Los talibanes prosiguen su avance hacia Kabul y controlan ya 23 capitales
- Los insurgentes capturan varios enclaves importantes, entre ellos Mazar-e-Sharif, la cuarta ciudad más grande
- El presidente afgano anuncia soluciones políticas y asegura que la "máxima prioridad" es volver a movilizar las tropas
Los talibanes prosiguen su avance hacia la capital de Afganistán y controlan ya 23 capitales de provincia en algo más de una semana, tras la captura en las últimas horas de Mazar-e-Sharif, capìtal de la provincia de Balkh y la cuarta ciudad más grande del país.
Esta conquista supone un duro golpe para el Gobierno afgano, después de que esta semana cayeran en manos insurgentes la segunda ciudad más importante, Kandahar, y la tercera, Herat, con Kabul como único bastión contra los talibanes.
Balkh es la provincia más grande y estratégicamente importante del norte de Afganistán, ya que ha servido como capital de zona para varias provincias del norte, y posee uno de los puestos fronterizos más importantes del país al limitar con Uzbekistán y Tayikistán.
El principal portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, también ha confirnado en su cuenta oficial de Twitter que la conquista de la ciudad, así como "la casa del gobernador, el cuartel general de la policía (y) la oficina de inteligencia", entre otras.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, ha señalado este sábado que se están llevando "consultas" con "líderes políticos y socios internacionales" para encontrar rápidamente una solución política que garantice la "paz y la estabilidad" en el país.
En un discurso a la nación, Ghani ha asegurado que la "máxima prioridad" en estos momentos es volver a movilizar las fuerzas de seguridad "y se están tomando medidas necesarias para este propósito", después de que muchas de las tropas afganas se rindieran o huyeran en las provincias bajo control de los talibanes.
Entrega sin resistencia
Además de Mazar-e-Sharif, este sábado han caído en manos insurgentes la noroccidental Maymana; la oriental Mehtarlam; Sharana, capital de la provincia suroriental de Pktika, Qalaq, capital de Zabul, y Asadabad, capital de la provincia oriental de Kunar, en la mayoría de los casos sin apenas resistencia.
Sharana fue entregada pacíficamente y sin "disparar una bala", confirmó a Efe el diputado por la provincia de Paktika en la Cámara Baja del Parlamento nacional, Khalid Asad, pues los funcionarios del Gobierno y las fuerzas de seguridad evacuaron la ciudad tras alcanzar un acuerdo con los talibanes por mediación de líderes tribales de la zona.
Los talibanes reivindicaron también la captura de la capital. "Los muyahidines del Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) entraron en la ciudad de Sharana en Paktika. Todos los puestos de control defensivos de la ciudad fueron conquistados", reveló en Twitter el principal portavoz talibán, Zabihullah Mujahid.
Los insurgentes también se han hecho con el control de Qalaq mientras tomaban la provincia vecina de Kandahar, confirma un diputado por la provincia en el Parlamento nacional, que pidió el anonimato. "La oficina del gobernador, el cuartel general de la policía, el centro de inteligencia y todas las instalaciones de la ciudad fueron capturadas por muyahidines", asegura el portavoz talibán. Tras la conquista, "los soldados dejaron las armas y se unieron a los muyahidines", sentenció Mujadih.
Poco después, los talibanes entraron en la ciudad de Asadabad y "capturaron la mayor parte de la ciudad, incluida la sede de la policía, la casa del gobernador y el resto de las instituciones gubernamentales", afirmó a Efe un miembro del Consejo Provincial de Kunar, Latif Fazli. A su llegada, los insurgentes abrieron las puertas de la prisión provincial y liberaron a todos los presos, agregó
Pánico en la capital
El cerco a Kabul ha desencadenado el pánico en parte de la población de la capital, sobre todo entre aquellos con vínculos con los países ocidentales durante los 20 años de guerra en Afganistán.
En la oficina de registro para la obtención de nuevos pasaportes, una marea humana trata a la desesperada de entrar en las instalaciones, un objetivo que logran solo unos pocos, mientras una mayoría debe resignarse a volver a intentarlo al día siguiente.
Pero el pasaporte no garantiza la posibilidad de abandonar el país, como asegura a Efe Mansour Qazizada, que hace casi un mes que va "de oficina en oficina para completar los documentos y papeles necesarios para obtener un visado para Tayikistán".
Otros se apelotonan frente a los cajeros automáticos, muchos de ellos sin efectivo, para recuperar sus ahorros y estar listos en caso de que tengan que abandonar de urgencia el país. "He intentado desde esta mañana retirar mi dinero del banco. Casi ha concluido el día y aún no he podido retirarlo por la avalancha de gente en el banco y porque casi todos los cajeros automáticos están fuera de servicio", aseguró a Efe el joven Sidiqullah Amin.
Si no se puede conseguir ahora dinero en los bancos, "¿qué sucederá si mañana los talibanes llegan a las afueras de la ciudad?", se pregunta Amin, que dice que si la situación empeora, su objetivo será huir a Irán para salvar su vida y la de su familia.
Exteriores repatriará a los españoles
Mientras, varios países occidentales, entre ellos España, preparan la evacuación de su personal diplomático. Exteriores anunció el viernes la repatriación del personal de la embajada española en Afganistán, los españoles que aún queden en el país y aquellos afganos y sus familias que han trabajado en los últimos años con las tropas y cooperantes españolas.
Estados Unidos ha enviado 3.000 soldados a la capital para evacuar a la mayor parte del personal de su embajada, aunque va a mantener abierta la oficina diplomática. También el Reino Unido ha desplegado a 600 militares para ayudar a los ciudadanos británicos a abandonar el país ante el deterioro de la seguridad y el aumento de la violencia.
"Kabul no se encuentra en estos momentos en un entorno de amenaza inminente, pero claramente, si nos fijamos en los que han estado haciendo los talibanes, se puede ver que están tratando de aislar Kabul", ha señalado el portavoz del Pentágono, John Kirby.
La caída de Sharana se produce en el contexto del imparable avance talibán, que tras el inicio el pasado mayo de la fase final de la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN de Afganistán han incrementando su ofensiva en el país.
En los últimos tres meses y medio, los insurgentes se han hecho con el control de 140 centros de distrito, 23 capitales de provincia y casi diez cruces fronterizos, la mayor conquista territorial en dos décadas de guerra.