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Religiones y creencias

Las últimas monjas de Brihuega

  • El Monasterio de Santa Ana cierra tras 400 años
  • Las cuatro monjas cistercienses vivirán en otro convento en Madrid

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Monjas del Monasterio de Santa Ana de Brihuega
Monja del Monasterio de Santa Ana de Brihuega

El coronavirus ha conseguido lo que no pudo la ocupación francesa o la Guerra Civil. Las monjas del Monasterio de Santa Ana de Brihuega se marchan, después de cuatro siglos de vinculación con este pueblo de la provincia de Guadalajara. “Estamos muy tristes, aunque ya nos hemos hecho a la idea”, asegura la madre superiora, Sor Isabel. De esta forma cumplen con la norma de la Santa Sede, que obliga a la comunidad a reagruparse cuando son tan pocos.

“Yo soy de Valdearenas y a los 14 años sentí la llamada del Señor, siempre tuve claro que quería ser monja”. Así de tajante es Sor Isabel, que asegura que la Iglesia está viviendo una crisis de fe, por eso cada vez menos religiosos se animan a dedicarse a la vida contemplativa. “Cuando llegué al monasterio éramos 26 monjas. Vivíamos en un ambiente de armonía y paz, siempre ligadas con los colegios y los niños del pueblo, a su educación”. De esa veintena de religiosas, solo quedan cuatro. A principios de año eran seis, pero dos murieron a causa del coronavirus. “Lo pasamos muy mal, aquí no venía nadie. Esas dos bajas nos obligan a cerrar esta casa, pero es la voluntad de Dios”, piensa la madre abadesa.

32 conventos han cerrado en el último año

Durante el año pasado, cerraron en todo el país 32 monasterios. En la actualidad, según la Conferencia Episcopal Española, quedan abiertos 751 conventos, a los que pertenecen un total de 8.739 religiosos de clausura, la mayoría son monjas con una edad media de 68 años.

En la actualidad, quedan abiertos 751 conventos, a los que pertenecen un total de 8.739 religiosos de clausura, la mayoría son monjas con una edad media de 68 años

Para el obispo de Sigüenza-Guadalajara, don Atilano Rodríguez, el envejecimiento de los religiosos y la falta de vocación explican estos cierres. “Es una pena, porque los pueblos están muy ligados con las monjas y monjes de sus monasterios”, asegura el Monseñor. En los últimos años, se han cerrado dos en la provincia de Guadalajara.

Esperan que de momento se puedan mantener los monasterios de clausura que hay en la provincia. Sin embargo, hay dos conventos que podrían cerrar próximamente. Uno en Pastrana, donde quedan 2 monjas y otro en Buenafuente del Sistal, donde hay cinco. “Es una realidad que no podemos esquivar y debemos asumir como una realidad propia de los tiempos actuales”, concluye en Obispo.

‘Ora et labora’

La orden del Císter sigue la norma de San Benito y se rige bajo el lema “Ora et labora”. Se dedican a rezar y a trabajar, ya que este Santo defiende que “se debe comer el pan con el sudor de su frente”. De ahí a que esta congregación se dedicaba a hacer la vajilla de barro. En la actualidad, al ser más mayores, no trabajan y se dedican a cuidar una de las otras.

Su nueva morada será el Monasterio de la Piedad Bernarda, en Madrid, donde se va a reubicar a las mojas de la orden cisterciense

Su nueva morada será el Monasterio de la Piedad Bernarda, en Madrid. Aquí se van a reubicar a todas las monjas que tiene la orden cisterciense en el país. Por eso esta orden va a abrir en breve una casa asistencial en la capital, para acoger a todos los religiosos de su orden que necesiten cuidados propios de la tercera edad.

Futuro del convento

Una misa de 40 minutos para celebrar la onomástica de Santa Ana, pone fin a cuatro siglos de relación de la orden del Císter con Brihuega. Este pueblo de la Alcarria, con más de 3.000 habitantes, está muy triste por su marcha. Para recordarlas, el Ayuntamiento ha instalado un tótem en su memoria en la céntrica plaza del Jardinillo. El convento está a la venta y las monjas esperan que se use el edificio para fines sociales.