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Los Mossos intensifican la búsqueda del padre acusado de asesinar a su hijo en Barcelona

  • Los Mossos creen que podría haber cambiado de aspecto por lo que han difundido fotografías de cómo podría ser su imagen
  • El hombre, de 44 años de edad, mide 1,78 centímetros de altura y tiene el pelo rapado y la barba recortada

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Los Mossos intensifican la búsqueda del padre acusado de asesinar a su hijo en Barcelona

Los Mossos d'Esquadra han intensificado la búsqueda del padre del niño de dos años asesinado la noche del martes en un hotel de Barcelona, Martín Ezequiel Álvarez Giaccio, por su presunta relación con la muerte del menor.

Lleva más de tres días desaparecido y de momento no hay rastro de él. Los Mossos creen que podría haber cambiado de aspecto físico por lo que han difundido fotografías de cómo podría ser su imagen ahora. Martín Ezequiel Álvarez Giaccio tiene 44 años, mide 1,78 centímetros de altura e inicialmente tenía el pelo rapado y la barba recortada.

Los investigadores no descartan ninguna hipótesis, pero es muy probable que pueda estar escondido. Segun fuentes policiales, cuando salió del hotel apagó el teléfono móvil. Además, llevaba encima el pasaporte y había pedido dinero a un familiar.

Por otra parte, el sospechoso podría haber huido del hotel en taxi y habría llegado hasta el aeropuerto, según publica el diario La Vanguardia. En las últimas horas, según esta información, los investigadores han interrogado a un taxista de Barcelona que aseguró haber llevado al sospechoso hasta la terminal 1 del aeropuerto.

El sospechoso no subió a ningún avión

Iba vestido, según el taxista, igual como lo captaron las imágenes de seguridad del hotel y no llevaba nada encima, ni una mochila, ni una bolsa.

Según las citadas informaciones, el sospechoso no subió a ningún avión el martes por la noche, ni en las horas ni en días posteriores utilizando su documentación. En el aeropuerto de Barcelona, hay centenares de cámaras de seguridad que vigilan la zona, pero la obligatoriedad de la mascarilla dificulta las tareas de visionado e identificación de cualquier sospechoso en las imágenes de las cámaras.

Hasta el viernes por la noche, el presunto parricida no se había puesto en contacto con ninguno de los familiares que tiene en España, como su padre, que lleva años viviendo en El Vendrell (Tarragona) y que, como el resto de la familia, desde el primer momento se puso al servicio de los investigadores.