reorganicemos nuestras fuerzas de seguridad, iniciaremos nuestras ofensivas contra el enemigo (...) estamos pasando por momentos difíciles, pero les aseguramos que definitivamente controlaremos esta situación", aseguró en una rueda de prensa.
Según Shinwari, las fuerzas afganas llevaron a cabo decenas de operaciones conjuntas en siete provincias en las últimas dos semanas durante las cuales murieron 2.367 combatientes talibanes, 1.412 de ellos resultaron heridos, y 182 arrestados.
En este mismo periodo, 43 civiles murieron y otros 170 resultaron heridos en los ataques de los talibanes, indicó.
Los planes de los talibanes
Los talibanes aseguraron esta semana que no atacarían las capitales de provincia para evitar los daños a los civiles y salvaguardar los activos públicos y del gobierno y la infraestructura en las áreas urbanas.
El portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, reiteró que todavía están comprometidos con esta promesa.
"Nuestros muyahidines no ingresan irregularmente a la ciudad de Qala-e-Naw, a las áreas en las que ingresaron fue porque las fuerzas de seguridad enemigas ya habían huido y nuestros combatientes entraron para mantener la seguridad y salvaguardar la ciudad y las propiedades del saqueo", aseguró.
De acuerdo con los talibanes, la prisión provincial no fue destruida por sus combatientes, sino por terceras personas que irrumpieron allí después de que huyeran los guardias de seguridad.
La arremetida de los talibanes, que tiene lugar mientras el Gobierno de Afganistán intenta avanzar en las negociaciones de paz con ellos, fue condenada por el presidente afgano, Ashraf Ghani, que les acusa de preferir la guerra.
Ghani además hizo frente a las acusaciones de que los territorios capturados por los talibanes son parte de un acuerdo secreto con las autoridades para repartirse el territorio.
"Hermanos y hermanas, no hay un acuerdo ni ninguna intención de rendirse (...) si los talibanes piensan que nos harán rendirnos, se equivocan, eso no sucederá ni en cien años", aseguró.