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Pobreza farmacéutica: cuando hay que elegir entre comprar comida o medicinas

  • El número de personas que no pueden comprar lo que les recetan ha aumentado un 30 %
  • Leire necesita doce pastillas al día para sus enfermedades crónicas

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Pobreza farmacéutica: cuando hay que elegir entre comida o medicinas

La pandemia y la crisis han provocado que aflore una nueva realidad, la pobreza farmacéutica. El número de personas que no pueden comprar las medicinas que les recetan ha aumentado un 30 %, según datos de la ONG Banco Farmacéutico. De esta forma, más de un millón de personas ha dejado de tomar algún medicamento porque no podían pagarlo.

Los últimos datos oficiales de los que se disponen son del Barómetro Sanitario del CIS de 2019. En él se recoge que el 2,6 % de la población española, algo más de 1.200.000 personas, ha tenido que dejar de tomar algún medicamento por no poder pagarlo. El equipo de investigación de La Hora de La 1 ha profundizado en el perfil de estas personas, las ayudas que tienen y cuáles son los medicamentos que no se pueden costear.

Fructuoso necesita 55 euros al mes en medicamentos y no cuenta con trabajo fijo

Fructuoso, enfermo crónico, tuvo que elegir entre comer o medicarse. Eligió lo primero y hasta se negó a ir a urgencias a pesar del dolor agudo de pecho que empezó a sufrir. Cada día, tiene que tomar todo tipo de medicamentos: "Para la diabetes, para la hipertensión, para el colesterol, para las alergias... son 55 euros al mes, los cuales no me llega. En estos momentos no estoy trabajando en nada fijo".

Como o me tomo mis medicamentos. Y para mí, primero es la familia

Gracias a la trabajadora social de su centro de salud fue derivado a la ONG Banco Farmacéutico que desde entonces corre con los gastos de los fármacos que no le cubre la Seguridad Social. "Como o me tomo mis medicamentos. Y para mí, primero es la familia, los hijos míos que coman, que medicarme", relata Fructuoso.

Leire necesita doce pastillas al día para sus enfermedades crónicas

Una situación similar vive Leire, que estaría sin medicarse desde el pasado noviembre, al igual que otras 36 personas, si no hubiese sido por la ayuda de la ONG. "Yo me tomo unas doce pastillas al día para mis distintas enfermedades, que son crónicas. Casi todo son calmantes, padezco de migraña, lumbociática, tres hernias discales, y bueno, ahora también estoy con una bursitis en el hombro", relata.

Yo me tomo unas doce pastillas al día para mis distintas enfermedades, que son crónicas. Casi todo son calmantes

En el caso de Javier, es una red vecinal la que sufraga su medicación. "Yo tengo un tratamiento crónico. Siete pastillas en la mañana y siete en la tarde. Sería como 120, 110 euros todos los meses", explica Javier. Una cifra inasumible para él. "Con la baja, el ingreso que percibo son alrededor de 850 euros, de los cuales habría que pagar el alquiler que son 750 y ya usted verá qué es lo que queda", añade.

Desde la ONG Banco Farmacéutico aseguran que esta pobreza se está asentando, ya que en los últimos siete años han cubierto 7.000 planes de medicación, lo que significa una inversión de un millón de euros. El perfil: enfermo crónico, que tiene una media de unos 50 años, con dos hijos a su cargo y que ha finalizado la prestación del subsidio.