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La resistencia artística de América Latina a sus dictaduras conquista el museo Reina Sofía

  • Los artistas de la época buscaron nuevas formas de difusión para eludir la censura
  • La exposición se centra en el arte producido entre 1964 y 1987 en los países latinoamericanos

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Obras de Hebert Rodríguez
Obras de Hebert Rodríguez

El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía está llevando a cabo una reordenación a través de la cual presenta la exposición Los enemigos de la poesía: Resistencias de América Latina, que se centra en el arte producido entre 1964 y 1987 en los países latinoamericanos y en su relación con España.

En ella se exponen más de 100 obras a lo largo de diez salas. Según ha explicado la institución en un comunicado la mayoría de los ejemplares no han sido exhibidos antes en el museo. El episodio refleja las transformaciones políticas de la época y la aparición de nuevas prácticas artísticas.

Durante los años de producción de estas piezas, América Latina vivía varias dictaduras: tras un golpe de Estado en 1964 Brasil se sometía al poder militar de Humberto de Alencar Castelo, en Argentina se instauró el régimen militar de Juan Carlos Onganía, y en Chile se vivía la terrible dictadura de Pinochet, que duró hasta 1990, entre otras.

Nuevas vías contra la censura

Los artistas de la época, mayoritariamente censurados, buscaron nuevas formas visuales para denunciar la violencia estructural de sus países. Durante la dictadura de Brasil, el circuito de arte postal se convirtió en una vía para enviar mensajes subliminales.

En Perú, el activismo se mostraba a través del arte urbano. El lienzo de Herbert Rodríguez eran las paredes de Lima, cubiertas de mensajes con un trasfondo político. Destacan sus trabajos Represión (1985) o Violencia estructural (1988). Utilizar el espacio público para protestar contra el Estado, sus imposiciones y su opresión, es algo que se ha visto a lo largo de la historia.

Lo cuenta Cortázar en su pequeña historia Graffiti refiriéndose a la dictadura argentina: "Poco les importaba que no fueran dibujos políticos, la prohibición abarcaba cualquier cosa, y si algún niño se hubiera atrevido a dibujar una casa o un perro, lo mismo los hubieran borrado entre palabrotas y amenazas".

La exposición toma su nombre Enemigos de la poesía basándose en un colectivo brasileño Poema/Processo que rechaza el concepto tradicional de la poesía; el lenguaje, y utiliza los poemas como lugar de experimentación. También en Puerto Rico varios artistas desafían la lírica para crear poesía visual a través de serigrafía o impresión masiva.

Obras de Regina Silveira (izquierda), y en la vitrina frontal obra de Julio González y Augusto Campos

Obras de Regina Silveira (izquierda), y en la vitrina frontal obra de Julio González y Augusto Campos Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Historias en vanguardia

A mitad de camino de la exposición, entre las salas dedicadas a Argentina y Mayo del 68 y a El mapa no es lugar, el espectador se sitúa en una pequeña habitación con líneas en el suelo y fragmentos de texto. Este espacio minimalista es la escena de un tiroteo, se muestra el recorrido de las balas. Luis Camnitzer, un artista alemán, narra de manera visual la masacre de Puerto Montt (Chile), y para ello se basa en la descripción que un periodista chileno le dio de la matanza ocurrida en 1969. Once civiles fueron asesinados por las fuerzas policiales en un ejercicio de violencia institucional.

Parte del arte de la época puso en el punto de mira las zonas rurales de estos países. En el libro América, un viaje a través de la injusticia, Enrique Bostelmann, un artista mexicano, retrata las áreas rurales de Latinoamérica, especialmente de México y Centro América. Por su lado, Jesús Ruiz Durand denuncia a la dictadura militar socialista de Perú tras un golpe de Estado en 1968 en Reforma Agraria Peruana.

Obras de Roberto Jacoy (izquierda) y Marta Minujín (derecha)

Obras de Roberto Jacoy (izquierda) y Marta Minujín (derecha) Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

“Vanguardia es el movimiento de pensamiento que niega permanentemente al arte y afirma permanentemente la historia”, expresa Roberto Jacoby en su obra Mensaje en el Di Tella. Jacoby, pionero del conceptualismo, expone esta pieza que se compone de una máquina de escribir con un teletipo, un afroamericano manifestándose en contra de la guerra de Vietnam y el racismo, y una gran pizarra negra con un manifiesto a favor de la fusión del arte y la vida.

Chile y la dictadura de Pinochet

La última sala está dedicada a Chile, país que estuvo bajo la dictadura de Pinochet entre 1973 y 1990. El régimen provocó un “fenómeno generalizado de solidaridad internacional con el pueblo chileno” con diversas exposiciones de apoyo al país, pidiendo su vuelta a la democracia.

Destaca el cuadro de Roberto Matta Muda y desnuda, la libertad contra la opresión. Una pieza de 240 centímetros de alto y 410 de ancho que, con tintes que recuerdan al Guernica de Picasso, muestra el mismo horror de una sociedad que ha sido olvidada, a su suerte, ante la amenaza institucional.

Donación de Jorge M. Pérez (a la izquierda) y de Roberto Matta (a la derecha) Muda y desnuda, la libertad contra la opresión

Donación de Jorge M. Pérez (a la izquierda) y de Roberto Matta (a la derecha) Muda y desnuda, la libertad contra la opresión Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

Frente a esta, se muestran las fotos de A Chile de Elías Adasme, que tuvo que exiliarse en 1983 a Puerto Rico. Elías imprimió carteles con cuatro autoretratos, en uno salía desnudo y de espaldas, en dos se encontraba boca abajo, en la cuarta imagen se mostraba el nombre del país escrito en su torso. La pieza va acompañada de un archivo que explica los lugares en los que colgó los carteles y cuanto tiempo duraron. Algunos solo estuvieron colgados 30 minutos, los más afortunados permanecieron en la pared un mes.