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Al menos 20 muertos al explotar un camión cisterna en el norte del Líbano

  • El suceso ocurrido en Akkar - en el norte del país- deja además 79 heridos

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Soldados libaneses y ambulancias de la Cruz Roja en el lugar de la explosión.
Soldados libaneses y ambulancias de la Cruz Roja en el lugar de la explosión.

Al menos 20 personas han muerto este domingo y otras 79 resultaron heridas por la explosión de un camión cisterna de combustible en un distrito de la región de Akkar, en el norte del Líbano, ha informado la Cruz Roja libanesa.

"Nuestros equipos han transportado 20 cadáveres (...) por la explosión del camión cisterna de combustible en Akkar a los hospitales de la zona", ha dicho la organización humanitaria y ha añadido que hasta el momento 79 personas resultaron heridas, sin especificar su gravedad.

Por ahora,  se desconoce la causa de la gran explosión.

El ex primer ministro del Líbano, Saad Hariri, ha pedido en un tuit la dimisión del presidente Michel Aoun afirmando que "la masacre de Akkar no se diferencia de la masacre del puerto" de Beirut.

Este mes de agosto hizo un año de la explosión en el puerto de Beirutde más de 2.000 toneladas de nitrato de amonio que dejó más de 200 muertos, más de 6.500 heridos y la mitad de la capital destruida.

"Si hubiera un país que respetase a las personas, sus responsables dimitirían, comenzando por el presidente de la República hasta el último responsable", ha afirmado.

El Ejército libanés dijo el sábado, que había incautado miles de litros de gasolina y diésel que los distribuidores estaban almacenando en tanques en todo el país.

Un máximo de dos horas al día de suministro eléctrico

Estas redadas se producen después de que el gobernador del Banco Central, Riad Salame, afirmara hace unos días que no podía seguir respaldando la adquisición de carburantes y levantaba el subsidio del combustible en el país.

Como consecuencia, el hospital de la Universidad Americana de Beirut advirtió en un comunicado de que "se enfrenta a un desastre inminente debido a la amenaza de un cierre forzoso a partir del próximo lunes 16 de agosto como consecuencia de la escasez de combustible".

La subida de precios y la escasez de combustible repercute directamente en el suministro de electricidad a la población libanesa.

Desde hace semanas, la compañía eléctrica libanesa solo proporciona un máximo de dos horas al día de suministro eléctrico, mientras los proveedores de energía alternativa, a través de generadores privados, racionan las horas de luz por la escasez de diésel para hacerlos funcionar y multiplican su precio desmesuradamente cada poco tiempo.

La población enfrenta graves dificultades para conservar alimentos, trabajar en remoto o aguantar las temperaturas del mes más caluroso del año, al tiempo que la falta de suministro eléctrico afecta a la producción industrial, el funcionamiento de hospitales y escuelas, e incluso la seguridad vial.