Un año de la explosión en Beirut que continúa sin respuestas
- La explosión dejó más de 200 muertos, 6.500 heridos, 300.000 desplazados y 9.700 edificios dañados o destruidos
- Humans Rigths Watch (HRW) ha acusado a los altos funcionarios libaneses como responsables de la catástrofe
Este miércoles se cumple un año de la fuerte explosión en el puerto de Beirut que dejó más de 200 muertos y 6.500 heridos. La investigación de la deflagración todavía no ha concluido tras 365 días del suceso, algo por lo que organizaciones como Amnistía Internacional o Human Rights Watch han acusado a las autoridades libanesas de obstruir la misma.
El primer aniversario del desastre se conmemora hoy en Líbano con diversos actos en honor a las víctimas y marchas. Durante el día se celebrarán una vigilia y una misa, entre otros eventos, pero se espera que las más multitudinarias sean las diferentes marchas convocadas para esta tarde. Concretamente, a las 18.07 hora local (15.07 GMT), la hora exacta en la que tuvo lugar la explosión, los asistentes a todas las manifestaciones realizarán un minuto de silencio al lado de la Estatua del Emigrante frente al puerto.
Uno de los mayores desastres de los últimos años
El incendio se originó en un almacén de explosivos cerca de los silos de trigo del puerto, en un depósito en el que, desde 2014, se encontraban 2.750 toneladas de nitrato de amonio sin custodiar. La enorme onda expansiva pudo sentirse en un radio de decenas de kilómetros y la gran columna de humo rojizo se extendió por el cielo de la capital. Según estimaciones de la ONU, la catástrofe, que supone uno de los mayores desastres de los últimos años en el Líbano, dejó 300.000 desplazados y unos 9.700 edificios quedaron dañados o destruidos.
“Los testigos describieron Beirut como una ciudad cubierta de cristales, sangre, ambulancias y escombros“
Los testigos del suceso describieron Beirut como una ciudad cubierta de cristales, sangre, ambulancias y escombros. Daniel Giménez, un español que se encontraba a ocho kilómetros del puerto en el momento de la explosión, relató a TVE la situación vivida en la ciudad: "He visto a gente sangrando, parte de edificios y ventanas en el suelo... Un caos total".
Sin respuestas sobre el origen de la explosión
Aunque las causas todavía se desconocen oficialmente, la directora de Crisis y Conflicto en Humans Rights Watch (HRW), Lama Fakih, ha puesto el foco sobre las acciones y omisiones de altos funcionarios libaneses "que no comunicaron con exactitud los peligros que planteaba el nitrato de amonio". La Unión Europea (UE) también se ha manifestado al respecto a través de un comunicado del alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, quien ha señalado que, un año después, "las familias de las víctimas y el pueblo libanés aún están esperando respuestas".
Según el informe de HRW Nos mataron desde dentro, basado en documentos oficiales y otras pruebas como correspondencias entre los ministerios libaneses, la finalización de la investigación oficial está siendo demorada por diversas trabas. Respecto a estos obstáculos Fakin señala la "falta de independencia judicial", la "inmunidad de las figuras políticas de alto nivel" o la "falta de respeto a los criterios para un juicio justo" como causantes del retraso.
Este martes el presidente libanés, Michel Auon, quien reconoció que había sido informado de la existencia de un cargamento de nitrato de amonio en el puerto de la ciudad cerca de dos semanas antes de que el material explosivo, se ha prestado a ofrecer declaración y ha criticado a las figuras que se amparan en su inmunidad u otros privilegios. Lo ha hecho en un discurso a la nación con motivo del aniversario de la tragedia: "No hay excusa para que nadie se conceda inmunidad para no proporcionar a la investigación toda la información requerida".
Concretamente, entre los políticos y altos mandos acusados de dificultar la investigación se encuentra el ministro de Interior, Mohamed Fahmy, que se negó a permitir la interrogación del jefe de la Seguridad General, el general Abás Ibrahim. Asimismo, el pasado mes de diciembre fueron imputados por presunta negligencia el primer ministro libanés en funciones, Hasan Diab, y tres exministros, que se opusieron a declarar y cuyo levantamiento de inmunidad continúa siendo discutido. Aunque hace un año se produjeron 16 arrestos, incluido el del director del puerto de Beirut, nadie ha sido condenado por la deflagración.
Una ciudad todavía en reconstrucción
Según ha alertado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), muchas familias requieren aún ayuda humanitaria doce meses después. La mayoría de las viviendas que sufrieron daños estructurales como consecuencia de la explosión están todavía sin reconstruir, así como importantes elementos de la infraestructura pública que amenazan con provocar una crisis de desechos sólidos si no son rehabilitados.
Asimismo, un tercio de los hogares tiene al menos un menor con repercusiones psicológicas. Raquel Fernández, jefa de comunicación de Unicef en Líbano, ha expresado sobre esto en el informativo 24 horas de RNE que, aunque hay muchísimos ejemplos positivos de recuperación, "unos 100.000 menores siguen afectados psicológicamente". "Hay niños que escuchan aviones y entran en terror", ha relatado.
“La pobreza del país se ha triplicado“
Después de 365 días "no se ha recuperado el ánimo", según Fernández, pero "los libaneses son gente luchadora, los jóvenes se lanzaron de manera espontánea a ayudar. De la ruina nace la vida", ha insistido. No obstante, la representante de Unicef ha recordado también la importancia de un mayor apoyo, ya que "las necesidades son masivas" y "se ha casi triplicado la pobreza extrema del país", algo sin precedentes en el Líbano.
El 77% de las familias no logra cubrir las necesidades básicas
La situación económica de la ciudad, una de las peores a nivel mundial en más de siglo y medio, comenzó en el Líbano en 2019 y continuó agravándose considerablemente tras la catástrofe. Según el director regional del Fondo de Unicef, Ted Chaiban, el 77% de las familias en el Líbano no logran cubrir las necesidades básicas y más del 30% de los menores se van a dormir con el estómago vacío.
En el marco de la conferencia convocada este miércoles por la ONU y el Gobierno de Francia para tratar la crisis en el Líbano, la ONG Acción contra el Hambre ha advertido en un comunicado del colapso inminente de la economía libanesa. Según esta organización, la mitad de la nación vive bajo el umbral de la pobreza: "Es una grave preocupación para la población". El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que también participa en la conferencia, ha asegurado a través de la red social Twitter que las reformas "se necesitan con urgencia para una salida sostenible de la crisis".
“El Líbano está en caída libre y en rápido riesgo de tocar fondo“
"El Líbano está tristemente en caída libre y en rápido riesgo de tocar fondo" por los efectos de la "triple crisis" económica, política y de la pandemia del coronavirus, ha insistido Chaiban en una rueda de prensa con motivo del aniversario de la tragedia. Las circunstancias de la nación amenazan con empujar a todos los niños del país a una posición en la que necesitarían ayuda humanitaria para cubrir sus necesidades básicas como la falta de electricidad. No obstante, Chaiban ha indicado que a la agencia de Naciones Unidas le preocupa más un posible fin del suministro de agua.
Chaiban aprovechó también la rueda de prensa para llamar a los líderes políticos a que aparquen sus diferencias para permitir la pronta formación de un gobierno en la nación mediterránea, que lleva casi un año en manos de un Ejecutivo interino. "Ya es hora de unirse y formar un gobierno que tenga como núcleo ofrecer servicios a las comunidades y a la gente libanesa, un gobierno capaz de poner al país en el camino hacia la recuperación", concluyó.