El caos en el aeropuerto de Kabul dificulta la evacuación de civiles afganos
- Disparos al aire, humo y explosiones disuasorias de las fuerzas de seguridad evitan que la gente trate de entrar en masa
- Cada pocos minutos, una estampida hace que decenas de personas caigan inconscientes empujadas por la multitud
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Miles de personas, entre ellas niños y ancianos, llegados de Kabul y de otras provincias afganas, pasan los días y las noches frente a las puertas cerradas del aeropuerto, para que solo unos pocos, tras largas horas bajo el sol con empujones, caídas y un volver a levantarse, logren entrar.
Al acceder, se encuentran con disparos al aire, humo y explosiones disuasorias de las fuerzas de seguridad estadounidenses y algunos soldados afganos que se negaron a rendirse a los talibanes, que evitan que la muchedumbre se abalance sobre la puerta, pero nadie trata de facilitar el paso por un cuello de botella por el que es casi imposible acceder.
Incluso aquellos que superan el primer control, tienen después que escalar la puerta de acceso, al no abrirse por seguridad para evitar que la gente trate de entrar en masa y repita las imágenes del lunes pasado.
Cada pocos minutos, una estampida hace que decenas de personas, debilitadas por el calor y las largas horas de espera, caigan inconscientes empujadas por la multitud, mientras los niños gritan y lloran y sus familiares tratan de evitar que los pisoteen. Este miércoles las avalanchas humanas han causado al menos 17 heridos.
Y todo a pesar de que los militares norteamericanos han abierto una nueva puerta para facilitar la entrada de los que están en las listas de evacuados. La embajada de EE.UU. en Kabul ya ha alertado a través de un comunicado que "no pueden garantizar el paso seguro al aeropuerto".
"Estoy pasando aquí los días y las noches más difíciles de mi vida"
Bashir, de 41 años y padre de seis hijos, reconoce a Efe entre lágrimas que está pasando en el aeropuerto "los días y las noches más difíciles" de su vida. Cada vez que intentan acercarse a la puerta, dice, los guardias de seguridad les empujan de vuelta.
Él y su familia llevan tres días sin abandonar el lugar, cerca del acceso a la puerta norte del aeropuerto, donde está la zona militar desde la que se están llevando a cabo los vuelos de repatriación organizados por Estados Unidos y los países europeos.
Este padre de familia, sin embargo, acepta que estos son "malos momentos" que hay que superar en la vida, porque lo importante es poder escapar cuanto antes de una vida "peor" en Afganistán bajo el nuevo régimen talibán, que proclamó su victoria el pasado domingo con la toma de Kabul tras veinte años de guerra.
En los últimos días, EE.UU. ha desplegado 6.000 soldados en Afganistán y otros 1.000 están de camino para ayudar en las labores de evacuación, pero ese músculo militar no es visible en la coordinación del acceso al recinto.
Afganos o extranjeros, todos padecen el mismo problema: el caótico acceso a la puerta, como han corroborado varios ciudadanos neerlandeses, que fueron incapaces de acceder al aeropuerto a pesar de haber sido convocados por el personal diplomático a través de correos electrónicos, según informó la televisión neerlandesa NOS.
Acuerdo de no agresión talibanes-EE.UU.
Los talibanes, mientras tanto, observan desde la lejanía sin intervenir, al tiempo que tratan de controlar el tráfico afectado por la multitud, en un aparente acuerdo de no agresión que estaba permitiendo la llegada de todos esos afganos que, por sus vínculos con el Gobierno o los países extranjeros, ven peligrar su vida bajo el régimen insurgente en cuanto la atención exterior se apague.
Sin embargo, la subsecretaria de Estado de Estados Unidos, Wendy Sherman, ha denunciado este miércoles que los talibanes, en contra de sus declaraciones públicas, están impidiendo que los afganos lleguen al aeropuerto de Kabul para su evacuación.
Esta multitud afgana no solo padece la humillación de la caótica espera y el bloqueo talibán, sino también de algunos transeúntes, que les lanzan insultos y arremeten contra ellos. "No disparen al aire, bajen su arma y maten a 30 de estos traidores, para que entiendan cuáles son las consecuencias de la traición a la patria", gritó un taxista.
A las puertas de la embajada francesa, decenas de personas esperan con la esperanza de que los lleven al aeropuerto porque desplazarse por las carreteras, controladas por los talibanes, es muy peligroso, como describe un abogado que está colaborando con la embajada española.
"Esto es muy aleatorio, en cualquier momento en un check point de talibanes se puede complicar la situación. Ya conocemos algún caso en el que se está depurando a personas y de asesinatos selectivos", afirma.
Por eso es vital lograr un corredor seguro que permita llegar al aeropuerto. Hasta el momento, se calcula que solo entre Francia, Reino Unido y Estados Unidos se han evacuado a casi 8.000 personas, y los norteamericanos mantienen la esperanza de evacuar a 5.000 personas al día.
Una cifra muy superior a la lograda entre el martes y este miércoles: 2.000."Estamos intentando sacar al máximo número de personas posible", ha confesado el portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU., John Kirby, quien ha reiterado que los comandantes estadounidenses en Kabul están en contacto con los talibanes para tratar de garantizar que no se produzca ningún hostigamiento y que las personas que quieran alcanzar el aeropuerto puedan hacerlo de manera segura.
Reino Unido sí confirma la colaboración de los talibanes
El embajador británico en Afganistán, Laurie Bristow, -a diferencia de la subsecretaria de Estado norteamericana- ha asegurado que Gran Bretaña está trabajando con los talibanes en Kabul a un "nivel táctico y práctico" para evacuar a los ciudadanos y los afganos que reúnen los requisitos.
Un programa de evacuación que, según Bristow, durará días y no semanas. "Es interesante que los talibanes hayan decidido apoyar esta operación", ha defendido en una comparecencia ante los periodistas filmada desde Kabul.
"Mi valoración es que consideran que les interesa ayudar a que se produzca de forma ordenada y clara. Y, obviamente, que a nosotros nos interesa verlo así, así que estamos trabajando con ellos en lo que necesitamos a nivel práctico táctico", ha explicado.