Francia impone el certificado COVID en cafés y algunos transportes y la vacunación obligatoria para sanitarios
- Los vacunados o con una prueba negativa podrán acceder a restaurantes, bares, teatros y cines
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El presidente francés, Emmanuel Macron, ha anunciado este lunes que el certificado de vacunación de haber pasado el coronavirus, que se utiliza a modo de pasaporte sanitario en grandes aglomeraciones, pasará a utilizarse en restaurantes, bares, teatros y cines desde la próxima semana.
Lo ha comunicado en un discurso televisado en el que ha avanzado nuevas medidas para frenar el incremento de contagios por la difusión de la variante Delta, que supone ya más de la mitad de todos los casos en el Francia.
De este modo, a partir del 21 de julio, el certificado sanitario, que hasta ahora es obligatorio para acceder a discotecas, pero también a grandes eventos sociales o deportivos con más de 1.000 personas, se exigirá para acceder a lugares culturales donde se reciba a más de 50 personas.
En agosto, la prueba de inmunidad o de haber recibido la pauta completa de la vacuna se requerirá también a mayores de 12 años en cafés, restaurantes, bares, hospitales, autobuses y trenes de largo recorrido, y aviones, una forma de incitar a los más escépticos a vacunarse y dar un nuevo empujón a la campaña.
Además, las PCR y test de antígenos, que hasta ahora eran reembolsadas por la Seguridad Social, pasarán en otoño a ser de pago salvo en el caso de que sean prescritas por un médico.
Vacunación obligatoria para el personal sanitario
Macron también ha indicado que la vacunación para los sanitarios será obligatoria con el objetivo de reforzar la lucha contra la COVID-19, al tiempo que ha insistido en el papel esencial de las vacunas para evitar una nueva ola de contagios. "Cuanto más vacunemos, menos espacio dejamos para que el virus se difunda", ha defendido.
"Cuando la ciencia nos ofrece herramientas para protegernos, tenemos que utilizarlas con confianza en la razón y en el progreso", ha añadido.
Será obligatorio para el personal de hospitales, clínicas y residencias de ancianos, así como para los profesionales y voluntarios que trabajan con personas mayores y vulnerables, incluso a domicilio. Las personas afectadas "tendrán hasta el 15 de septiembre para vacunarse" y después de esta fecha se aplicarán "controles y sanciones".
Francia cuenta con un arraigado movimiento antivacunas, pero las autoridades habían apostado hasta ahora por convencer a suficientes personas incluyendo al personal médico, para que se vacunen voluntariamente y frenen la propagación del virus.
Sin embargo, la ralentización de las tasas de vacunación y el fuerte repunte de nuevos contagios debido a la variante Delta, ahora dominante, han obligado al Gobierno a replantearse la vacunación del personal sanitario.
Solo el 60 % de los trabajadores sanitarios tienen una de las dosis
A principios de este mes, y pese a haber podido acceder a ellas desde hace varios meses, solo en torno al 60 % del personal sanitario (80,3 % en el caso de los que trabajan por cuenta propia) habían recibido una de las dos dosis. El porcentaje de sanitarios con ambas pautas en residencias y hospitales no llegaba al 50 %.
El máximo órgano consultivo sanitario de Francia (HAS) ya había recomendado que la vacunación contra el coronavirus fuese obligatoria para todos los trabajadores sanitarios y otros profesionales que estén en contacto con personas vulnerables. También aconsejó utilizar las vacunas de Pfizer o Moderna, basadas en el ARNm, para frenar la propagación de la variante Delta, altamente contagiosa, ya que ofrecen más protección que otras vacunas.
"Aunque el número de nuevos casos y la presión sobre el sistema hospitalario siguen siendo relativamente bajos, la dinámica de la epidemia en Francia es significativa y podría conducir rápidamente a un deterioro de la situación sanitaria", dijo HAS en un comunicado.
Las autoridades sanitarias francesas han indicado este lunes que en las últimas 24 horas se han registrado 1.260 nuevos contagios por el virus, lo que lleva la cifra total de contaminados desde marzo de 2020 a 5,8 millones de personas. En este día hubo además 28 muertes en hospitales vinculadas al virus, con lo que el número de decesos en Francia asciende ya a 111.353.