Quién es el mulá Baradar: de cofundador del movimiento talibán a tener un papel prominente en el futuro gobierno
- Cofundador a principios de los 90 del movimiento talibán, Baradar es una de las caras más conocidas dentro del régimen
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Su nombre completo es Abdul Ghani Baradar y fue el cofundador a principios de los años 90 del movimiento talibán. La prensa sensacionalista anglosajona le denomina Baradar 'el carnicero', por ser el presunto autor intelectual de las bombas no convencionales utilizadas por los talibanes. También es un viejo conocido de Estados Unidos y de China, con quien ha mantenido conversaciones en el último año. Ahora, tres décadas después de su fundación, el conocido como mulá Baradar es considerado el líder político del grupo islamista y se cree que está llamado a tener más responsabilidades en esta nueva etapa.
De hecho, Baradar llegó el pasado martes a Afganistán en lo que supone aparentemente el primer viaje oficial de un líder talibán al país desde la caída del régimen insurgente en 2001, y es muy significativo que su primer destino no haya sido Kabul, sino la meridional Kandahar, cuna del movimiento talibán. Su intención es reunirse con "otros líderes yihadistas y políticos" para tratar de "formar un Gobierno inclusivo" y "aceptable para todos los afganos", según afirmó un portavoz talibán.
El viaje se produjo solo un día después de que el propio mulá Baradar declarase en un discurso el fin de la guerra de Afganistán con la victoria de los insurgentes, un logro inesperado por su rapidez y que se completó el pasado domingo con la huida del presidente afgano, Ashraf Ghani, y la toma de Kabul. "Hemos alcanzado una victoria que no se esperaba (...) debemos mostrar humildad ante Alá", dijo entonces en la primera declaración pública de un líder talibán tras la conquista del país.
Una de las caras más conocidas entre los talibanes
El mulá Baradar, de 53 años, es una de las caras más conocidas entre los talibanes. Luchó durante la guerra de 1979 a 1989 para expulsar a las fuerzas soviéticas de Afganistán, lo que atrajo a miles de combatientes islamistas de todo el mundo y consolidó las relaciones personales entre yihadistas afganos y extranjeros.
Durante años se consideró la mano derecha del mulá Omar, que murió en abril de 2013 en Pakistán, según confirmó el gobierno afgano dos años más tarde. Junto a él, Baradar fundó la milicia talibán a principios de los años 90, un movimiento que se extendió por Afganistán y llegó también a los campos de refugiados afganos en Pakistán.
Precisamente en el país vecino, el mulá fue arrestado en 2010 por agentes pertenecientes a la agencia de espionaje paquistaní Interservice Intelligence. Fue fotografiado y exhibido encadenado en un intento por mostrarle a Washington que las autoridades se tomaban en serio la búsqueda de insurgentes talibanes. No obstante, fue liberado en 2018 cuando Estados Unidos intensificó sus esfuerzos para salir de Afganistán y trasladado en avión a Catar, convirtiéndose así en parte del equipo negociador del grupo islamista y uno de los rostros más conocidos de los radicales.
Un viejo conocido de Estados Unidos y China
Como jefe de la oficina política de los insurgentes en Catar, Baradar jugó un importante papel en el histórico acuerdo con Estados Unidos en febrero de 2020, que puso fecha a la retirada final de las tropas extranjeras y que tiene previsto concluir este mes. Tanto que el líder islamista se reunió hasta en dos ocasiones con el entonces secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo. Además, el mes pasado, encabezó una delegación en China para reunirse con el ministro de Relaciones Exteriores, Wang Yi.
Con la atención de occidente centrada en la evacuación, Baradar se perfila como el líder con más opciones para encabezar el nuevo régimen talibán. No obstante, la Unión Europea ya ha confirmado que no tiene ninguna intención de reconocer el nuevo gobierno: "No hay conversaciones políticas con los talibanes, no hay reconocimiento", aseguró este sábado la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula Von der Leyen, durante su visita a España. Mientras, Rusia ha sugerido lo contrario. "No hay alternativa a los talibanes", apuntó el embajador de Rusia en Afganistán, Dmitry Zhirnov.
El anuncio del nuevo Ejecutivo en Afganistán no se espera hasta después del 31 de agosto, la fecha anunciada inicialmente por Joe Biden para retirar a los últimos militares estadounidenses. Una fecha que podría cambiar para dar más tiempo a las evacuaciones, según el propio presidente norteamericano.
Sin embargo, los talibanes ya han advertido a los países occidentales: deberán terminar con las evacuaciones el 31 de agosto y no aceptarán que las tropas se queden más tiempo en el país. "Es una línea roja. El presidente Biden anunció que el 31 de agosto retiraría todas sus fuerzas militares. Así que si lo prolongan, significa que están extendiendo la ocupación", ha dicho uno de los portavoces, Suhail Shahin, en una entrevista en la cadena británica Sky News.
El portavoz talibán ha asegurado que "no hay necesidad" de prolongar la fecha y que esa decisión podría provocar "desconfianza entre nosotros" y "una reacción". "Si Estados Unidos o Reino Unido buscan más tiempo para continuar las evacuaciones, la respuesta es 'no'. O habrá consecuencias", ha agregado.