Cataluña, la reforma educativa, la renovación del CGPJ y otros retos que hereda el nuevo Gobierno
- Sánchez apuesta por el municipalismo, la renovación generacional y la incorporación de mujeres para resolverlos
Los siete nuevos ministros designados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su remodelación de gabinete tienen por delante una serie de retos heredados, aún sin una solución aparente, que han hecho tambalear en ocasiones el Ejecutivo de coalición y, en última instancia, han llevado a sus predecesores a abandonar su cargo apenas un año y medio después de su nombramiento.
Aunque la hoja de ruta marcada tiene como objetivo la recuperación económica y social, la creación de empleo y la gestión de los fondos europeos, por el camino el nuevo Gobierno tendrá que resolver temas como el diálogo con Cataluña, la reforma educativa, la renovación del Poder Judicial, la crisis diplomática con Marruecos o la Ley de Vivienda. Para ello, Sánchez se ha valido del municipalismo -con la inclusión de tres alcaldesas-, la renovación generacional –reduciendo la edad media a 50 años- y las mujeres –con la incorporación de cinco nuevas ministras-.
El diálogo con Cataluña y la Memoria Democrática
El baile de carteras ministeriales ha dejado fuera de la Vicepresidencia Primera a Carmen Calvo, quien también cede el Ministerio de la Presidencia a Félix Bolaños, el sólido apoyo de Sánchez en la sombra. Calvo se marcha a pocos días de ser aprobado el proyecto de ley de Memoria Democrática, cuyo guante recoge ahora Bolaños, gran conocedor de la materia, pues tuvo un papel destacado en el proceso de exhumación de los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos, ejerciendo de interlocutor con la familia del dictador.
Calvo también deja pendiente la mesa de negociación con Cataluña, uno de los asuntos clave en el seno del Gobierno y que alcanzó uno de sus momentos más determinantes hace tan solo unas semanas con los indultos a los líderes independentistas del ‘procés’. El propio Bolaños tuvo un papel decisivo en la aprobación de esta medida de gracia, por lo que le tocará ahora enmendar las conversaciones para encontrar una posible solución a las cuestiones que afectan a Cataluña y a su relación con España.
Reforma del delito de sedición y renovación del CGPJ
Tampoco podrá perder de vista Cataluña la nueva ministra de Justicia, Pilar Llop, que recoge el guante de Juan Carlos Campo, quien se propuso reformar los delitos de sedición y rebelión en el Código Penal para adaptarlos a los "nuevos tiempos".
La hasta ahora presidenta del Senado, jueza especialista en violencia de género, también hereda de Campo una reforma de los delitos de enaltecimiento del terrorismo, contra los sentimientos religiosos y de injurias a la Corona dentro del Código Penal para que no fueran castigados con penas privativas de libertad. Sin olvidar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que se arrastra desde finales de 2018, y que debe lograrse mediante un acuerdo con el principal partido de la oposición, el PP, cuyas negociaciones están rotas desde hace tiempo.
También está pendiente la renovación de cuatro miembros de los 12 que conforman el Tribunal Constitucional que corresponde elegir al Congreso, cuyo mandato de nueve años concluyó en noviembre de 2019. Además, deberá continuar con el diálogo con jueces y fiscales para la implementación de la nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal, cuyo anteproyecto fue aprobado por el Consejo de Ministros en noviembre de 2020 y con el que se pretende adaptar la normativa española a las exigencias de la Fiscalía europea.
La reforma educativa
Pilar Alegría llega al Ministerio de Educación y Formación Profesional (FP) con el reto de aplicar la reforma educativa que aprobó su antecesora y que dio nombre a la misma, la denominada 'Ley Celaá' -pese a llamarse LOMLOE-. Desde su planteamiento la norma ha sido muy criticada por la concertada, la educación especial y por los gobiernos autonómicos del PP, que amenazan con no aplicarla en el siguiente curso. De hecho, el PP, Cs y Vox la han recurrido al Tribunal Constitucional.
Celaá también deja a Alegría la reforma de la FP, cuya previsión era que viese la luz este mismo año, el desarrollo de los currículos educativos o la carrera docente. Sin dejar de lado la pandemia, pues el aumento de contagios en las últimas semanas puede hacer que haya que tomar medidas extraordinarias de cara al inicio del nuevo curso escolar en septiembre. De hecho, la hasta ahora ministra de Educación había emplazado al mes de agosto para evaluar de nuevo con las comunidades autónomas las medidas a aplicar.
El abuso de temporalidad de los interinos
Los cambios en el Gobierno no solo han sido de carteras sino también, en algunos casos, de competencias. Así, Función Pública pasará a formar parte de Hacienda, ministerio que continúa dirigiendo María Jesús Montero. El anterior titular de Política Territorial y Función Pública, Miquel Iceta, cede la batuta de la reforma de los interinos a Montero, una norma que pese a haber sido acordada con los sindicatos y aprobada por el Consejo de Ministros aún debe pasar su examen más difícil: el Congreso de los Diputados.
La norma tiene como objetivo regularizar la situación de un total de 300.000 interinos antes del 31 de diciembre de 2024, un proceso en el que deberá trabajar a partir de ahora Montero en estos dos años de legislatura que restan. La titular de Hacienda también deberá enfrentarse al posible aluvión de demandas por parte de estos empleados públicos a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo, que fijó un periodo máximo de tres años para que el trabajador adquiera la condición de indefinido no fijo.
Limitar los precios del alquiler
El hasta ahora ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana abandona el Ministerio sin haber podido sacar adelante la Ley de Vivienda por la falta de consenso con Unidas Podemos sobre la forma más conveniente de regular el alquiler. Ábalos apostaba por los beneficios fiscales a los propietarios, en detrimento de la limitación de precios que exigía Unidas Podemos apelando al acuerdo de gobierno. Este reto lo asumirá ahora la alcaldesa de Gavà (Barcelona), Raquel Sánchez.
Durante el anuncio de los cambios, el presidente del Gobierno ha destacado que, desde la alcaldía de Gavá, que ocupa desde 2014, Sánchez "ha probado sus dotes para la gestión cercana y para el desarrollo de políticas en defensa del medio ambiente y la movilidad sostenible". Por tanto, el nombramiento podría estar enfocado a reorientar la tradicional acción de la cartera de Transportes hacia los desafíos de la movilidad sostenible y el urbanismo.
La crisis migratoria con Marruecos
El actual embajador de España en Francia, José Manuel Albares, será el sustituto de Arancha González Laya al frente de la cartera de Exteriores, cuya caída ha estado marcada por la gestión que ha realizado de la crisis diplomática abierta con Marruecos. La ministra fue cuestionada por la decisión de atender al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España, enfermo de coronavirus, en un hospital de Logroño, que desató posteriormente una oleada de migración en Ceuta y ha acabado en los tribunales. Recientemente se ha conocido que fue Exteriores quien dio la orden en la base de Zaragoza de no revisar el pasaporte del líder del Polisario.
Albares tendrá por tanto que enmendar en estos dos años que restan de legislatura la relación con el país africano y, al mismo tiempo, tanto en clave económica como diplomática, afrontar las disputas comerciales con Estados Unidos respecto a la tasa Google y los aranceles e intentar acercar la presidencia estadounidense con la española, después del breve encuentro entre Joe Biden y Pedro Sánchez en la cumbre de la OTAN del pasado mes de junio.
Una apuesta definitiva por la Cultura y la Ciencia
La irrupción de la pandemia de coronavirus dejó muy tocado a los sectores de la Cultura y el Deporte, que se vieron lastrados por el confinamiento y, posteriormente, por las restricciones a la actividad para frenar los contagios. El papel principal del nuevo ministro, Miquel Iceta, será precisamente ese: recuperar parte de lo perdido y volver a situar a la Cultura y al Deporte como uno de los sectores de referencia del país.
El anterior ministro, José Manuel Rodríguez Uribes, también deja pendientes la aprobación del Estatuto del Artista, la trasposición de la Directiva de Derechos de Autor, la firma del acuerdo con la baronesa Thyssen, los trabajos para una nueva Ley de Mecenazgo o la Ley del Cine. Y, en materia de deportes, sacar adelante la nueva Ley del Deporte y seguir la tramitación parlamentaria de la nueva ley antidopaje.
Asimismo, la pandemia puso de manifiesto la importancia de la Ciencia en nuestras vidas al lograr una vacuna efectiva contra el coronavirus en un tiempo récord. La nueva ministra, Diana Morant, tendrá entre sus principales retos la aprobación de la reforma de la Ley de la Ciencia que preparaba su antecesor, el astronauta Pedro Duque, y que había ido a consulta pública el pasado mes de noviembre.
Tres vicepresidencias económicas para la recuperación
Aunque si hay un objetivo claro para los dos próximos años en el Gobierno, ha subrayado Sánchez, no es otro que afianzar la recuperación económica, la creación de empleo y gestionar la "enorme oportunidad" que representan los fondos europeos para apuntalar y moderniza la economía española. Por ello, el jefe del Ejecutivo no solo respalda a Nadia Calviño al frente de la estrategia económica, sino que la refuerza al nombrarla vicepresidenta primera. Será ahora la segunda persona con más peso en el Gobierno, tan solo por detrás del presidente.
Con esta decisión, Sánchez manda un mensaje a la Comisión Europea: España cumplirá con las reformas pactadas para recibir los fondos europeos y Calviño, que goza de una buena reputación en Bruselas, será una de sus artífices. Entre otras, destaca la reforma de pensiones o en el mercado laboral, incluidas en el programa de recuperación.
Pero la escalada de Calviño, que sigue ascendiendo en una carrera meteórica, también supone un mensaje a su socio de Gobierno. Con su posición más ortodoxa, se complica cumplir con dos de las grandes banderas que defienden desde Unidas Podemos: derogar la reforma laboral y abordar antes del verano la subida el salario mínimo interprofesional. En estos momentos, la prioridad de Calviño es crear empleo y asentar la recuperación, por lo que pospone estas reformas a final de año, siempre que se hayan cumplido estas dos premisas.
No obstante, el papel de Díaz sale reforzado tras los cambios por la clara apuesta en esta próxima etapa por el empleo, una de las competencias de su ministerio. En este caso, asciende a la Vicepresidencia Segunda. Además, la atención al cambio climático será otra de las patas sobre las que se sostendrá este Gobierno, con la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, al frente.
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