Científicos del CSIC describen la estructura de las uniones entre diferentes tipos de ADN
- Una investigación analiza cómo se relacionan el habitual B-ADN y el inusual i-ADN
- Las regiones del genoma estudiadas podrían convertirse en dianas en el tratamiento del cáncer
Un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Barcelona ha descrito por primera vez la estructura en 3D de la unión entre dos tipos diferentes de ADN.
Las regiones del genoma estudiadas en esta investigación, publicada en Journal of the American Chemical Society, podrían convertirse en dianas terapéuticas para el tratamiento del cáncer.
Existen distintos tipos de estructuras que puede adoptar la molécula de ADN. La más habitual es la de doble hélice o B-ADN, también llamada dúplex, en la que dos hebras o cadenas se enrollan entre sí. Otras estructuras más inusuales están formadas por tres o cuatro cadenas. Es el caso del i-ADN o i-motif, objeto de estudio de esta investigación.
Cuatro cadenas se asocian en el i-ADN, que se puede formar en regiones del genoma ricas en citosina. Las células emplean este compuesto químico para elaborar los elementos fundamentales del ADN y el ácido ribonucleico o ARN.
El ADN de doble hélice puede formar localmente una estructura diferente. Así lo indica en un comunicado del CSIC Carlos González, investigador de este organismo en el Instituto de Química Física Rocasolano y uno de los autores del trabajo.
"No conocemos bien la función de estas estructuras no canónicas en la célula, pero pensamos que se forman de manera transitoria cuando las dos hebras de la doble hélice se separan durante procesos celulares como la replicación o la transcripción", explica el científico.
Se plantearon que tenían que existir interfases o regiones de unión entre distintos tipos de estructura, lo que han estudiado. Según González, "describe la primera estructura observada hasta ahora de una unión entre una región de B-ADN y otra de i-ADN".
Clave para crear medicamentos antitumorales con menos efectos secundarios
El ADN es una diana farmacéutica clave en numerosos campos, como el desarrollo de medicamentos antitumorales. Esto se debe a que muchos de los agentes antitumorales llevan a cabo su función interaccionando con el ADN celular.
Durante mucho tiempo se ha tratado de mejorar estos medicamentos mediante la búsqueda de compuestos que interaccionen de manera específica con regiones particulares del ADN. Esto reduciría los efectos secundarios para los pacientes.
"Aunque se ha avanzado en este objetivo, conseguir compuestos selectivos tropieza con la dificultad de que la doble hélice canónica es una estructura muy regular", apunta González.
Sin embargo, el científico destaca que "las formas no canónicas y sus uniones son estructuralmente muy diferentes a la doble hélice y, por lo tanto, abren la posibilidad de desarrollar compuestos más selectivos que, a la postre, provoquen menos efectos secundarios".