Así es el paso de Torkham: el punto fronterizo entre Pakistán y Afganistán controlado por talibanes armados
- Tras la salida de las tropas estadounidense del aeropuerto de Kabul, los ciudadanos afganos intentan huir a pie
- Un equipo de RTVE se encuentra en Torkham, el punto fronterizo clave entre Afganistán y Pakistán
Uno de los puntos claves para intentar escapar de Afganistán es Torkham, el paso fronterizo con Pakistán controlado por talibanes armados. Ese lugar, denominado "la zona cero" por los pakistaníes divide ambos países y en él se sitúan las vallas que marcan la separación. Al otro lado de estas verjas se encuentran los combatientes talibanes, armados y portando banderas de su emirato. Vigilan el punto fronterizo y utilizan camionetas que antes pertenecían a la policía afgana mientras cargan ametralladoras pesadas.
El grupo insurgente vigila la entrada y salida de materiales y ciudadanos en esta carretera que une el paso de Torkham con Kabul. Son 300 kilómetros de sinuosas carreteras en las que hay, al menos, ocho controles talibanes, según han explicado varios camioneros de la zona a TVE.
Después de 20 años de misión, Estados Unidos abandonó esta semana el aeropuerto de Kabul, dando así por finalizadas las tareas de evacuación. Los países aliados, días antes, también dejaron Afganistán, que ahora se encuentra bajo control talibán, y ante la imposibilidad de coger un vuelo son muchos los ciudadanos que intentan salir del país a pie.
Pakistán fortifica su frontera con Afganistán
Sin embargo, el cerrojazo del gobierno pakistaní es total. Pakistán ha asegurado este jueves que ha fortificado su frontera de 2.640 kilómetros con Afganistán con la construcción de nuevos fuertes y la casi finalización de una valla con el país vecino, .
"Estamos listos para cualquier desafío", ha afirmado el director general adjunto del cuerpo fronterizo Frontier Corps de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, Sajid Majeed, quien ha añadido que se han levantado 388 nuevos fuertes y que otros 55 se construirán antes de fin de año, según la agencia estatal paquistaní APP.
Majeed indicó que se ha completado el 98 % de los 827 kilómetros de valla que se han planeado levantar a lo largo de los 2.640 kilómetros de frontera con Afganistán. La valla se ha instalado sobre todo en zonas de difícil acceso, como acantilados y montañas, y su pico más alto se encuentra a 7.500 metros.
Afganistán no reconoce la frontera, conocida como la Línea Durand y creada tras un acuerdo entre los británicos y Kabul en el siglo XIX, una disputa que Islamabad no logró resolver con los talibanes cuando ocuparon el poder en los años 90.
El muro contará además con drones y cámaras para evitar la entrada de insurgentes del principal grupo talibán del país, el Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), pero también de refugiados, según recoge la agencia EFE.
Cuando comenzó la construcción de la valla en abril de 2017, Pakistán permitía la entrada y salida de peatones al país sin ninguna restricción ni verificación de visado. Una situación que ha cambiado radicalmente en los últimos años y especialmente desde que los talibanes tomaron el poder en Kabul a mediados de agosto.
Más de un millón de afganos registrados en Pakistán
A pesar de la intención de la Unión Europea de que los migrantes se queden en países de la zona, los altos cargos del Gobierno de Pakistán y del todopoderoso Ejército repiten sin cesar que ningún refugiado afgano entrará en suelo paquistaní dado que el país ya acoge a millones de personas del otro lado de la frontera.
Islamabad solo está permitiendo la entrada de afganos con visados médicos o aquellos que trabajan con organizaciones internacionales y que son evacuados.
Pakistán alberga a 1,4 millones de afganos registrados legalmente y se estima que a cerca de otro millón en situación ilegal, una de las comunidades de desplazados más grandes y antiguas del mundo que comenzó a llegar a territorio paquistaní con la invasión soviética en 1979.