Las lluvias torrenciales en Alemania dejan ya más de 100 muertos y 1.300 desaparecidos
- La cifra total de fallecidos podría elevarse en las próximas horas, según avanzan los trabajos de rescate
- Solo en la región de Renania-Palatinado se registran 60 muertos y otros 43 en Renania del Norte-Westfalia
Las lluvias torrenciales en Alemania elevan el balance provisional de muertos, hasta, al menos, 106 fallecidos, una cifra que podría aumentar en las próximas horas, ya que 1.300 personas siguen desaparecidas.
"Cuando se retiren las aguas se visibilizará la dimensión de la tragedia", ha dicho el presidente, Frank-Walter Steinmeier. Es hora de responder desde la "unidad nacional", ha añadido, y no de "decepcionar" las expectativas de quienes lo han perdido todo.
La catástrofe que se ha abalanzado sobre amplias zonas de los länder de Renania del Norte-Westfalia y Renania Palatinado evidencian la necesidad de "luchar con determinación" contra la crisis climática, ha advertido Steinmeier.
El rey de España, Felipe VI, ha mantenido una conversación con el presidente de Alemania para trasladarle la solidaridad del pueblo español con el pueblo alemán y con las familias de las víctimas.
Las autoridades regionales de Renania-Palatinado han comunicado un balance provisional de 60 muertos por los efectos de las inundaciones y el desbordamiento de ríos, cuya crecida sucedió con tanta rápidez que sorprendió a los vecinos.
En Renania del Norte-Westfalia se han alcanzado los 43 muertos,pero la Policía teme que la cifra siga aumentando en las próximas horas dado que todavía hay varios cientos de personas desaparecidas.
Muertos en el derrumbe de varias casas
El derrumbe de varias casas en Erftstadt-Blessem, cerca de Colonia, ha causado varios muertos, sin que se haya precisado cuántos por el momento.
"Hay víctimas mortales", declaró a medios locales una portavoz del distrito, que sufrió en las últimas horas graves inundaciones y que tiene dañadas importantes infraestructuras, entre ellas vías de comunicación y hospitales.
Medios locales informan de que las personas que se encontraban en las casas afectadas por el derrumbe no las habían abandonado a pesar de la alerta por las inundaciones. Las lluvias han amainado pero la situación en las regiones afectadas sigue siendo tensa, según el Servicio Meteorológico Alemán, la situación podría continuar hasta esta noche con precipitaciones continuas y fuertes en el suroeste de Alemania.
Sin líneas de telefonía móvil
Es difícil estimar con precisión el número de desaparecidos ya que, según una portavoz del distrito de Ahrweiler, se ha producido un colapso de las líneas de telefonía móvil por lo que muchas personas no han podido ser contactadas.
El ejército ha destinado 900 soldados a colaborar en los trabajos de rescate y de búsqueda de personas desaparecidas en los estados federados de Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia. En total, según el Ministerio de Interior, hay 15.000 personas trabajando en las labores de rescate.
Las autoridades han advertido a los ciudadanos que deben retirarse de las cercanías de los ríos y que no entren en sótanos inundados puesto que existe el peligro de sufrir descargas eléctricas. Algunas localidades han tenido que ser evacuadas, lo que ha afectado a miles de personas que han tenido que dejar sus casas.
Al menos 23 muertos en Bélgica
Las inundaciones también han afectado a otros países como Suiza o Bélgica, donde se ha confirmado el fallecimiento de, al menos, 23 personas en la región de Valonia, según el diario Le Soir. Los länder alemanes más afectados son los más cercanos a la frontera belga.
En el vecino Luxemburgo, donde en algunas zonas se llegaron a registrar hasta 100 litros de lluvia por metro cúbico, el gobierno de Xavier Bettel declaró en la tarde del jueves el estado de desastre natural por la "dramática situación" que vive el país, en el que por ahora no hay que lamentar víctimas mortales.
También el gobierno holandés de Mark Rutte declaró en la noche del jueves el estado de catástrofe natural en la provincia de Limburgo, limítrofe con Alemania. Miles de vecinos han sido evacuados como medida de precaución por la subida del nivel de agua en los ríos.
En Suiza las autoridades siguen manteniendo la máxima alerta en los lagos de Biena, Thun y los Cuatro Cantones, que han llegado a desbordarse esta semana, y hay niveles moderados en otras zonas, ante el temor a nuevas inundaciones debido a las persistentes lluvias del último mes y medio.
En Francia los servicios meteorológicos mantienen en alerta naranja por riesgo de inundaciones a 13 departamentos del noreste del país. La principal amenaza, además de las crecidas de algunos ríos, está en la posibilidad de avalanchas de barro en zonas con mucha pendiente, según Méteo France.
Cambio climático
El ministro alemán de Interior, Horst Seehofer, ha achacado las devastadoras inundaciones en el oeste del país a la crisis climática y pide acelerar las medidas para hacerle frente. "Nadie puede dudar que esta catástrofe está relacionada con la crisis climática", ha indicado a Der Spiegel.
Seehofer ha anunciado además ayudas del Gobierno federal para los afectados por las inundaciones. "Mi ministerio trabaja en ello actualmente con la cancillería y con el ministro de Finanzas, Olaf Scholz", ha asegurado.
Según la Oficina Federal para la Protección ante las catástrofes hay 23 ciudades afectadas por las inundaciones. Cerca de 600 kilómetros de vías de ferrocarril han sido afectadas y 165.000 personas estuvieron temporalmente sin suministro de electricidad. Los daños económicos del temporal no han sido todavía estimados pero se espera un monto bastante elevado.
La primera ministra de Renania-Palatinado, Malu Dreyer, destacó que la situación es "devastadora" y, pese a ser una zona acostumbrada a las inundaciones recurrentes, tilda de "catastróficas" las dimensiones de la ríada provocada por las lluvias. Por su parte, el ministro de Interior de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul, ha calificado la situación de "extremadamente difícil".
El estado federado de Renania-Palatinado ha destinado una primera partida de ayudas de urgencia de 50 millones de euros para paliar los daños.