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Coronavirus

España alcanza el 70% de inmunizados: "Vacunarte es una decisión que no te afecta solo a ti"

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Dos adolescentes se vacunan contra la COVID-19 en el Enfermera Isabel Zendal de Madrid.
Dos adolescentes se vacunan contra la COVID-19 en el Enfermera Isabel Zendal de Madrid.

El objetivo de llegar al 70% de la población española vacunada contra la COVID-19 se ha cumplido, pero hay que seguir avanzando para ampliar aún más esta cobertura. La irrupción de la variante Delta, mucho más contagiosa que las precedentes, ha elevado el listón de la inmunidad de grupo, que ahora se estima aproximadamente en el 90%, aunque también hay voces científicas que apuntan a que es inalcanzable con las actuales vacunas, ya que aunque en gran medida evitan la posibilidad de contagio, no lo hacen por completo.

En todo caso, la campaña de vacunación en España solo puede calificarse como un rotundo éxito que ha cambiado radicalmente el horizonte de la pandemia. Los ciudadanos españoles han respondido en masa a la llamada de la inmunización, y lo han hecho en su mayor parte convencidos de lo que estaban haciendo, a pesar de que en ocasiones tampoco han faltado las dudas al respecto.

Desde que el pasado 27 de diciembre Araceli Hidalgo ofreciese su brazo para convertirse en la primera vacunada contra la COVID-19 en España, decenas de millones de personas han seguido su ejemplo, y continúan acudiendo diariamente a los puntos de vacunación. En RTVE.es hemos querido hablar con algunas de ellas, para que intentasen describir lo que la vacuna ha significado en su vida diaria, así como las motivaciones que les han empujado a inmunizarse. Esto es lo que nos han contado:

Eugenia, jubilada, 101 años. Vacunada entre marzo y abril con Pfizer:

"Nunca he estado demasiado preocupada por el virus, así que después de vacunarme he estado igual de tranquila que antes. El proceso de vacunación coincidió con una infección importante en el pie, por lo que la vacuna se convirtió en algo secundario a lo que no presté tanta atención. Respecto a las vacunas creo que siempre he mantenido una actitud positiva, mentalizada de que eran una buena solución para la pandemia".

Paula, ama de casa, 73 años. Vacunada entre marzo y abril con Pfizer:

"La vacuna me ha aportado sobre todo tranquilidad para estar con mis hijos y mis nietos. Antes de la primera dosis, tuve muchas dudas, pero me decidí después de consultar con personas de mi entorno que ya se habían vacunado y que no habían tenido ningún efecto adverso. Con la segunda dosis aún tuve más dudas, porque justo antes de ponérmela sufrí un pequeño problema de salud que no sabía si estaba relacionado con la vacuna. Los médicos descartaron esa posibilidad, y al final me puse esa segunda dosis. Ahora, después de todo, tengo claro que volvería a vacunarme".

Candela, estudiante, 15 años. Está esperando para poder vacunarse:

"Confío en la ciencia. Creo que tenemos que vacunarnos todos para acabar con el virus y conseguir la inmunidad de rebaño. Es una cuestión de civismo".

Mario, estudiante, 17 años. Vacunado en agosto con la primera dosis de Moderna:

"No tenía ninguna excusa para no vacunarme. ¿Por qué no iba a hacerlo, si de paso me aporta seguridad? Los posibles efectos secundarios no me han importado, porque sabía que, en caso de tenerlos, durarían uno o dos días, y serían para bien. Confío en la ciencia, y con esto he intentado ayudar, al menos evitando aportar algo negativo, como poder transmitir el virus a otras personas".

Ángel, jubilado, 64 años. Vacunado entre abril y junio con AstraZeneca:

"Si hubiera podido elegir, en un primer momento me hubiera puesto Pfizer, aunque ahora me volvería a poner AstraZeneca sin dudarlo. Nunca he estado especialmente preocupado por el virus, y tampoco me preocupé por las noticias que llegaban sobre esos efectos secundarios puntuales de AstraZeneca. Lo que más me ha impresionado de todo esto es la rapidez con la que la comunidad científica ha desarrollado las vacunas, demostrando de lo que es capaz el ser humano ante un problema de esta magnitud. Pero también ha quedado demostrado, una vez más, las diferencias que existen si naces en un lugar del mundo o en otro".

Maribel, limpiadora en un hospital, 54 años. Vacunada entre enero y febrero con Pfizer:

"Cuando me vacuné, no estaba muy convencida, porque éramos de los primeros y tenía dudas. Aunque era indispensable para mi trabajo. Ahora, con el paso de los meses, reconozco que lo volvería a hacer, porque vacunarse es una decisión que no te afecta solo a ti, y eso es importante".

Susana, veterinaria, 51 años. Vacunada en junio con Pfizer:

"No tuve ninguna duda a la hora de ponerme la vacuna, lo tenía muy claro. Al final fue Pfizer, pero me hubiera puesto AstraZeneca igual de convencida, si me hubiese tocado. Entendí que podía haber efectos adversos, pero los asumí completamente. A partir de la vacunación, vivo más tranquila. Yo al virus siempre le he tenido respeto, pero nunca miedo. Respecto a la tercera dosis, si es conveniente para completar la pauta, por supuesto que me la voy a poner".

Jaime, profesor universitario, 44 años. Vacunado en junio con Janssen:

"Ni siquiera me planteé por qué me vacunaba. Para mí, era algo que había que hacer, una necesidad social. Nunca he tenido miedo al contagio, ni cuando comenzó la pandemia, ni ahora. Tampoco me han preocupado los posibles efectos secundarios de la vacuna".

Enrique, médico anestesiólogo, 44 años. Vacunado entre enero y febrero con Pfizer:

"En general, la vacuna ha supuesto una mayor tranquilidad a la hora de desempeñar mi trabajo. El impacto de la primera ola fue devastador en nuestro nivel de estrés. La mitad de mi servicio se había contagiado en algún momento y habíamos atendido a algunos compañeros en las unidades de intensivos tanto médicas como quirúrgicas. Esto fue muy impactante, sumado al contexto global de aislamiento de los pacientes y de la población. En cuanto a mi vida personal, en casa siempre hemos tomado todas las precauciones, y después de la vacuna lo seguimos haciendo, pero el nivel de estrés basal ha bajado bastante. No creo que nadie, con un enfoque racional del problema, tenga ninguna duda de que la vacuna es el mejor arma contra la pandemia. Las vacunas son, junto a los antibióticos y el desarrollo de la anestesia y la cirugía, los instrumentos terapéuticos que más impacto han tenido sobre la salud de la humanidad hasta la fecha".

Alicia, enfermera, 41 años. Vacunada entre enero y febrero con Pfizer:

"Las vacunas son los preparados farmacéuticos más importantes y seguros que tenemos para combatir esta y otras enfermedades infecciosas. A la hora de desempeñar mi trabajo, la vacuna ha supuesto sobre todo una garantía de seguridad. También en mi vida personal, especialmente cuando sabes que el resto de tu familia también está vacunada; lo que no quita que siga manteniendo medidas preventivas como el uso de mascarilla, distancia social, lavado de manos, evitar aglomeraciones...".

Ikram, camarera, 36 años. Vacunada entre julio y agosto con Pfizer:

"Como ha transcurrido poco tiempo desde que salió, he tenido alguna duda de que no estuviese muy probada, aunque también tenía muy claro que me la quería poner. Ahora, por un lado me siento segura, pero por otro, no; porque veo que gente cercana se ha contagiado a pesar de haberse vacunado, aunque es verdad que dicen que no se coge tan duro. Quiero que mi hija, que tiene 13 años, también se la ponga en cuanto pueda".