¿Comemos demasiada carne en España? Los expertos dicen que sí: "Hay que ir hacia una dieta más vegetal"
- Los nutricionistas defienden alternar las fuentes de proteínas y fomentar otras como las legumbres
- Comemos 100 kilos de carne por persona y año, según la FAO, lejos de los 21 kilos que recomienda la OMS
La campaña lanzada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, alertando sobre el consumo excesivo de carne, ha desatado una auténtica tormenta política y social. A Garzón le han llovido las críticas desde el sector ganadero, la oposición y parte de su propio Gobierno, pero ecologistas y nutricionistas defienden que comer demasiada carne es perjudicial para la salud, tanto la humana como la del planeta.
¿Comemos demasiada carne en nuestro país? "La afirmación es cierta desde todos los puntos de vista, desde el de la salud y el medioambiental", responde tajantemente a RTVE.es Aitor Sánchez, dietista-nutricionista y tecnólogo alimentario. Cree que este debate "ya estaba superado" y que las guías alimentarias más modernas ya incluyen la necesidad de reducir el consumo.
Los datos varían según la fuente. En España comemos casi 50 kilos de carne por persona y año según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, mientras que los datos de la FAO, organismo dependiente de Naciones Unidas, elevan a 100 los kilos que se consumen en nuestro país. En ambos casos, estamos lejos de las recomendaciones de la OMS, de 21 kilos.
Nuestro país es el séptimo del mundo y el primero de Europa en consumo de carne, según la FAO. "Se consume más de lo que está recomendada, es algo objetivo", señala Alma Palau, presidenta del Consejo General de Colegios Oficiales de dietistas-nutricionistas. La recomendación es de dos a tres raciones de carne a la semana y de entre 100 o 120 gramos por ración, algo que en España se sobrepasa ampliamente, llegando a casi un kilo de consumo medio semanal.
Palau está convencida: "Hay que ir hacia una dieta más vegetal". No se trata de convertir a los consumidores en vegetarianos, sino en "alternar y reducir" las fuentes de proteínas, de las que generalmente se abusa en los países más ricos, afirma Sánchez. "Siempre se ha dicho que hay que elegir carne o pescado, pero la tendencia es alternar con huevos, legumbres y proteína vegetal".
El exceso de carne se asocia con mayor riesgo de cáncer y diabetes
Según detalla Sánchez, autor del blog de divulgación nutricional Mi dieta cojea, un consumo excesivo de carne, sobre todo de la roja, se asocia con mayor riesgo de enfermedades cardiacas, especialmente de diabetes tipo 2, y de cáncer colorrectal. También puede provocar mayor riesgo de sobrepeso y obesidad y puede ser inflamatoria, aunque influye también la predisposición de cada persona, recuerda Palau.
La nutricionista apuesta por "fomentar el consumo de proteínas muy olvidadas, como las legumbres, que es una proteína vegetal muy interesante" y también "recuperar el paladar" para consumir más pescado y moluscos, alimentos con menos grasas.
No es obligatorio incluir la carne en el menú para llevar una dieta equilibrada, ya que "no hay ningún grupo alimentario imprescindible", según Sánchez. "También se dice del azúcar o de los lácteos y eso se debe a las grandes presiones de estas industrias, pero es completamente falso", defiende.
En consulta, los pacientes suelen mostrar rechazo inicial a las recomendaciones de reducir el consumo de carne, pero aún más cuando hay que deshacerse de "ultraprocesados y refrescos", dice Palau. "Todos los cambios conductuales que implican un sacrificio o tener que cambiar la rutina siempre destapan fricciones", asegura Sánchez, en referencia a la polémica que ha desatado la campaña de Garzón.
El mensaje del ministro ha provocado las críticas de la oposición e incluso desde el mismo Gobierno. El titular de Agricultura, Luis Planas, ha considerado que la campaña es "desafortunada", y Pedro Sánchez ha zanjado el debate al afirmar "donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible".
Los ganaderos también han salido en tromba contra el ministro de Unidas Podemos. "Nos parece increíble que con los problemas que tenemos encima nos veamos retratados como los culpables del cambio climático", ha lamentado Montse Cortiñas, de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos.
Sánchez lamenta que "un tema tan importante para la salud pública y el medio ambienta termina convirtiéndose en un enfrentamiento de partidos", con reacciones, como la del presidente, "de muy poco nivel".
Palau ve "valiente" la campaña de Garzón, y recuerda que está basada en la evidencia científica, pero cree que es mejor hablar en positivo. "El mensaje no es menos de nada, es más de lo que es bueno", afirma, ya que cree que esta campaña va en contra de "un producto fresco y producido en España", lo que puede levantar ampollas y conseguir efectos contrarios a los buscados.
"Los animales se alimentan de soja que se obtiene deforestando"
Los efectos sobre el cambio climático es uno de los pilares de la campaña "Menos carne, más vida". La producción de carne, que en España se ha disparado en los últimos años, supone el 14,5% de las emisiones globales y el 67% del sector agroalimentario, según detalla Greenpeace.
Para Ecologistas en Acción, la campaña está "justificada" e incluso "llega tarde", pero piden diferenciar entre la ganadería extensiva e intensiva. Esta última, que en los últimos años ha crecido exponencialmente en España a causa de las macrogranjas de cerdos, son más contaminantes. "Los animales se alimentan de soja que se obtiene deforestando la frontera vegetal en Argentina o Brasil" en estas instalaciones, apunta Abel Esteban, portavoz de la organización.
Pero la emisión de gases no es el único impacto de los animales. "En un porcentaje enorme del territorio de Cataluña no se pueden aprovechar las aguas subterráneas o los arroyos por la contaminación de los purines", denuncia Esteban. Según un informe del Síndic de Greuges de 2016, el 41% de las masas de agua de Cataluña está contaminada por nitratos.
Ecologistas en Acción está preparando un estudio en el que pretenden desmentir que la creciente instalación de macrogranjas en la España Vaciada esté relacionada con más puestos de trabajo, como defienden sus impulsores. "En la mayoría de los municipios en los que se concentran las granjas industriales se pierde población. Hay un impacto muy importante: en términos de olor, paisaje, contaminación del agua", detalla.