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Sudáfrica "vuelve a la normalidad" después de unos disturbios que dejan al menos 212 muertos

  • El Ejecutivo considera que la situación está ya "totalmente estabilizada"
  • Las protestas comenzaron el pasado 9 de julio tras la entrada en prisión por desacato judicial del expresidente Jacob Zuma

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El Gobierno se ha visto obligado a sacar a más de 20.000 soldados del ejército
El Gobierno se ha visto obligado a sacar a más de 20.000 soldados del ejército

El recuento total de fallecidos por la oleada de violentos disturbios y saqueos masivos que está viviendo Sudáfrica en los últimos días asciende a 212 muertos, según ha informado este viernes el Gobierno sudafricano, al precisar que las personas arrestadas suman ya 2.524.

Pese al aumento del recuento de víctimas, la ministra en funciones de la Presidencia, Khumbudzo Ntshavhen, ha confirmado que todas las zonas afectadas están "gradual, pero firmemente" volviendo a la normalidad y que el Ejecutivo considera que la situación está ya "totalmente estabilizada".

En declaraciones a la prensa durante la mañana de este viernes, el presidente del país, Cyril Ramaphosa, ha afirmado que "está bastante claro que todos estos incidentes de agitación y saqueos fueron instigados, hubo instigadores, hubo gente que los planeó y los coordinó".

A su vez, en un discurso dirigido a la nación y emitido en televisión a última hora de este viernes, Ramaphosa ha apuntado que "quienes están detrás de estos hechos han buscado provocar un levantamiento popular entre nuestro pueblo que ha fracasado".

Las principales vías de comunicación abiertas de nuevo

Ramapahosa también ha señalado que las dos vías principales de comunicación del país habían sido ya reabiertas al tráfico y estaban en pleno funcionamiento.

Las protestas, de una semana de duración, se iniciaron a raíz del encarcelamiento del expresidente del país, Jacob Zuma, por desacato judicial al negarse a colaborar con la justicia en un juicio sobre corrupción que le investigaba.

Sudáfrica: devastación tras las protestas por el expresidente Zuma

Inicialmente los incidentes se originaron en la provincia de KwaZulu-Natal, región donde nació Zuma y su principal bastión político, pero con el paso de los días se fue extendiendo a todo el país, lo que llevó al Gobierno a movilizar al ejército y sacarlo a las calles para controlar los saqueos, disturbios y violencia callejera.

El Gobierno dice que se vio sobrepasado

"Podríamos haberlo hecho mejor, pero estábamos sobrepasados", ha admitido el máximo mandatario del país este viernes, antes de asegurar que los presuntos responsables últimos están ya siendo identificado y localizados.

En concreto, el Gobierno ha informado de que hay doce sospechosos principales por instigar la violencia -de los cuales uno ya ha sido detenido-, si bien las identidades no se han revelado para no comprometer las investigaciones.

Aunque las autoridades no han señalado aún públicamente a presuntos culpables, los medios locales colocan en el centro de las investigaciones de la instigación de la violencia a familiares, exespías y veteranos antiapartheid militarizados afines a Zuma.

Investigan a los hostigadores de las protestas

El propio presidente sudafricano comparó el lunes pasado la magnitud de estos incidentes con los niveles de violencia que la nación austral vivió a principios de los años 90, durante la convulsa transición entre el sistema de segregación racista del "apartheid" y la llegada de la democracia (1994).

El estallido de violencia se veía así alentado por problemas sociales preexistentes, como la extrema desigualdad, el desempleo, los elevados niveles de criminalidad general en el país y el malestar por la pandemia de covid-19. Inmersos en una larga tercera ola de casos, Sudáfrica es el país más golpeado por la covid en todo su continente. Desde que se tienen registros hay unos 2,2 millones de contagiados y más de 64.000 muertes.