'AMA', una emocionante e inteligente desmitificación de la maternidad
- Hablamos con la directora, Júlia de Paz, y la protagonista, Tamara Casellas, de esta cinta premiada en Málaga
- AMA es una brillante reflexión sobre la maternidad que se estrena en cines este viernes, 16 de julio
El cine tiende a idealizar las cosas, sobre todo sentimientos como el amor y la maternidad. Menos mal que, de vez en cuando, aparcen películas tan emocionantes e inteligentes como AMA, de Júlia de Paz Solvas, que nos demuestra que ser madre no es tan fácil como en las películas, que las mujeres renuncian a muchas cosas para serlo y que hay tantos tipos de maternidad como madres. Una de las mejores películas españolas de lo que va de año, que fue galardonada con el Premio Feroz Puerta Oscura a Mejor película y la Biznaga de Plata a la Mejor actriz para Tamara Casellas en el 24 Festival de Cine de Málaga. Se estrena este viernes, 16 de julio. y hemos podido hablar con su directora y su protagonista.
"Quería desmontar el mito de la maternidad que se nos exige por parte de la sociedad -nos cuenta Júlia-, ya que la mujer que pase a ser madre debe dejarse la vida por el núcleo familiar y pierde toda identidad y espacio personal. Y aquí lo que queremos defender es que la maternidad es una relación humana y que, como toda relación humana, tiene grises. Debemos aceptar que hay momentos difíciles, momentos luminosos…. Pero que esos momentos difíciles se tienen que encarar e incluso abrazar el arrepentimiento de “no me esperaba que fuese esto”. Lo que queremos defender es esa maternidad como relación humana y no como una exigencia u obligación. Y hablar sobre mujeres reales que se enfrentan, en soledad, al fracaso asegurado de no estar a la altura de ese mito de la maternidad”.
Una imagen que no tiene nada que ver con la de madre coraje o madres perfectas que nos suelen vender en las películas: “Hay madres que pueden con todo y se sacrifican por sus hijos, pero también tenemos que abrazar a madres que no cumplen con esas características” -añade Júlia-.
A pesar de sus muchos defectos, o precisamente por eso, al final acabamos comprendiendo e incluso enamorándonos del personaje de Pepa, esa atípica madre intepretada por Tamara casellas: "En una entrevista me preguntaron que cómo había construido un personaje que sabía que iba a ser juzgado por la gente e incluso lo iban a odiar pero que, emocionalmente te conectaba a algo. Y yo les contestaba que se lo plantearan ellos, porque yo nunca he juzgado al personaje. Jugábamos con eso porque no estamos acostumbrados a ver a madres con tatuajes, con el pelo rosa, que salgan de fiesta… queríamos romper con esos ideales de maternidad porque realmente hay millones de madres así, como Pepa. Pero lo que se vende socialmente es la idealización de la figura materna, de la madre pura y cuidadora, que siempre está ahí. Tenemos que romper con esa imagen porque al fin y al cabo la maternidad es una relación y si yo no tengo un referente como madre, como le pasa a Pepa, ¿qué madre voy a ser? Al final la maternidad es una cuestión de entenderte con tu hijo o hija".
"Una mujer a la que la sociedad no le da voz"
AMA es una historia que habla de la maternidad, de la soledad, del abandono, del arrepentimiento, de la discriminación que sigue sufriendo la mujer en muchos ámbitos de la sociedad (como el laboral)... Cuenta la historia de Pepa (Tamara Casellas), una joven madre soltera con dificultad para relacionarse con los demás. Cuando su única amiga la echa de casa, se encontrará sola y sin recursos en las calles de Benidorm junto a su hija Leila (una estupenda Leire Marín), de seis años. Juntas lucharán por encontrar un hogar, y no precisamente físico.
"Lo interesante del personaje es todo lo que hay bajo su aparente superficialidad -nos cuenta Tamara-. Ya que siempre tengo que jugar a la contra: tengo que mostrar un no miedo, un no juicio… mientras que por debajo es todo lo contario. Eso es lo más complicado. Se trabaja paso a paso, emoción a emoción, teniendo en cuanta que es un personaje muy impulsivo que no se para demasiado a pensar las cosas. Al final la misma fuerza de las secuencias te llevan a límites insospechados, a estar improvisando, a hacer un trabajo muy físico, hilando emoción a emoción. Yo no soy madre, por ejemplo, y al principio aprovechamos eso para jugar con esa no relación de la madre con la hija. Pero no ha sido algo generalizado sobre cómo es Pepa como madre, sino que hemos trabajado emoción a emoción en cada secuencia. Es un papel para el que había que estar muy preparada física y mentalmente".
Y una interpretación que también es muy física y gestual: “A mí los silencios se me dan muy bien, como podréis comprobar -ríe Tamara- Porque lo que había que mostrar es justo lo que pasaba por debajo de ese silencio, porque es una persona que no puede hablar, a la que la sociedad no le da voz. En Pepa todo está en la mirada. Ella no se para a explicarte nada, es un personaje que va a todo tren y no se para a reflexionar porque ni siquiera ella entiende lo que le está pasando. Solo al final se dará cuenta de que tiene que cambiar”.
"Lo que a Pepa le enseña este viaje -añade la actriz-, es que la única persona que no la ha abandonado ni la va a abandonar, es su hija. Creo ese es el punto de inflexión de la película, cuando se da cuenta de que, y esto lo estudiamos con asistentes sociales y demás, generalmente los patrones se repiten. No mostramos mucho de la vida de la madre de Pepa para que tú, como espectador, juzgues si a esa madre le pasó lo que le está pasando a Pepa, porque estos son círculos que se repiten. Y al final Pepa se atreve a romper ese círculo y empieza a pensar en su hija”.
Una película sobre vínculos que también los ha creado en la realidad
Lograr esa relación entre madre e hija no fue fácil, como nos explica Júlia: “Hubo un largo proceso de preparación durante el que íbamos a casa de Leire, de la niña. Los padres nos dieron muchísimas facilidades y convivíamos con ella. Creamos un vínculo muy fuerte. Y la figura del couch, Carlos Villafaima, era quién marcaba los límites. Leire tiene una inteligencia emocional y una empatía muy fuerte y esto es muy importante, porque a la hora de trabajar a ella no le pasábamos el guion, porque tenía cinco años, pero entendía perfectamente lo que estaba pasando en cada escena. Su vínculo se ve tan fuerte e intenso porque Leire escuchaba y acompañaba mucho a Tamara”.
"Con Leire conecté divirtiéndonos mucho -añade Tamara-.Cuatro meses antes de empezar el rodaje íbamos a Murcia a jugar con ella, a dormir la siesta con ella… a crear esa relación y esa confianza. Y cuando ya teníamos eso ganado, necesitábamos que nos cogiese respeto para poder manejarla en el set de rodaje, para que no se despistara en el set de rodaje. Y las secuencias las planteábamos como juegos. Ella tenía muy claro qué acciones tenía que hacer y yo intentaba aprovechar todo lo que me daba, incluso cuando improvisaba de repente. Esa espontaneidad es lo que buscábamos, porque teniendo muy claro a donde tenía que llegar la secuencia nos daba un poco igual que la niña dijera a o b. Lo importante era crear esa relación para luego poder manejarla".
Júlia y Tamara han trabajado juntas en varios proyectos, entre los que destaca el corto de final de carrera de Júlia (AMA), en el que se basa la película. “Llevamos trabajando juntas cinco años -nos cuenta Júlia-. Encontramos que teníamos una visión de la interpretación que se parecía mucho. Y lo que sé de dirección, dónde están los límites, qué puedo pedir y que no, cómo escuchar…. Me lo ha enseñado ella. Hemos aprendido juntas y es como mi hermana, así que estamos completamente compenetradas”.
"Para mí ha sido fundamental que Juúlia me haya dejado meterme hasta en el guion -añade Tamara-, ya que me daban la posibilidad de tener voz en la creación del personaje. Para el corto estuvimos un año entero investigando sobre el personaje y hablando con personas que habían pasado por situaciones parecidas y con asistentes sociales…. Y una vez que teníamos los parámetros psicológicos del personaje, es cuando ella me hacía improvisar. Y luego también he podido meter cosas de mi propia vida en el personaje, y de la de ella, que han nutrido mucho más Pepa. Ha sido una suerte trabajar con una directora que me haya dejado hacer eso.
"No nos importa dónde estén los hombres"
En esta película no aparecen demasiados hombres, aunque la ausencia de la figura paterna está muy presente. "Es una historia donde las mujeres tienen voz y no nos importa dónde están los hombres -asegura Júlia-. En muchos sitios hemos preguntado a la gente que dónde está el padre y la mayoría de la gente ni se lo plantea. Esto nos permite corroborar esta idea predominante de la responsabilidad de la mujer sobre la maternidad. En la sociedad actual la responsabilidad del cuidado de los hijos sigue estando en manos de las mujeres. Y no representar a los hombres nos permite generar esta duda o este debate sobre donde está el padre".
"Pero -añade la directora-, a la hora de construir el personaje de Pepa sí era fundamental ese padre ausente, por el sentimiento de abandono, de pérdida, de duelo…"
“No queríamos mostrar a una figura paterna para que tu juzgues al personaje desde donde quieras -añade Tamara-. El padre de Pepa, al que mostramos mediante fotos, se entiende que era una persona muy importante para ella. Y no lo mostramos como una carencia sino al contrario. Luego, que el padre de la niña esté o no esté, es a propósito. Hay mucha gente que no se plantea dónde está el padre de la niña, piensas que es una fiestera y que una noche se ha quedado preñada. Ese es el juicio suele hacer la gente. Por eso la figura del padre no es tan importante como cómo la utilizamos".
"Todos los días nos cruzamos con gente como Pepa sin darnos cuenta"
Ambientar la historia en Benidorm no ha sido una cosa casual, como nos explica Júlia: "Queríamos mostrar un espacio hostil para Pepa. Algo que es nuestro día a día, porque nos podemos cruzar con mucha gente como Pepa por la calle sin darnos cuenta, porque no se da voz a estas personas, aunque la tengan. El ambientar la historia en Benidorm, con esa idea de artificio mezclada con la idea del artificio que se nos impone sobre la maternidad, que no es una maternidad real, igual que Benidorm tampoco es real, porque tuvieron que traer hasta la arena... Encontrar ese espacio hostil y artificial nos ayudó mucho".
"Benidorm -continúa la directora-, también nos ha servido para hacer una crítica de cierto tipo de turismo. De cómo España se vende como un país rico, gracias a ese turismo, pero a la vez esta esa otra cara del turismo de precariedad laboral, de las personas que trabajan para esos turistas en condiciones muy precarias".
Es desgarrador ver a Pepa buscando un lugar donde dormir mientras los turistas disfrutan de la noche de Benidorm. “Era importante situar a Pepa en ese entorno hostil -añade Tamara-. Aunque lo importante en esta historia no es buscar donde dormir, porque el hogar lo está buscando en su relación con su hija, por eso la cámara está tan encima de ellas, porque lo único que nos importa es su relación. Y por eso necesitábamos un sitio hostil”
"Además -afirma la actriz-, en la película también hay críticas a las precarias condiciones laborales, a qué tipo de trabajo puede aspirar una madre soltera como Pepa, al tipo de turismo que vendemos… Por eso necesitábamos un sitio como Benidorm".
"El mar también es fundamental para el Pepa, para ella es lo que la conecta con ella misma, dentro de la vorágine en la que se encuentra. Es lo único que le da un poco de paz y de ahí sus gestos al limpiarse con el agua, es como una cuna para ella, un refugio”, concluye Tamara.
"No nos esperábamos los premios en Málaga"
En cuanto a su éxito en el Festival de Málaga, donde consiguió el premio a la mejor actriz, Tamara nos comenta: "Mi madre y mi hermano todavía están llorando (ríe). Ha sido muy importante para que la gente me conozca, porque yo llevo 15 años delante de las cámaras y no había conseguido ni representante. Ahora me llaman para para cosas, tengo representante, castings…. Estoy muy agradecida a ese premio".
Júlia confiesa que tampoco se esperaba el Premio Feroz a la Mejor Película: "Para nada. Cuando se me presentó la posibilidad de rodar esta película, yo ya estaba con otro proyecto de un corto para una productora de Barcelona, Mayo Films. Y cuando terminé de rodar Ama, grabamos ese corto y ahora esperamos repetir la jugada y desarrollar otro largometraje a partir de ese nuevo corto".
Un proyecto en el que ya no contará con Tamara: “Mi padre me dijo una vez: “Tienes que aceptar que un día dejarás de trabajar con Tamara. Y se me rompe el corazón, pero sí, tenemos que empezar a recorrer nuestros caminos por separado, aunque siempre estaremos juntas. Me apetece enfrentarme a nuevos desafíos".
En cuanto a con qué le gustaría que la gente se quedara de la película, Júlia lo tiene claro: “Me gustaría que la gente reflexionara sobre la maternidad. Lo que me parece más bonito es cuando en algún coloquio una madre me dice: Me he sentido muy identificada y es la primera vez que me pasa algo así. Para mí ese es el mejor regalo que me pueden dar”.
Ama se estrena en cines este viernes, 16 de julio.