Al menos dos muertos en un incendio de la costa mediterránea francesa, que ya ha arrasado 6.300 hectáreas
- El fuego, declarado este lunes, se encuentra cerca de la turística ciudad de Saint-Tropez
Un gran incendio en la Costa Azul francesa, cerca de Saint-Tropez, sigue sin estar controlado y se ha cobrado sus dos primeras víctimas mortales. El fuego ha arrasado 6.300 hectáreas desde que se declarara el lunes por la tarde junto a un área de la autopista en el municipio de Gonfaron.
Una persona ha sido encontrada muerta junto a su casa de la localidad de Grimaud tras el paso del incendio, el más importante del verano en el país galo. La Fiscalía de Draguignan ha abierto una investigación para aclarar si la muerte de este hombre de alrededor de 50 años está relacionada con el fuego.
En esa misma población de Grimaud se busca a una mujer de 32 años de la que no se tienen noticias desde el martes. No obstante, el prefecto -delegado del Gobierno- no ha precisado si esa es la segunda persona fallecida, de la que no trascendieron de momento detalles.
Además, 22 personas han resultado heridas, con 19 intoxicadas. Entre los bomberos también hay cinco heridos de carácter leve.
De las 6.300 hectáreas arrasadas, 1.000 han ardido durante la última noche, como ha detallado la portavoz de los bomberos en el departamento de Var a la emisora France Info. Los bomberos se han tenido que enfrentar a cambios en la dirección del viento, lo que les ha hecho cambiar de posición.
Han tenido que ser evacuadas 10.000 personas, tanto residentes como turistas, de las que 7.000 han tenido que ser realojadas la noche del martes.
La portavoz no cree que puedan regresar hoy a sus hogares o alojamientos, mientras que la Prefectura del departamento del Var ha reiterado en un comunicado que "las personas evacuadas no deben absolutamente volver a su domicilio o a su centro de vacaciones".
Contenido pero no controlado
El incendio "está contenido", aunque no controlado, según la portavoz. La menor virulencia del viento se ha traducido en que el fuego "progresa mucho menos". No obstante, se teme que se repitan ráfagas fuertes.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se acercó este martes al centro de control de los bomberos desde el fuerte de Brégançon, a unas decenas de kilómetros del fuego, donde pasaba sus vacaciones.
Macron afirmó que Francia no ha sufrido este verano la situación que han vivido otros países mediterráneos en el frente de los incendios, como Grecia, Turquía, Argelia o Marruecos.
Insistió en que, aunque estos fenómenos no son nuevos en la región cuando se da una larga sequía y fuertes vientos, el calentamiento climático hace que estos puedan ser más frecuentes y que incluso puedan tener lugar en zonas del norte de Francia, incluso al norte del río Loira, donde hasta ahora no ocurrían.