Felipe VI felicita a Mohamed VI por sus 22 años en el trono destacando la "profunda amistad compartida"

• Se trata de la primera carta entre los dos monarcas desde el estallido en abril de la crisis diplomática entre Marruecos y España
• Su desencadenante fue la presencia del líder del Frente Polisario en España para ser ingresado en un hospital de Logroño

Felipe VI y Mohamed VI durante la firma de acuerdos en el Palacio de Huéspedes Agdal, en Rabat (13/02/2019).

El rey Felipe VI ha felicitado este sábado al monarca Mohamed VI de Marruecos por sus 22 años en el trono, que se cumplieron ayer, y le ha transmitido la "profunda amistad compartida", según el texto del mensaje difundido por la agencia marroquí MAP.

Felipe VI, que dice expresarse en su nombre "y en nombre del Gobierno y el pueblo españoles", ha expresado al soberano alauí "los mejores deseos de salud y prosperidad al muy querido pueblo amigo marroquí".

Asimismo, el rey de España ha manifestado sus "más sinceras felicitaciones y mejores deseos de bienestar para el soberano y la Familia Real" marroquí, según MAP.

Se trata de la primera misiva entre los dos monarcas desde el estallido en abril pasado de la crisis diplomática entre Marruecos y España y que tuvo su desencadenante en la presencia del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España tras ser ingresado de manera secreta en un hospital de Logroño.

El país magrebí reaccionó permitiendo que una avalancha de miles de inmigrantes irregulares entrara en Ceuta los días 17 y 18 de mayo y llamando a su embajadora en Madrid, Karima Benyaich, a consultas.

El pasado día 29, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, recomendó, en un rueda de prensa ofrecida en el Palacio de la Moncloa, actuar con "discreción" para tratar de resolver la crisis diplomática abierta con Marruecos, al que definió como "un socio estratégico" para España.

Mohamed VI no menciona ni una sola vez a España en su discurso

Por su parte, el rey Mohamed VI dedicó su discurso del trono de este año a tender puentes con la vecina Argelia, pero no mencionó ni una sola vez a España.

Había expectación por ver si el monarca se refería de algún modo a España, sobre todo tras las repetidas señales de apaciguamiento llegadas desde Madrid -y particularmente la salida de la ministra Arancha González Laya, señalada por Rabat-, pero el rey no hizo ni siquiera una alusión indirecta al vecino del norte.

Más delgado y pálido que en sus últimas apariciones y visiblemente cansado, el monarca dedicó la mayor parte de su discurso a lanzar mensajes conciliadores hacia Argelia y reclamar la apertura de las fronteras terrestres, cerradas por decisión argelina desde 1984.

El monarca lamentó "las tensiones mediáticas y diplomáticas que agitan las relaciones entre Marruecos y Argelia, que perjudican a la imagen de los dos países y dejan una impresión negativa", un discurso que contradice los ataques recurrentes de los medios marroquíes, oficiales o privados, hacia el país vecino.