Casi 17.000 empleos menos en la gran banca este último año tras el ERE de Sabadell
- Varias entidades están inmersas en procesos de recortes de personal para conseguir eficiencia y ganar rentabilidad
- Bankinter ha sido, por el momento, la única gran entidad que no ha realizado este tipo de ajustes
Durante el último año en España, casi 17.000 puestos de trabajo en la gran banca podrían verse afectados por los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) que se han planteado. El Banco Sabadell ha sido el último en proponer un recorte de 1.900 empleos, pero ya meses atrás, los han llevado a cabo otros grandes como BBVA, CaixaBank y Santander, entre otros.
Al ajuste anunciado esta semana del Banco Sabadell esta semana, se suman las 1.800 salidas efectuadas a principios de 2021 dentro de un plan voluntario de prejubilaciones pactado con los sindicatos a finales de 2020.
Pero el Sabadell no es la única entidad que actualmente está realizando procesos de reestructuración con el objetivo de conseguir eficiencia y ganar rentabilidad y de confirmarse las salidas en este banco, el total de afectados por ajustes de empleo en este sector se elevará a 16.600 empleados.
CaixaBank y BBVA son las otras dos grandes entidades que a día de hoy están inmersas en la aplicación de ajustes en sus plantillas. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri pactó a finales de julio un ERE voluntario de 6.452 trabajadores al que se han adscrito, finalmente, 8.246 empleados, un 27,8% más de las salidas pactadas, pero está aún por ver cuáles se acepta.
Por su parte, BBVA recibió 5.216 peticiones de adhesión voluntaria al procedimiento de despido colectivo pactado con los sindicatos y que supone 2.735 extinciones y 210 excedencias incentivadas.
De su lado, Banco Santander completó su ERE a finales de julio con la salida de los 3.572 empleados que contemplaba el proceso, de los que el 99,5% lo ha hecho en fase voluntaria.
Bankinter, el único que por el momento no ha hecho ERE
Bankinter ha sido, por el momento, la única gran entidad que no ha realizado este tipo de ajustes. En la presentación de sus resultados semestrales, a finales de julio, volvió a descartar realizar despidos tanto en su negocio de España como en el de Portugal.
Otras entidades también han realizado recortes de plantilla durante el último año. Es el caso de Ibercaja Banco que anunció un recorte de 750 puestos de trabajo y que la entidad prevé completar en junio de 2022.
Por su parte, Abanca pactó con los sindicatos 190 prejubilaciones tras la integración de Banco Caixa Geral. En este caso, el ajuste se anunció antes del Covid-19, a finales de febrero de 2020, si bien el acuerdo se alcanzó a mediados de abril de 2020, en pleno estado de alarma. El banco presidido por Juan Carlos Escotet también ha adquirido Bankoa y Novo Banco, aunque por el momento no se prevén nuevos ajustes.
Por último, está por conocerse el ajuste que realizará Unicaja Banco tras la fusión legal con Liberbank, sellada el 30 de junio con la inscripción de la operación en el Registro Mercantil de Málaga.
Los motivos de los ajustes
En el caso del Sabadell, los motivos esgrimidos se sustentan en la búsqueda de una mayor rentabilidad en un entorno de bajos tipos de interés y con una creciente presión en los márgenes, una situación que se ha recrudecido desde el comienzo de la pandemia de COVID-19 en marzo de 2020.
Sin embargo, es una situación que está experimentando el sector bancario, que ya ha realizado varias reestructuraciones sobre sus plantillas y sus redes de oficinas como una de las palancas para reducir la factura de los costes.
La transformación digital, acelerada a raíz de la pandemia, ha venido a sumar más presión a la banca, que está reorientando sus negocios para adaptarse a los nuevos hábitos de consumo hacia el uso del canal digital por encima del canal 'offline', es decir, la presencia en oficinas.
No obstante, el cierre de oficinas ha provocado las quejas y denuncias por parte de asociaciones del medio rural y partidos políticos debido a que estos recortes afectan, especialmente, a las poblaciones rurales con menor acceso a los servicios bancarios. De hecho, un informe de Banco de España detectó que casi 1,2 millones de españoles no contaban a finales de 2020 con un punto tradicional de acceso a efectivo en su municipio.
En este sentido, Castilla y León era la comunidad autónoma con una cobertura menos amplia, con Zamora (un 27,8% de la población sin acceso sobre el total de población de la provincia), Ávila (21%), Segovia (19,9%), Salamanca (18,7%) y Palencia (18,2%) como las provincias que presentaban menores ratios de población con un punto tradicional de acceso al efectivo en un radio de cinco kilómetros.