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Trabajar por dos euros la hora: el reverso de muchas ofertas laborales

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La oferta laboral que ofrece trabajo por dos euros la hora

Hacer la cama y poner los zapatos a un hombre por 2 euros la hora.  Esta fue la oferta de empleo que publicó una familia de Pozuelo de Alarcón (Madrid), uno de los municipios más ricos de España. La oferta ofrecía trabajar con un horario de 8:00 de la mañana a 18:00 de la tarde, de lunes a jueves, y los viernes de 8:00 de la mañana a 16:00 de la tarde. Además, algunos viernes debería trabajar más horas todo por 750 euros al mes (por debajo del salario mínimo) y sin dar de alta a la trabajadora en la Seguridad Social.

Saida fue la trabajadora que se interesó por esta oferta y lamenta que no es un caso aislado. “Son más habituales de lo que la gente cree. Todos los días vemos este tipo de ofertas que además no pagan las horas extras”, declara. La trabajadora añade que los empleadores “se aprovechan de los migrantes que tienen una situación vulnerable.  No quieren pagar la seguridad social y ponen sueldos muy por debajo del mínimo”, confiesa. Además advierte que en muchas ocasiones “ofrecen trabajo de interna e intentan descontar del sueldo la comida y el alojamiento”, confiesa Saida.

La oferta ha sido denunciada por el Servicio Doméstico Activo (SEDOAC). Según Edith Espínola, su portavoz, las ofertas de trabajo precario se han multiplicado con la llegada del coronavirus: "Durante la pandemia se han disparado las contrataciones de internas que trabajan siete días a la semana por 600 euros" y explica que muchas de ellas no las llega a conocer la sociedad "Los anuncios se borran en horas y luego es difícil perseguir esta explotación”, denuncia.

“Si alguien ve una oferta así hay posibilidad de denuncia a través del buzón de inspección de Trabajo”

Nines Jordán es responsable de proyectos de Empleo y Violencia de género en la Federación de mujeres progresistas corrobora la dificultad para denunciar debido a “que es algo invisibilizado y silenciado”, pero anima a denunciar estas conductas. “Si alguien ve una oferta así hay posibilidad de denuncia a través del buzón de inspección de Trabajo”, afirma. Según la experta “esta denuncia es anónima y Trabajo hará todo lo posible por perseguir al que publique la oferta”, añade.

Trabajar para ser pobre

Esta clase de ofertas evidencian la realidad del trabajo en nuestro país. Según los datos de Eurostat, España es uno de los países con más trabajadores pobres de Europa, casi 2,5 millones en total.

Este problema afecta de manera especial a las trabajadoras domésticas. De las 500.000 trabajadoras domésticas empleadas en nuestro país, un tercio de ellas está en situación de pobreza extrema. Es lo que se desprende del informe de Oxfam ‘Esenciales y sin derechos’, donde también se afirma que gran parte de estas mujeres trabajan "economía sumergida en la mayoría de los casos". En términos económicos esto supondría 820 millones de euros en cotizaciones y 2.600 millones de euros en salarios si se regularizara su situación.

Ofertas de empleo denigrantes

Pero estas mujeres no sólo tienen que defenderse de la precariedad laboral. También deben luchar contra los intentos de explotación sexual. Hacer masajes, trabajar semidesnuda, prácticas sexuales… estas son solo algunas de las propuestas que Lis ha recibido mientras buscaba empleo. Esta joven busca trabajo como limpiadora del hogar, pero las únicas ofertas que le llegan son de carácter sexual.

Paula sufrió el mismo tipo de acoso. Subió un anuncio demandando empleo como niñera y el resultado fue un buzón repleto de propuestas sexuales. “Me escribieron hombres con todo tipo de propuestas sexuales. Hasta un hombre que buscaba una mujer que le limpiara la casa completamente desnuda”, confiesa. De los 70 mensajes que recibió, tan solo uno de ellos fue en alusión de un empleo digno, afirma la joven. “Me he sentido acosada. Esta gente pretendía pagarme por humillaciones sexuales”, dice Paula.

El abogado Nicolás Lerma afirma que este tipo de comportamientos son denunciables. “No hay impunidad tras las redes sociales”, cuenta el experto. “Todos dejamos un rastro digital, y es relativamente sencillo el seguirlo y localizar a estas personas”. Además advierte que “el delito nacería una vez que las mujeres rechazan estas proposiciones y los usuarios siguieran insistiendo”.

Desde la Federación de Mujeres Progresistas animan a denunciar este tipo de acoso. Su presidenta, Yolanda Besteiro afirma que “esto es una forma de violencia sexual y es importante acabar con la sensación de impunidad”. Además piden que se modifique el artículo del código penal para que se legisle contra esta nueva realidad.