Unicef alerta: la tormenta tropical Grace agrava la situación de más de medio milón de niños tras el terremoto en Haití
- Más de 84.000 viviendas han quedado dañadas o destruidas, según Unicef
- Entre las personas que necesitan ayuda urgente se encuentran 167.000 niños menores de cinco años
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), alrededor de 540.000 menores y 1,2 millones de personas se han visto afectados por las consecuencias del terremoto de magnitud 7,2 registrado el pasado sábado en el suroeste de Haití. Las localizaciones más perjudicadas (South, Nippes y Grand’Anse) están sufriendo ahora las inundaciones provocadas por la tormenta tropical Grace y el acceso al agua, al refugio y a otros servicios básicos se está viendo interrumpido en múltiples puntos del país.
El representante de Unicef en Haití, Bruno Maes, ha relatado la compleja situación que continúan experimentando los haitianos debido a estas crecidas: “Anoche hubo fuertes vientos y lluvias torrenciales en las mismas áreas que ya se vieron afectadas por el terremoto”. De acuerdo con Unicef, es probable que las inundaciones y sus deslizamientos de tierra empeoren la situación de las familias vulnerables y compliquen aún más la respuesta humanitaria. Para Maes son incontables las familias haitianas que "lo han perdido todo" por culpa del terremoto y que, además, ahora se ven obligadas a vivir, literalmente, "con los pies en el agua".
“Más de 84.000 casas han quedado dañadas o destruidas“
"Alrededor de medio millón de niños y niñas haitianos tienen acceso limitado o nulo a refugio, agua potable, atención médica y nutrición”, ha dicho Maes sobre uno de los sectores de la población más vulnerable. Muchas de las escuelas, hospitales y otras infraestructuras públicas como los puentes han quedado derribadas o deterioradas gravemente, dificultando que los menores puedan recuperar la rutina diaria de la infancia. Asimismo, muchos de estos niños también han perdido sus hogares: "más de 84.000 casas han quedado dañadas o destruidas", según Unicef.
Unicef distribuirá kits educativos y recreativos
Unicef está movilizando suministros adicionales como los kits educativos y recreativos, más allá de aquellos que cubren las necesidades básicas como los depósitos de agua, los kits de higiene y las letrinas y duchas. El fondo de las Naciones Unidas para la Infancia está gestionando también actividades de participación comunitaria "para evitar la separación familiar y garantizar la protección y el apoyo psicosocial de los niños y niñas".
Los primeros cálculos de Unicef sobre las necesidades de los niños y niñas estiman que se necesitarán 15 millones de dólares (casi 12,8 millones de euros) para ayudar, durante un período de ocho semanas, a unas 385.000 personas que lo requieren urgentemente. Entre estos afectados de carácter urgente se incluyen "167.000 niños y niñas menores de cinco años". Este requisito de financiación inicial se revisará y ajustará en las próximas semanas, a medida que se concrete el impacto de la catástrofe en los niños y las familias.
La violencia criminal y la inseguridad han complicado la respuesta humanitaria y, por ejemplo, la carretera principal de Puerto Príncipe (en el sur del país) permanece controlada por pandillas. No obstante, Unicef prosigue con su labor y pudo prestar apoyo en las zonas afectadas con suministros médicos, tan solo pocas horas después del seísmo. Además, la organización logró instalar tiendas de campaña en el patio de un hospital para albergar a los pacientes que temían que el edificio se derrumbara.
El terremoto deja ya 1.941 muertos y 9.900 heridos
El seísmo, que también se sintió en República Dominicana y en Cuba, se registró a las 8.29 hora local (12.29 GMT) al noreste de Saint-Louis du Sud, en el sur de Haití, y tuvo una profundidad de 10 kilómetros, según la agencia geológica. Según el último balance oficial divulgado este martes, el terremoto de magnitud 7,2 ha causado ya al menos 1.941 muertos y 9.900 heridos.
El impacto del terremoto, el segundo más mortífero de los últimos 25 años en Latinoamérica, se sintió en todo el país, aunque los daños materiales se concentraron en el suroeste de la isla. Ariel Henry, el primer ministro de Haití, ha declarado el estado de emergencia durante un mes y ha calificado la situación de "dramática".
Haití, el país más pobre de América, aún no se había recuperado de las consecuencias del terremoto de magnitud 7 que hace 11 años causó unos 300.000 muertos y que ocupa la posición del más mortífero de la región. A ello se suma la grave crisis sociopolítica que afecta al país caribeño, cuyo último episodio tuvo lugar hace apenas un mes, con el asesinato a tiros de su presidente, Jovenel Moise.