Los responsables del vertedero de Zaldibar pactan una condena de seis meses y evitan la cárcel

• ​El acuerdo debe ser ratificado aún por el juzgado que lleva el caso, en una sentencia de conformidad
• Estaban acusados de dos homicidios por imprudencia grave y de un delito contra la seguridad de los trabajadores

Imagen del vertedero de Zaldibar (Vizcaya), en el que murieron los trabajadores Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán.

Los tres responsables de la empresa Verter Recycling, propietaria del vertedero de Zaldibar (Vizcaya), en el que murieron los trabajadores Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán, han pactado con la fiscalía y las familias una condena de seis meses de prisión, lo que supone que no entrarán en la cárcel, según han confirmado fuentes de la empresa este viernes.

Los tres acusados son el dueño de la empresa, José Ignacio Barinaga; la gerente, Arrate Bilbao; y el ingeniero jefe, Juan Elosegui; que han pactado con la fiscalía y las familias de los dos trabajadores fallecidos. El acuerdo debe ser ratificado aún por el juzgado que lleva el caso, en una sentencia de conformidad. Estaban acusados de dos homicidios por imprudencia grave y de un delito contra la seguridad de los trabajadores.

De esta manera, las partes han pactado seis meses de prisión para los tres responsables, así como indemnizar a las familias de las víctimas. Todavía hay un segundo proceso judicial abierto contra los responsables de Verter por el derrumbe del vertedero en febrero del 2020, por presuntos delitos medioambientales.

Vertedero ya sellado

El vertedero está ya sellado, desde esta semana, tras terminar los trabajos de estabilización. Se han encontrado los restos de uno de los trabajadores, los de Alberto Sololuce, pero no los de Joaquín Beltrán. El Gobierno Vasco dio por concluidos el pasado 31 de agosto los trabajos de estabilización y adecuación del vertedero de Zaldibar, 18 meses después del derrumbe.

Tras concluir con las labores de búsqueda el pasado 14 de mayo, se continuó con las labores de estabilización del vertedero, que permanecerá sellado definitivamente, de forma que, en el futuro, no será autorizable ninguna recepción de residuos.