Araceli Hidalgo, la primera vacunada de España, recibe la tercera dosis: "Respetad la pandemia"
- Hidalgo, de 97 años, ha intervenido en el homenaje de Estado a las víctimas del coronavirus, que han presidido los reyes
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La primera mujer que recibió la vacuna contra el coronavirus en España, Araceli Hidalgo, ha sido una de las protagonistas este jueves en el segundo homenaje de Estado a las víctimas de la COVID, que ha estado presidido por los reyes. Durante su discurso, en el que ha dado las gracias al personal sanitario y a los trabajadores de la residencia Los Olmos en Guadalajara, Araceli ha mandado un mensaje a los jóvenes: “Les pido que respeten la pandemia”, ha apuntado.
Acompañada por dos de sus hijos, su nieto y su bisnieta, Araceli ha representado a la primera generación que recibió la vacuna, los mayores, un colectivo que también ha sido el más afectado por la mortalidad en esta crisis. Ella fue inoculada a finales de diciembre de 2020, nueve meses después de declararse la pandemia. Desde entonces, casi 25 millones de personas han sido vacunadas con pauta completa en España.
Araceli, de 97 años, ha recordado a todos los sanitarios, así como al personal de ambulancias, y les ha agradecido "su trabajo y esfuerzo", porque "están salvando muchas vidas". Posteriormente, ha mandado un mensaje a los jóvenes: “Les pido que respeten la pandemia”, ha subrayado, al tiempo que ha recordado a sus compañeras y a los trabajadores de la residencia los Olmos de Guadalajara, donde reside y donde fue inoculada junto a Mónica Tapias, trabajadora del centro y la primera sanitaria vacunada en España. "Y nada más", ha zanjado.
Sentada en su silla de ruedas, Araceli ha entrado a la Plaza de la Armería del Palacio Real acompañada de su hija Carmen y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El acto ha estado conducido por el periodista Fernando Ónega, quien ha explicado que Araceli ha representado en este homenaje "la prioridad" que se le dio a los mayores en estas vacunas por ser un colectivo "duramente castigado" por la enfermedad.
Carmen comparte su "profunda y sincera admiración a la ciencia"
A continuación ha tomado la palabra su hija Carmen. Brevemente ha expresado su "profundo agradecimiento a todos los que han contribuido a nuestra protección y cuidado con una entrega absoluta", en referencia a los sanitarios. En este punto, ha destacado el cuidado a los mayores y, especialmente, a su madre Araceli. "Doy fe de ello, de cómo han cuidado y mimado a mi madre en la residencia", ha recalcado.
También ha subrayado su "profunda y sincera admiración a la ciencia por las vacunas que nos permiten mirar el futuro con ilusión y esperanza", ha dicho antes los reyes, el Gobierno en pleno y todos los poderes del Estado. Las palabras de Araceli y de Carmen han coincidido con las de Felipe VI, quien en un discurso posterior ha destacado la “esperanza que representan las vacunas” para el futuro y ha llamado a tener "conciencia cívica y ciudadana" para salir adelante.
También han asistido a la Plaza de la Armería otros mayores entre los 78 y los 96 años que estuvieron entre los primeros vacunados en distintas comunidades autónomas y que representan la esperanza de la salida de la pandemia y el valor del colectivo más afectado por la mortalidad en esta crisis. A la esperanza por la vacunación le ha precedido el recuerdo a las víctimas, en especial a los más de un centenar de profesionales sanitarios fallecidos, que han estado representados por María Díaz, hija del jefe de Cirugía del Hospital La Paz, Joaquín Díaz, que falleció por la COVID tras 40 años de servicio y a pocos meses de jubilarse.
En un mensaje muy emotivo, Díaz ha agradecido el trabajo de la ciencia, por sacar adelante las vacunas que han permitido "ilusionarnos con un futuro mejor", al tiempo que ha pedido a los gobernantes que "no olviden" el dolor de los familiares de las víctimas.
Los familiares de los fallecidos reciben la Gran Cruz del Mérito Civil
Los familiares de los fallecidos han recibido de manos de Felipe VI la Gran Cruz del Mérito Civil frente a una llama de luz y sonando el adagio del Concierto para oboe de Alessandro Marcelo. Públicamente han sido entregadas cuatro de las 102 medallas, mientras que el resto han sido impuestas posteriormente en un acto privado.
Una ha sido precisamente la familia de Joaquín Díaz. Las otras tres han sido las familias del sanitario más mayor fallecido en pandemia (Jesús Algaba), la del más joven (Jove Pablo Riesgo), y la de una doctora que no nació en España, pero vino a salvar vidas y perdió la suya (Nedialka Veleva). Todas ellas han representado a otras tantas que han perdido a sus seres queridos mientras luchaban contra el virus.