El 'oro rojo', con este nombre se conoce al alga marina ocle que se recolecta frente a las costas cantábricas
- Desde el 1 de julio hasta el 30 de septiembre tiene lugar, en el Mar Cantábrico, la recogida del ocle
- Es un alga roja, muy utilizada en el sector farmacéutico, cosmético y ahora también alimenticio
Un equipo de RTVE ha acompañado a una de las embarcaciones que recolectan el alga Gelidium, cuyo uso principal es en el sector médico y farmacéutico. Sin embargo su aprovechamiento cada vez es más frecuente también para productos cosméticos y alimenticios.
Existen dos técnicas de recolección: una es el Arranque, barcos que desde alta mar y con buceadores lo cortan del fondo marino y una segunda llamada Arribazón, otra manera de recolección desde las playas mediante tractores que peinan los arenales.
Incómoda para los bañistas, fundamental económicamente
Llegan los meses vacacionales de Julio y Agosto y las playas asturianas se comienzan a teñir de un color rojizo debido a la acumulación de ocle. Esto es debido a la aparición de algas, tan incomodas para los bañistas que frecuentan las playas en época estival. A finales de Agosto, la acumulación empieza a ser muy abundante, ya que debido a las fuertes mareas, el ocle es arrastrado a las orillas de los arenales.
Es en este momento cuando al atardecer las playas se llenan de tractores y recolectan el tan buscado “oro rojo”.
Muchas familias de la zona llevan años completando sus ganancias en la ganadería, la agricultura o la construcción con lo que les da el Ocle. Lo recogen y lo secan en los prados para después venderlo a empresas especializadas.
Una vez en las plantas de procesado, las algas se lavan antes de someterlas a elevadas temperaturas para que se filtren hasta obtener el producto final, que suele ser en forma de polvo.
Pero esta no es la única forma de recoger y procesar el producto. Otra forma de recolección es desde barcos, que mediante buzos y a una profundidad que ronda los 20 metros, cortan las algas del fondo marino, eso sí, con el compromiso y la precaución de dejar 2 o 3 centímetros para que el alga vuelva a crecer.
Este tipo de recolección permite obtener un alga más limpia y de mejor calidad, factores que también repercuten en el precio final del producto.
Ambas actividades están reguladas por la Dirección General de Pesca del Principado de Asturias, que fija cada temporada un límite de toneladas y licencias para la recolección.
Conflicto entre los recolectores y temor a la sobreexplotación
Aquí comienza el conflicto, porque el ocle está dejando de llegar a las playas, y los ocleros de Arribazón responsabilizan de ello a las técnicas de Arranque.
“Arrancando las algas, la capacidad de recuperación es mucho menor“
Esta postura es la que defiende la Coordinadora Ecologista de Asturias que además destaca que el método de arranque está acabando con la biodiversidad del fondo marino.
Al arrancar las algas, se llevan las huevaras de los peces, además de dejar sin protección a los alevines ante sus depredadores.
Por otro lado, las autoridades competentes dicen no tener evidencias que demuestren esta afirmación. Realizan estudios después de cada temporada para asegurar que la producción de este preciado material pueda ser sostenible en el tiempo. Si no fuese así, se cerraría o se vedaría su recolección.
Un tercer elemento que alimenta la polémica es la aparición de grandes empresas de procesado de algas, que debido al incremento del uso del famoso Agar-Agar en el sector alimentario, ven un filón económico muy importante que contribuye a que las exigencias del mercado obliguen a una sobreexplotación incompatible con la sostenibilidad biológica de nuestras costas.
Muchas de estas empresas apuestan por el cultivo de macroalgas en las rías o entrantes de mar con el fin de garantizar una producción continua durante todo el año.